Por más revolucionarios que seamos, no debemos ocultar ventajismos que sí utilizamos e influyeron en el resultado del referendo. No seamos insinceros, porque los revolucionarios no debemos serlo. Tener a Chávez como líder, por ejemplo ¡es un abuso! ¿No hubiese sido más equitativo escoger a Ramos Allup, político joven de ideas nuevas, que bien pudo haber sido nuestro vocero, de paso sacando provecho a su agradable timbre de voz? ¿U otro, de hablar pausado y discurso denso como Ricardo Sánchez, “líder” ucevista incapaz de utilizar un lugar común en sus discursos? ¿Por qué no recurrimos, para lograr una confrontación de ideas más equitativa, a los libros escritos por Manuel Rosales, próximos a ser publicados en una colección de “El Nazional” titulada: “Reflexiones de un Bobo”? ¡Ah, no! Teníamos que abusar apabullando a la oposición con el humor inteligente de Roberto Malavé, por ejemplo; la ingeniosidad de Mario Silva y las habilidades de entrevistadora de Vanessa Davies, por sólo mencionar a tres.
¿Y en cuánto al abuso de utilizar los medios del
Estado para defender la opción de Estado?
¡Concha! ¡El colmo! Era por la opción contraria por la que teníamos
que abogar atendiendo a una perfecta lógica electoral y
en correspondencia con la postura de
“Globovisión”, canal que utiliza el espacio radioeléctrico que
pertenece a todos los venezolanos y mantiene en concesión, el que proveyó
igual tiempo en sus programas a las dos opciones que contendieron, incluidos
los segmentos de “Aló Ciudadano” y de Kico, Carla Angola y el gordito
desclosado. ¡Y lo peor! ¿Por qué
el Gobierno no limitó la asistencia
de gente a sus concentraciones? ¿Cómo es posible que se hayan permitido
semejantes multitudes? ¡Ah, seguramente por
causa de los autobuses!, sólo que el
“Consejo Nacional Electoral” no ha dicho todavía cuantos autobuses
votaron. Compañeros socialistas, camaradas: para próximos comicios
impidamos que el pueblo ame a Hugo Chávez y así
lograremos un cotejo más interesante. Para eso bastaría con acudir,
por contrarréplica, a personajes como Martha Colomina y
“La Bicha” de las mañanas en RCTV. Esas sí
son bellezas con inteligencia, carisma y moral. Pero no abusemos otra
vez, con ventajismo y poder, al presentar
una oferta ventajosa para el Pueblo.
Eso no se hace. Eso lo castiga Dios y la
“Conferencia Episcopal”.