Quién calla Otorga

Lo que sucede en Venezuela es realmente insólito, algo sin comparación con ningún hecho en la historia de la humanidad. Vivimos en dos paises, uno incubado dentro del otro. Está el país donde viven los opositores al gobierno y otro donde viven los afectos al gobierno. Tanto es así que, cuando el golpe de estado de 2002, el microgobierno que se instauró en ese momento detuvo a los mal llamados "Pistoleros de Puente Llaguno", acusándolos de ser los responsables de los asesinatos que se produjeron ese 11 de abril, no obstante, lo breve de ese gobierno de tres días y el rápido regreso del Presidente Chávez, no fue obstáculo para que estos pendejos estuvieran presos por espacio de un año y sometidos a juicio. En el célebre caso de los pendejos que derribaron la estatua de Colón, también pasaron su tiempito encerrados, cuando debió condecorárseles por esa acción.

Lina Ron estuvo presa por algo que, supuestamente hizo contra Globovisión, que si a ver vamos, no fue tampoco gran vaina y tuvo su tiempito presa. Es decir, en el país de los chavistas, el chavista que se resbale, va preso, por cualquier pendejada. En el otro país, el de los escuálidos, ese donde no hay libertad de expresión, donde se violan los derechos humanos, donde existen 12 mil bandas de delincuentes del microtráfico de drogas, donde se agrede a los periodistas "independientes" y toda la retahila de etcéteras, que costituyen por parte del gobierno comunista, la violación hasta de los diez mandamientos, la constitución, la propiedad privada y como dije antes, etc., etc., etc., ¡vvveeerrrgggaa!, quedé cansado, esos opositores actúan a su antojo y ni siquiera los regañan. Aparece un tipo inmoral, en un tal "DEBACLE" de los candidatos de oposición, amenazando al Presidente de acusarlo ante el Tribunal Internacional de la Haiga, presentándolo como una escoria humana, acusando sectores de la Fuerza Armada de narcotraficantes, refiriéndose al país como un narcoestado y cualquier cantidad de barbaridades, de las cuáles por supuesto debe tener muchas pruebas de ello y como dice un chiste por ahí, hay gente del gobierno que tiene las santas bolas de reirse de eso, osea, les parece graciosa la vaina y recurro a otro dicho:

"Quién calla otorga" y se supone que si alguien me difama, tengo el perfecto derecho a demandarle y exigirle una indemnizacón por el daño moral que me ocasione. Aquí en este país, estos carajos a diario hacen acusaciones, no solo temerarias, gravísimas y no hay nadie quién diga esta boca es mia, si acaso, alguien que sale en un programa de algún medio público refutando lo que se dice. La gente está cansada de tanta impunidad, de que se siga mancillando la reputación de una persona y ésta se quede de brazos cruzados, porque eso contribuye a que cada dia empeore la situación hasta que se llegue a la confrontación violenta que se convierta en un espiral ascendente de consecuencias impredecibles y de ello serán tan responsables, tanto los que se dedican a lanzar sus denuncias y acusaciones irresponsables, como las "Victimas" de esas acusaciones y denuncias que permiten que suceda.

Pienso que es momento de detener tanta irresponsabilidad, porque si se me acusa de algún delito que no he cometido y callo, quedo ante la opinión pública como un delincuente. ¡Quién calla otorga!, así de sencillo.


arnomartinez@gmail.com


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Arno Rafael Martinez Ochoa


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