El Primero de Mayo está obligado a ser una oda a la dignidad de los pueblos en lucha y una exhaustiva ponderación de los sueños del Libertador Simón Bolívar. Tiene que ser una jornada de las trabajadoras y los trabajadores venezolanos ofrendada al glorioso pueblo de Bolivia. Que cada convocatoria (sea en los medios de comunicación convencionales o alternativos, en la salutación cotidiana o radio bemba) coloque la diana en la efervescencia antifascista que caracteriza al mundo de las mujeres y hombres luchando por su liberación. Para quienes militamos en el Frente Antifascista de Venezuela, este Primero de Mayo es un gesto, abrazo y siembra de solidaridad desde las calles, callejones y barriadas de la Venezuela Bolivariana hasta el altiplano Boliviano.
Nunca como ahora la solidaridad tiene mejor cara de sonrisa, del saludo fresco de camaradas o abrazo de hermano. Por consiguiente, todos a la gran marcha del Primero de Mayo, como paso inicial de la declaración de contingencia ante el referéndum pro-imperialista del 4 de mayo en Bolivia.
Bolivia es ahora el escenario escogido por las fuerzas del mal, del neoliberalismo, del egoísmo y el desamor para confrontar el estado de ánimo de libertad y dignidad de los pueblos Nuestroamericanos. Se sincera el amo del Norte: así como sólo acepta emigraciones selectas (cubanos, por ejemplo), de igual modo pretende aplicar tal método a las propias naciones expoliadas. El imperio no desea el control y sujeción de toda Bolivia, solo quiere aquellas zonas ricas en recursos naturales. De igual modo, mañana reclamará la autonomía del Zulia en Venezuela o de pedazos de tierra con inmensos recursos en cualquier parte del mundo. Así que, si el referéndum autonomista de la llamada Media Luna Boliviana es la punta de lanza del imperio, la mejor respuesta es la agitación, organización y movilización de trabajadoras y trabajadores, estudiantes, profesionales, mujeres, niños y en general del pueblo Nuestroamericano.
Vamos todas y todos a esparcir apoyo y solidaridad en nuestras calles; que lo escuchen los gendarmes del imperio, pero sobre todo, los hermanos y hermanas que en todo el planeta dicen, junto a nosotros y muchos otros nosotros: ¡No pasarán! Seamos este Primero de mayo un significativo aporte a la marejada Nuestramericana, vanguardia de la gesta irredenta y libertaria de los pueblos del mundo en contra de la antihumana presencia del capitalismo en el planeta tierra.
¡Sólo el pueblo salva al pueblo!
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