Una diabólica procesión ha tenido lugar en Maturín en los últimos días. Ya lo hemos denunciado y volvemos sobre el tema motivados por la proximidad de los comicios electorales que constituyen precisamente el centro y el eje de los acontecimientos en torno a los cuales hemos llamado la atención.
Uno tras otro han desfilado en macabra fila los jefes indiscutibles en Venezuela del más abyecto de los fascismos. María Corina, Leopoldo, Dinorah, y el más pintoresco de sus comandantes, el mismísimo Capriles.
Han vendo a Maturín y siempre traen con ellos situaciones de desajuste del orden social del estado Monagas. Ya señalamos en entregas anteriores las extrañas circunstancias en que fueron asesinados varios policías y los inmediatos ataques a las sedes de la gobernación y la fiscalía así como también el asesinato de numerosos taxistas.
Ahora, en momentos en que el señor Radonski nuevamente se encuentra en Monagas, ocurre un apagón eléctrico en buena parte del territorio venezolano que tiene toda la apariencia de ser un ensayo para una tarea de sabotaje el día de las elecciones y que tiene además el componente terrorista de agredir la sique de la ciudadanía para ir conformando un estado general de ira en la población que la oposición tratará de activar contra el gobierno.
Estaba en Maturín el hombre de la ira y de la violencia compulsiva. Como siempre se reunió con sus seguidores en una exclusiva avenida donde viven en su mayoría los sectores acomodados de la ciudad y desde allí desarrolló su ya habitual andanada de improperios contra el gobierno y contra el pueblo mientras blancas y muy bien cuidadas manos le aplaudían a rabiar con la mirada inyectada de odio y de intolerancia.
Las palabras del señor Capriles tienen un objetivo tan claro como deleznable, lo que se plantean es atizar el odio, profundizar la intolerancia y cultivar la enfermiza idea de una victoria electoral que sabe que el pueblo no le otorgará y por lo cual acude a la violencia y al odio entre hermanos para tratar de producir un estallido social que permita que los imperialistas estadounidenses nos agredan.
En Maturín Capriles profundiza la idea del desconocimiento a los resultados electorales y arenga a sus seguidores para que se mantengan firmes y salgan a defender sus votos dejando claro que no reconocerá resultados que le sean adversos y prepara a sus turbas para generar actos de violencia,
Es evidente que ellos saben que perderán en Monagas y en el resto del país y tratan por todos los medios de convertir a Maturín en el ámbito generador de violencia electoral que pueda afectar los niveles de producción petrolera y gasífera de esta entidad tan vital en este orden para Venezuela.
En distintos sitios de Venezuela, y Maturín no escapa a ello, el terrorismo opositor está recibiendo contribuciones significativas de sectores disidentes del chavismo que en una demostración muy clara de incompetencia para la lectura de la coyuntura han apostado para intentar dividir los votos del chavismo en una aberrante actitud de soberbia que se plantea facilitar el cuadro a los terroristas de la oposición.
Capriles ya tiene en su haber numerosas muertes cuando en las pasadas elecciones presidenciales ordenó a sus huestes terroristas descargar su arrechera contra el pueblo venezolano.
Ya conocemos el desenlace y ya sabemos de cuanta canallada es capaz este sujeto, de tal manera que hay suficientes y fundadas razones para estar preparados contra la arremetida terroristas de la oposición venezolana.
Necesario es estar alerta y es imprescindible que nos organicemos para enfrentar las manifestaciones de la violencia terrorista que tratará de producir fracturas en la sociedad venezolana durante y después de las elecciones de diciembre.
En el caso del estado Monagas se hace imperativo que los camaradas José Maicavares, Vilma Carvajal, José Galindo, Carlos Betancourt, Lenci Astudillo, Miky Fuentes, Raúl Brazón, José Figuera, Humberto Rascanielli, Ángel Rodríguez, Erick Rivas, Magaly Villalba y José Malavé, una vez resultado ganadores de la contienda electoral del 8 de diciembre mantengan en guardia a los militantes revolucionarios de sus respectivos municipios para defendernos de la arremetida del terrorismo venezolano.
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