Solo el pueblo es el garante de la construcción de un partido revolucionario

Es obligación de todos estar atentos a los saboteos...

Afortunadamente se ha venido conformando una muy buena matriz dentro de los centenares de miles de compatriotas que semanalmente se reúnen en los Batallones Socialistas, en función de profundizar y de asumir el tema de la construcción del PSUV como una tarea impostergable y que la misma perfectamente puede marchar junto a la campaña por la reforma constitucional. De hecho, los debates cada vez son más productivos, se aleja el fantasma de la politiquería y el oportunismo de los que solo pretenden apoderarse del proceso de conformación del PSUV con intenciones subalternas, crematísticas y en muchos casos de ser “muro de contención” de los profundos cambios que se avizoran en el horizonte de la patria.

A pesar de distintas cabriolas de los que pretenden seguir en el esquema de la cuarta república, ese pueblo que se reúne todas las semanas, que aprende, que debate y que enseña, se apresta a ser el verdadero protagonista de su destino. Esto indudablemente bloquea cualquier acción de los oportunistas y los “jefes”, “coordinadores” y demás inventos para tratar de secuestrar la voluntad de un pueblo. En mi batallón, en el estado Yaracuy, desde un inicio hemos rechazado a quienes pretendían venir con esas ínfulas de “Jefes” o “Jefas”; “coordinadoras o coordinadores”. Con mucho respeto y sin mayor escándalo se han tomado las medidas y la respuesta de quienes vienen con estas intenciones no puede ser otra que la de integrarse al colectivo y sentarse a discutir los temas propuestos como parte integrante de ese colectivo.

Este sábado ocurrió algo muy particular, una persona intentó convertir la información que todo el mundo maneja por la prensa, radio y televisión sobre los lineamientos dados a conocer por el vicepresidente de la república, en una especie de instrumento para manipular. Los argumentos y el desarrollo de la discusión dejaron a esta persona absolutamente desarmada. Sin embargo, considero valioso comentar estas cosas porque me imagino que las mismas han sucedido en muchos escenarios. Pareciera que los lineamientos sobre las limitantes para poder ser elector dentro del batallón a muchos le causó urticaria; después de cinco reuniones del batallón, alguien se presenta diciendo que pertenece al batallón, cosa que no dudamos, y manifiesta que es “coordinadora” de los batallones y que “si antes no se había presentado era producto de su apretada agenda pero ahora si se presentaba para bajar la línea y la información”. Con mucho respeto se le dio la bienvenida y se procedió, como revolucionarios que somos a realizar la crítica respectiva; se hizo el comentario sobre el ejemplo de Chávez. “No hay en el país alguien más ocupado que él, no obstante saca el tiempo en su agenda para asistir a la reunión del batallón”, discute, aporta y debate.

Esto es algo más que ejemplar, la actitud de Chávez, entonces, que autoridad moral podemos tener cualquiera de nosotros para llegar a una reunión de batallón a argumentar problemas de tiempo o de agenda y más aún, pretender darle “orientaciones” a un colectivo humano que con esfuerzo y sacrificio ha venido discutiendo la reforma y otros temas de importancia. Me disculpan el tema tan particular, sin embargo, puede ser útil para colocarlo como ejemplo de lo que debe ser el PSUV. No se puede permitir que al partido se convierta en un fin en si mismo, por el contrario, el partido solo será un instrumento para profundizar el poder del pueblo. Si la decisión del presidente y el mismo proceso exige transferir el poder al pueblo y si el partido es un instrumento para ahondar esa transferencia del poder al pueblo, ¿Por qué entonces permitir este tipo de actitud? Debemos decir con toda claridad que el PSUV tiene que ser “Un Instrumento” del pueblo para construir su socialismo, no un instrumento para dominar al pueblo, por el contrario, será la herramienta para la liberación del pueblo, para educarlo políticamente, formarlo, prepararlo y orientarlo en función de su liberación.

Enfocado desde allí podemos decir que el jefe absoluto de ese partido es el colectivo; que sea necesario delegar en un vocero o vocera y cuatro comisionados o comisionadas, es un asunto de método orgánico, pero el método orgánico no puede convertirse en la regla; para logar orientar acertadamente el camino se debe crear esquemas orgánicos que evite el desarrollo de prácticas burocráticas, que se conformen elites, círculos y grupos que obstruyan el desarrollo de una estructura orgánica capaz de involucrar a todo un pueblo, ahora bien, esto será tema del congreso fundacional. Los voceros y voceras, comisionados y comisionadas serán aquellos que con mayor humildad, disciplina y responsabilidad asuman el compromiso, sin ínfulas de “jefes”. Por esta razón, solo la participación del pueblo en la construcción de su “instrumento” será lo que determine el rumbo verdaderamente revolucionario. Acabar con las viejas costumbres de “dirigir” y sostener equivocadamente “soy imprescindible”. El yoismo es perjudicial y una práctica detestable para una revolución y un revolucionario; hasta ahora el proceso de conformación del PSUV se desarrolla bastante bien, esperemos soportar como hasta ahora las pretensiones oportunistas, sobre todo de los “aspirantes” y los que pretenden seguir actuando como a la usanza de los partidos de la cuarta, incluyendo a los de izquierda.

En este orden de ideas todos debemos estar atentos, cuidar el nacimiento de este poderoso instrumento del pueblo, repito… del pueblo. Estas semanas son determinantes, invito a que no faltemos a ninguna asamblea y escojamos muy bien quien nos representará como vocero o vocera, comisionado o comisionada. Su perfil debe ser que crean en el socialismo, tengan claro que el PSUV es un medio y no un fin, que el PSUV es del pueblo y lógicamente que nuestro único jefe político y líder es Chávez, y se trata de Chávez no por un capricho, sino porque el momento-espacio lo ubica a el en el ámbito nacional como el único que puede amalgamar todo un plan nacional y el enfoque para la solución de los problemas debe tener un enfoque general, nacional, en este orden de ideas es absolutamente inconvenientes detenerse en planes locales o regionales. Permitamos pues que sea el pueblo sin manipulación que decida, que escoja y oriente el rumbo de nuestra revolución y nuestro proceso de construcción del socialismo.

latojeda@gmail.com


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Luís Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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