La publicación periódica de más de 250 mil cables oficiales desde y para el Departamento de Estado, por parte de la organización Wikileaks, cuyo creador es ahora victima de la persecución política mundial, ha puesto al desnudo al imperio estadounidense.
Para sorpresa de unos o confirmación de muchos otros, el mundo ha contemplado desde el pasado domingo los desmanes desvergonzados del Departamento de Estado: desde pedir análisis de sangre a los candidatos presidenciales del Paraguay, a solicitar información sobre la salud mental de la Presidenta Argentina, pasando por los grandes esfuerzos en aislar a Venezuela de la comunidad internacional, estrategia que ya había puesto en marcha la administración Bush y continuado de la mano de la nueva canciller Clinton.
De acuerdo a la pagina Wikileaks.org, los 251.287 documentos cubren el período desde el 28 de diciembre de 1966 hasta el 28 de febrero de 2010, y se originaron en 274 embajadas, consulados y misiones diplomáticas, siendo Ankara (7.918) y Bagdad (6.677) las ciudades desde donde se produjeron más cables, además del propio Departamento de Estado en Washington (8017).
Sin embargo, Wikileaks solo ha hecho público a la fecha 278 cables. Apenas un 0.10% del total de documentos que esperan ver luz en las próximas semanas y meses. Wikileaks ha decidido reveler estos documentos en etapas a fin que los mismos puedan tener suficiente espacio temporal para ser analizados en su justa dimensión y no correr el riesgo de desestimar información valiosa.
En Europa, distintas agencies de noticias como The Guardian y El País han obtenido directamente de Wikileaks la base de datos completa de cables, y si bien han decidido no hacer público todo su contenido, han analizado y publicado información sobre aquellos originados en Madrid (3.620), Paris (3.775), Moscu (3.376), Berlín (1.719) y Londres (1.083), así como también sobre algunos procedentes de América Latina, donde destacan México con 2.285 cables, Buenos Aires con 2.233, Tegucigalpa con 1958, Brasilia con 1.947, Santiago con 1.464, Quito con 1.450, Lima con 1.388 y La Paz con 1.299.
No obstante, las ciudades de América Latina que despacharon más cables a Washington y sobre los cuales aun no se conoce el contenido, son Bogota con 2.416 y Caracas con 2.340.
Precisamente, en un contexto de permanente agresión y desestabilización contra el gobierno venezolano por parte de Washington en confabulación con sus socios apátridas venezolanos, desde la era Bush y aun con la administración Obama, la inminente publicación de estos 2 mil 340 cables secretos de la Embajada de Estados Unidos en Caracas tiene con los pelos de punta a la oposición golpista venezolana.
Mas temprano que tarde, Wikileaks revelará al mundo lo que los venezolanos ya conocemos de primera mano: la permanente conspiración para derrocar al Presidente Hugo Chávez, el financiamiento extranjero a organizaciones políticas oposicionistas, la infiltración de la revolución y adoctrinamiento neoliberal en las comunidades populares, y la compra de medios y periodistas para resguardar los intereses hegemónicos extranjeros en nuestro país.
El imperialismo estadounidense no será el único que quedará al desnudo con las revelaciones de Wikileaks. La oposición apátrida tiembla porque pronto también le tocará a ella presentarse ante la opinión pública mundial en su traje golpista.
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