Salió como diputado en el paracaídas de la suerte del caprichoso este del estado Miranda, donde la malicia contra Chávez anda suelta y, sin mucha brega por alcanzar su reinado de la vagancia política: no aportó nada y, que por los pasos que da no siembra una proposición en la conciencia de las ideas con las que se ahoga fácilmente sin escrúpulos por sus disparates intraducibles para, cualquier ser pensante a quienes fastidia a cada rato con berrinches de niño malcriado que, quiere su juguete nuevo para joderle la paciencia a toda hora con escándalos a sus vecinos, irrespetando la amistad que no se ha ganado que, es el caso de este pitiyanqui de la escaramuza ilimitada que sueña con llenar de furia a la Asamblea Nacional e irrespetando la Constitución y leyes quiere, plantarse desde ya en su nuevo reacomodo que le sirva de guarimba.
Cuando lo observamos mistificando su entorno de pretensiones ilusorias como mayoría increíble que dicen ser, sus expresiones se parecen a una danzarina de ballet de catorce años, este culturista del desastre que en cada acrobacia de imbecilidad se disloca las neuronas de la vergüenza.
Este Nietzsche de la miniatura oposicionista de terribles extravagancias es bien escaso como tremendista que es en la problemática de la existencia de la política burgués, donde el ángel de su guarda debe ser Ramos Allup como consecuencia a su voluntad escalofriante del volumen de disparates que suelta a los medios en su avance fugaz.
Posiblemente, este líder de Pj se disfrace de gallo pelón o de cochino lánguido para darles acreencia de su altruismo de institutriz a los sesenta y cinco diputados del pequeño conjunto de los apátridas que lo acompañarán en la danza del desorden que deben de montar en el capitolio de su esperanza desierta.
El pueblo se manifestó contundentemente –se expresó hace días- para darnos la bitácora añorada del barco que ha de llegar a puerto seguro en el 2012 con nuevo capitán que debe ser Henrique Capriles Radonski, gobernador de Miranda, gladiador infernal de la Embajada Cubana como prontuario de la Roma oculta en sus anales politiqueros que han sido auscultado por el estetoscopio infantil de nuestro iracundo diputado que flamea a su antojo una victoria en el ocaso de su delirio como leguleyo extravagante.
Y, así andan las cosas de estos personajes que se inventan los contrastes más insólitos que vagan por su mente después de una ráfaga de lucidez en el alcohol de sus días y, sin pensarlo dos veces trepan las estrellas que deja una resaca plácida.
Los días de sus inquietudes perversas se les estiran en la penumbra que los envuelve y como buenos difamadores se esconden tras la sombra que ellos creen tener del pueblo venezolano que hace años hizo caída y mesa limpia y los mandó a esperar lo que les viene y, si palos quieren palos van a llevar en el inventario de sus aspiraciones democráticas si es que el golpismo del ayer no los duerme.
Julio Borges, un diputado que se asoma dentro del manicomio de la oposición al que hay que recordarle que el PSUV es mayoría absoluta en la Asamblea Nacional y que 65 menos 98 es igual a menos 33. Así de fácil: 65 – 98 = -33. En cambio 98 -65 = 33 que es mayor que -33. Así 33>-33.
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