Asistimos a una consulta de rango histórico y profundo valor democrático. Ninguna Constitución del mundo ha sido tan difundida y discutida como la nuestra, y ya a sus ocho años de vida, estamos a punto de hacerla más perfectible aún.
No tengo duda sobre el triunfo de la opción del SI el 2 de diciembre. A la mayoría bolivariana nos bastaría el artículo de la reelección presidencial para volcarnos a votar en avalancha. Pero vamos por mucho más a favor de nuestro Pueblo y de la soberanía de la Patria.
La Reforma amplía y fortalece el carácter democrático de la economía al eliminar el latifundio y el monopolio. Ambos fenómenos son rechazados por las diversas teorías socialistas e incluso por las liberales clásicas que ven en el acaparamiento de la tierra y en los monopolios, obstáculos severos al desarrollo capitalista basado en el dogma utópico de la libre competencia.
También se democratiza el concepto de la propiedad, otorgándole rango constitucional a formas colectivas y sociales que son un novedoso aporte a la doctrina constitucional, a la vez que se fortalece la propiedad personal y familiar que es un objetivo estratégico del Gobierno Bolivariano al buscar la mayor suma de felicidad para la población.
Por eso al ganar el SI, será también una derrota a la mentira. La oposición basó su estrategia en exagerar un sinnúmero de situaciones pavorosas donde el gobierno le quitaría a la gente hasta una oreja, porque se tienen dos. Así nunca adquirirán la necesaria credibilidad para levantar un liderazgo alternativo.
Me pasó con dos conocidos, de diferente nivel intelectual, pero víctimas de la misma campaña fascista de los medios opositores. Uno de nivel universitario me decía que temía por su apartamento que tenía alquilado en Caracas. Me preguntó asombrado, como buscando una palabra luminosa que despejara su temor, ¿qué crees que puede pasar? Le puse la mano en el hombro y le miré a los ojos: “por favor hermano, ¿hasta cuándo le cree Usted a esa gente?
Ningún gobierno en este país ha hecho tanto para que la llamada clase media, clase de trabajadores profesionales, intelectuales, tenga su vivienda libre de hipotecas e intereses usureros. Hasta leyes se han promulgado para salvaguardar los derechos de las familias a tener sus viviendas y esta Reforma blinda esa condición de enajenable al inmueble del hogar.
El otro amigo, trabajador por cuenta propia, creyó la falacia de que su actividad le sería prohibida. Bastó explicarle que al contrario, de ahora en adelante los derechos de la seguridad social que siempre le negaron, los tendría garantizados constitucionalmente, vale decir, la Reforma incorpora a taxistas, artesanos, carpinteros, gastrónomos, etc… a tener derecho a vacaciones, seguro social, pensión de vejez, por ejemplo.
Entonces se ha tratado de una lucha entre verdad y mentira. La oposición fascista, sin argumentos, miente descaradamente abusando de la inteligencia de los pocos seguidores que les quedan. Los más desesperados trataron de calentar la calle e insisten en usar estudiantes como carne de cañón. Se equivocarán una vez más. Tienen una derrota segura.
Nos toca a quienes vamos por el SI, hacer el máximo esfuerzo para movilizar el dos de diciembre la militancia inscrita en el PSUV y más allá a toda la gente que cree en el futuro de este gran país. La verdad es nuestra mejor arma.
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