“De la paz se deben esperar todos los bienes y de la guerra nada más que desastres”. (1)
Es alta la responsabilidad de los líderes de la revolución que participan de los “Diálogos por la paz “, que actualmente se realizan con sectores de la oposición, y representantes de UNASUR.
Estas reuniones obedecen a una convocatoria del Presidente Nicolás Maduro, jefe del Estado y del Gobierno, con motivo del llamado opositor a la desestabilización de la nación a fin de forzar la “salida” No-Constitucional de su gobierno y de los poderes constituidos.
Los intensos sucesos de violencia, provocados a partir del 12 de febrero de este año del 2014 (con numerosos antecedentes en la historia reciente venezolana ) pero que en esta oportunidad se caracterizaron por una organización y planificación que incluyó eventos atroces, vandálicos y terroristas, que evidenciaron previos entrenamientos.
El comportamiento bélico de estos grupos, que comprende el uso de armas cortas para uso en barricadas y largas para franco-tiradores, abundante material ferretero: clavos , tornillos y mangueras para los “miguelitos,”moto- sierras, cadenas, guayas, gasolina, aceite, nylon, equipos de radio-comunicación locales y satelitales, vehículos y motos para la movilización, suficiente munición de boca, máscaras antigases y algunos hablan incluso de pagos por servicios prestados, lo que revela, al decir de algunas vocerías, inversiones financieras significativas. Sin lugar a dudas, estos eventos, no corresponden estrictamente a las ambiciones e intereses de algunos grupos locales, estos son más bien, instrumentos de una agresiva visión político-económica-ideológica foránea .
Les toca a nuestros líderes en el diálogo por la paz, trabajar un tiempo histórico, muy cargado, doloroso además, pues sobre las heridas aún abiertas del terrorismo de Estado, practicado en los 40 años del “Punto Fijismo” ,se suman 14 años de conspiraciones, sabotajes a la economía, al sistema eléctrico, huelgas patronales, golpe militar y secuestro presidencial, sabotaje y paro en la industria petrolera, guerra mediática, invasión de para-militares, asesinatos de campesinos y líderes indígenas, en fin, un conjunto de acciones orientadas a hacer ingobernable la Nación, antes, para deponer al Presidente Chávez y ahora al Presidente Nicolás Maduro.
De estos compañeros, la República, espera atinados resultados, pues está en juego un elemento clave para fortalecer y elevar nuestra fundamental condición de ciudadanos:
“Prefiero el título de ciudadano al de Libertador, porque éste emana de la guerra, aquél emana de las leyes. Cambiadme, Señor, todos mis dictados por el de buen ciudadano” (2)
Nuestra conciencia Ciudadana, tiene un eje transversal, en las leyes que nos hemos dado, plataforma fundamental para la paz entre todos los venezolanos.
Habrá que hilar muy fino, pues es gruesa la madeja, y la impunidad no debe “guarimbear” a la justicia:
“La impunidad de los delitos hace que estos se cometan con más frecuencia: al fin llega el caso en que el castigo no basta para reprimirlos” (3)
Camaradas, compañeros, compatriotas, amigos, ciudadanos, revolucionarios y voceros nuestros les acompañamos.
Rafael Castro. (Gerente Cultural) (16-04-2014)
racasc5@hotmail.com
1.-Carta a Tomás de Heres. Pativílca, 9 de enero de 1824 (Simón
Bolívar)
2.-Discurso ante el Congreso de la Gran Colombia. Rosario de Cúcuta,
3 de octubre de 1821 (Simón Bolívar)
3.-Carta a Bartolomé Salóm, Pativilca (Perú), 15 de enero de 1824
(Simón Bolívar)