Ante los resultados obtenidos en el referéndum de la reforma constitucional lo que a todos los verdaderos revolucionarios nos tiene que quedar bien claro entre ceja y ceja es que los oportunistas y adecos que tiene infiltrada la revolución siguen y pueden todavía hacer más daño.
Por un lado quedó en evidencia que una campaña tan corta no era tiempo suficiente para que el Presidente pudiera transmitir sus 37 artículos, y cuando digo el Presidente lo digo con toda la intención pues pareciera que si no lo hace él más nadie puede hacerlo con el mismo convencimiento y voluntad. Lo que también deja al desnudo a una Asamblea Nacional que más allá de deficiente solo actuó como una maquinaria sin realmente hacer un esfuerzo profundo por divulgar el proyecto de reforma y que de paso agregó algunos artículos que solo beneficiaba a sus miembros.
Por otro lado, sin sacar mucha cuenta queda clarito que de los 5,5 millones de aspirantes a militantes al PSUV 1,2 millones son los mismos oportunistas de siempre que se anotan con el poder para congraciarse con algunos y así conseguir contratos y cuanta vaina les resulte buen negocio.
Y por último, como consecuencia del obrar del chavismo sin Chávez, una gran masa de pueblo bolivariano que no tuvo conciencia del compromiso que tenían por delante y que sencillamente ni el mismo Presidente los pudo motivar, mucho menos sus autoridades locales que por andar oliéndole los peos al poder no se metieron en un barrio a hablar con la gente, los mismos que a través del portaviones de Chávez ostentan hoy sus cargos.
Compro las palabras del presidente cuando dice que para ganar con un margen “tan pírrico” prefería no ganar. Y es lógico, que gobernabilidad podría haber con un margen tan bajo de diferencia. Y más razón y sentido del momento tiene cuando le dice a la oposición que administre su victoria pues en esa frase van varios mensajes implícitos.
Un mensaje es que si esta vez no hubo fraude entonces es porque nunca lo ha habido, es decir, que el Presidente que los gobierna realmente sí es legítimo y que se lo tienen que calar democráticamente por cinco años más. A pesar de que ya había muestras contundentes de que nunca ha habido fraude pues de lo contrario el filósofo del Zulia y el psicópata de Chacao no estuvieran donde están.
Y otro mensaje sería para aquel sector golpista de la oposición. Que no se vayan a volver locos y crean ahora que este es un gobierno ilegítimo y debilitado y que ahora si esta papita la salida violenta. Que ni se les ocurra ya que una cosa es que 3 millones no fueron a votar por desinformación, falta de motivación y a veces hasta ignorancia y otra es que no estén “resteados” con su Presidente al cual reeligieron hace apenas un año.
Y por último el gran mensaje, y este si va con todos, y es que cuanto antes debe comenzar la purga. El Presidente y sus auténticos colaboradores tienen que meter la lupa en su entorno ya que si de aquí en adelante no salimos de los mercenarios que están infiltrados en el poder y que aspiran a ser diputados, alcaldes o gobernadores solo para engrosar su patrimonio personal, por más marcos jurídicos que tengamos nunca será viable el verdadero socialismo donde el sentido de lo colectivo prevalezca sobre los intereses de funcionarios y otras alimañas que solo ven a la revolución como un botín al mejor estilo puntofijista.
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