HAGAMOS UN ANÁLISIS PROFUNDO, JUSTO Y EQUILIBRADO DE LAS CAUSAS DE LA INSUFICIENTE VOTACIÓN CHAVISTA
La pasada campaña electoral fue, sin dudas, una de las campañas más difíciles y complejas de las que se han dado durante los 11 años del proceso revolucionario, más, incluso, a mi juicio, que la del referéndum revocatorio de 2004. Eso es tan así que el liderazgo revolucionario del PSUV y el propio comandante Chávez dijeron una y otra vez que en ésta campaña estaba en juego el destino de la revolución, que de llegar la contrarrevolución a ser mayoría en el parlamento se podían perder todas las conquistas de la revolución por la revocatoria de las leyes revolucionarias, tratar de desmontar desde las Misiones hasta la solidaridad internacional y tratar de repetir la nefasta experiencia de Honduras con un golpe parlamentario que buscaría destituir al Presidente.
No se puede –o no se debe– hacer un análisis crítico superficial de las fallas habidas, de los errores, los retrocesos y las derrotas como las de Anzoátegui, Zulia, Táchira y otras regiones y circuitos con bajas sensibles en la votación y a partir de allí buscar fijar responsabilidades a la ligera y convertir todo aquello en verdaderas cacerías de brujas que muevan a cometer injusticias o criticar todo para que todo siga igual.
Asignadas por el CNE las diputaciones, los números fríos e incontrastables señalan que la alianza PSUV/PCV obtuvo 98 diputados contra 65 de la extrema derecha y la contrarrevolución y 2 diputados del centroizquierdista PPT. Esos números concluyentes, que con una burda estratagema quisieron opacarlos por una campaña nacional e internacional mediática y de la estridente gritería histérica del oposicionismo irracional que ponían a la derecha como ganadora; pese a lo absurdo e insólito de aquel planteamiento se han empeñado en repetir el dislate al punto que los golpistas ecuatorianos, con el fascistoide de Lucio Gutiérrez a la cabeza, se lo creyeron de tal forma que los estimuló de tal manera que se lanzaron por el despeñadero del más chimbo de los golpes de Estado preparado por el imperio y la oligarquía ecuatoriana, que a las 12 horas no sólo fue conjurado sino rescatado vivo el presidente Correa.
El PSUV, una organización joven, de apenas 3 años de constituida, pasó su primera gran prueba de fuego en las elecciones del 26 de septiembre como maquinaria básicamente electoral, faltándole la prueba de fuego de la lucha política de calle y social.
Con enorme fuerza política, grandes movilizaciones, muchas encabezadas por el presidente del partido Hugo Chávez, con un trabajo de vínculo boca oreja con millones de compatriotas –aún cuando muchos candidatos descuidaron el trabajo con el pueblo–, dentro de las limitaciones de una campaña de sólo 30 días –con un dominio por parte de la burguesía del 73% de la campaña electoral mediática–, ganó en 57 Circuitos Electorales de los 87 que se conformaron en el país e igualmente ganó en 18 de los 24 estados. Se coloca así el partido socialista como la primera fuerza política de Venezuela, controlando por abrumadora mayoría el nuevo parlamento con la que frenará a las fuerzas contrarrevolucionarias –donde hay asesinos como Mazuco, ex alcalde presos por ladrones y una fauna íntegra de golpistas y conspiradores de nuevo y viejo cuño– que intentarán desde esas posiciones subvertir el proceso siguiendo las órdenes del gobierno norteamericano.
Sin embargo cerca de un millón y medio de votantes chavistas dejaron de hacerlo, se abstuvieron y la votación de la extrema derecha subió ligeramente aunque, en comparación con la votación parlamentaria del año 2000 decreció el número de diputados significativamente, y la votación chavista aumentó pero no como se esperaba. Aun cuando las elecciones no fueron para elegir el presidente de la república, no deja de ser altamente preocupante esa abstención o el voto por las opciones de la derecha y hay que ir al fondo de las causas de esa disminución, desde los errores de parte del funcionariado gubernamental, burócrata y mata votos, verdadera Quinta Columna, igual los métodos negativos de no pocos burócratas del partido que permitieron desaguisados como los Zulia, Táchira, de Anzoátegui donde se manipularon las elecciones de base para elegir candidatos o se dejó a su suerte al movimiento obrero que está siendo despedazado por la patronal imperialista que lo asesina, reprime, lanza a la calle. ¿Dónde estaba el Psuv? Allí hay que buscar algunas de las razones de la sensible baja de la votación zuliana, tachirense, anzoatiguense, igualmente analizar la conducta de muchos alcaldes y su gestión no pocas veces antipopulares y contraria a los intereses de la revolución, alcaldes mata votos. Además, una estrategia mediática/publicitaria que no se corresponde totalmente con la realidad de las ejecutorias y con la votación misma.
ALGUNOS FACTORES QUE INCIDIERON EN EL VOTO NEGATIVO.
LA GUERRA MEDIÁTICA DEL IMPERIO CONSECHÓ TRIUNFOS
Hay muchas otras causas que a nuestro juicio son causales que influyeron en la abstención o en el llamado “voto castigo”, típica expresión del modelo burgués electoral de la alternabilidad. Hay causas externas, por ejemplo la feroz guerra mediática nacional e internacional contra el presidente, su gobierno y el proceso revolucionario. Campaña brutal y despiadada, absolutamente carente de ética, de principios periodísticos cuyas matrices se forjan en las cloacas más pútridas del imperio yanqui y se drenan al aparataje mediático mundial quienes en comparsa repiten lo que les dice el amo. La infame y canallesca prensa española, norteamericana, colombiana, chilena, argentina, brasileña y la no menos putrefacta prensa mediática venezolana y su atroz campaña antibolivariana, antipopular; mentirosa, manipuladora, generadora de psicopatías y disociación, genocida.
La acción permanentemente subversiva, sedicente, mentirosa, abiertamente contra el gobierno y contra el pueblo las 24 horas del día, de medios televisivos como el canal 33, sin las respuestas adecuadas del gobierno, sin ninguna acción judicial por las reiteradas violaciones a las leyes y ante la permanente vaciladera o tolerancia de Conatel, un grupo minúsculo de un canal con parte de sus dueños huyendo por delincuentes, atacan y atacan de todas las maneras imaginables porque saben que la “tolerancia” gubernamental nada les va a hacer, ni siquiera ejecutar las amenazas de multas. ¿Cuándo el gobierno va a tomar el control del Canal 33 y hacer respetar el país? Si no se actúa es esa cloaca la que va a derrotar la revolución.
Aún la revolución no supera la debilidad mediática que contrarreste la ofensiva de la guerra mediática del imperio y sus lacayos; a ello se agrega que el apoyo a las redes de comunicación popular y medios alternativos, arma fundamental para impulsar la guerra mediática popular, es cada vez más menguada. Se le mezquina el apoyo necesario mientras, insólitamente, a la prensa de derecha se le dan cuantiosos recursos para que sigan conspirando contra la revolución. El gobierno no ha terminado de entender –salvo el propio presidente Chávez– que se debe construir un nuevo modelo comunicacional alternativo, un nuevo paradigma informativo que derrumbe la mentira comunicacional burguesa/imperialista. Hay que fortalecer el sistema, el movimiento social/popular de medios alternativos y comunitarios Allí hay una causa importante de la abstención y la baja del voto popular hacia la revolución. Perdimos parte de la batalla de las ideas, eso hay que revisarlo.
Un hecho que hizo un gran daño en el marco del proceso electoral fue aquel referente a la pérdida cuantiosa de alimentos descompuestos. Naturalmente, al lado del gigantesco esfuerzo hecho por el gobierno revolucionario para garantizar la alimentación del pueblo, el desarrollo de Mercal, de Pdval, la creación de miles de mercalitos, pedevalitos, la nacionalización de los supermercados CADA y transformarlos en superabastos populares con alimentos a precios no competitivos, está el descubrimiento de miles de toneladas de alimentos perdidos, podridos, por descuido, por negligencia, por corrupción. La respuesta gubernamental no fue lo suficientemente contundente que se esperaba, el país esperaba una actitud más agresiva y justiciera. Naturalmente, hubo movimientos de la Fiscalía pero no fue suficiente, para la magnitud de la comida perdida el número de presos era irrisorio. La contrarrevolución fascista vio en ese talón de Aquiles gubernamental una oportunidad para atacar sin piedad y durante todo el período de precampaña y de la campaña manejó y manipuló aquello miles de veces en la propaganda radial, televisiva y escrita. No sólo “denunciaban” la pérdida de los alimentos –nunca mencionaron los esfuerzos gubernamentales para garantizar la soberanía alimentaria del pueblo venezolano y los enormes logros alcanzados en fracturar el acaparamiento de alimentos por parte de la oligarquía–, inventaban mentiras de comida perdida, llegaron al extremo de hacer montajes de comida descompuesta que nunca existieron, todo para dañar la imagen del gobierno y del presidente. La respuesta mediática gubernamental y de los medios alternativos fue insuficiente. Esa pertinaz y sostenida campaña indudablemente tuvo efecto en algunos sectores políticamente débiles, vacilantes, manipulables.
Otro factor que incidió en algunos sectores fue la problemática de la inflación. Evidentemente que en ese sentido las autoridades han hecho un enorme esfuerzo por tratar de controlar los demonios de la inflación que, precisamente, la oligarquía y el imperio se desviven por soltar, para ello apelan al acaparamiento, a la especulación con el dólar, a las crisis bancarias; de hecho la intervención de las casas de bolsa permitió descubrir una conspiración con el dólar, un asalto masivo a la compra de la moneda norteamericana –utilizando miles de identidades robadas–. La inflación y el manejo mediático por parte de la derecha de este importante aspecto de la vida del país y sus ciudadanos, golpeó la conciencia de sectores de nuestro pueblo que no entendieron la tenaz lucha del gobierno revolucionario por bajar la inflación.
EL SECTARISMO, OTRO FACTOR NEGATIVO QUE CONSPIRÓ CONTRA EL PROCESO
Muchos de quienes somos miembros del PSUV y desarrollamos tareas sociales y políticas nos hemos opuesto a la tendencia impulsada por algunos dirigentes y grupos de pretender sustituir por el partido las organizaciones sociales y tragárselas. Eso ha constituido un error craso, torpe porque ese sectarismo le quita la frescura a las luchas del pueblo y repite el error histórico de los países socialistas europeos donde los partidos comunistas se tragaron no sólo los movimientos sociales y de masas sino que se asumían como la clase trabajadora y de vanguardia. Un error conceptual, teórico que sigue amenazando con hacerle un daño mortal a la revolución. Desde el gobierno no se construyen aparatos de masas, esa iniciativa es de las bases populares y revolucionarias y desde el Estado se las debe apoyar, dotarlas de recursos pero no condicionar su desarrollo ni cuestionar su autonomía clasista.
Esa visión excluyó de una manera torpe a infinidad de grupos y movimientos populares que no fueron tomados en cuenta a la hora de elaborar las planchas para la AN. Evidentemente tal negativa y sectaria visión le restó muchísimos votos a la revolución. Se impuso el anacrónico criterio de que sólo los partidos cuentan a la hora de decidir la política parlamentaria, ungida de una visión representativa y burguesa. Si una organización social y revolucionaria no es controlada por el partido, muchas veces se la invisibiliza, sus actividades sociales e iniciativas no tienen cobertura de prensa.
Otro error fue el referente a las alianzas partidistas propiamente dichas. En el caso del MEP fue notoriamente evidente que se le escamoteó darle un apoyo e incluirlos en todas las listas de aquellos Circuitos donde ese partido tenía presencia; ese error nos costó, cuando menos, dos diputados, uno por Caracas y uno por Guárico.
En el Distrito Capital el MEP obtuvo 5.018 votos mientras que la contrarrevolución se impuso por sólo 700 sufragios. En el caso de Guárico, al PSUV le hicieron falta 231 votos para llevarse los dos diputados por lista y el Movimiento Electoral de Pueblo obtuvo 476 papeletas. ¿Fue o no fue un error no sellar allí la alianza?
No sólo fue el caso de sectarismo con el MEP, otras organizaciones han debido ser incorporadas a la alianza política y los beneficios hubiesen sido mucho mayores.
ERRORES VIEJOS FRACASOS NUEVOS
Desde el derrotado golpe de abril de 2002 hasta hoy ha existido una política de perdón hacia los que sólo le han dado puñaladas a la Patria y se ha burlado del pueblo. No hubo juicios contra los golpistas sino una especie de perdón y olvido. Una injustificada amnistía para los golpistas que al día siguiente volvieron a sus andadas. Un golpe de Estado, un golpe petrolero, los paramilitares colombianos amnistiados, Danilo Anderson asesinado por los mismos golpistas. Todos los golpistas de ayer salieron diputados hoy, por lo menos unos cuantos, asesinos incluso como el tal Mazuco. Burla brutal al pueblo, y si Forero y los otros policías asesinos no hubiesen estado condenados, también los habrían postulado. Esa es la calaña de esa “oposición”, su falta de moral, de dignidad, su burla permanente al país, muchos de cuyos miembros llegaron al parlamento para desde allí conspirar contra el proceso revolucionario y contra Chávez. Mendoza, María Machado, Borges y 62 más que van a intentar “ir por Chávez”. Total, se saben impunes, no hay ley, para ellos solo eso, la impunidad. De aquellos errores viejos se cosecharon fracasos nuevos.
El debate no ha terminado, apenas comienza porque grave y delicada es la situación para la revolución; aún con el éxito de tener 98 diputados. Las bases deben avanzar, la burocracia debemos arrinconarla y la Quinta Columna hay que extirparla. Como siempre, hay que apoyarse en las masas, en el pueblo, en el soberano, en las bases del Psuv, en la clase obrera que debe liderizar y dirigir la revolución.
(humbertocaracola@gmail.com)