A pesar de la labor titánica desplegada por los coordinadores generales de las Aldeas Bolivarianas, acantonadas en las diferentes regiones del país, es necesaria la participación más intensiva del resto de la comunidad educativa (Facilitadores, estudiantes, personal administrativo etc.) en cuanto al mantenimiento y la conservación de sus instalaciones.
En este orden de ideas y aunque parezca algo trivial es de vital importancia, que todos entendamos y pongamos en práctica todas las acciones para mantener limpias y en buenas codiciones de funcionabilidad nuestras Aldeas Bolivarianas. No se concibe bajo ningún aspecto que después de salir del aula de clase, éstas queden en completo estado de desaseo. Tenemos que reflexionar en este sentido y considerar que aúnque existan personas que relicen estas labores específicas, somos nosotros en la mayoría la masa estudiantil, los llamados por nuestras conciencias a dejar estos espacios limpios.
Cabe resaltar y recordar que quienes ensuciamos las instalaciones, echando basura al piso, manchando las paredes, dejando los pupitres sucios somos nosotros mismos, no es gente de la calle ni de otras instituciones que vienen a alterar la limpieza de las Aldeas. Cuando hablamos de Revolución debemos sentirla hasta en la médula o en la más recóndita célula de nuestro organismo, es por ello, que debemos sentir a nuestras Aldeas Bolivarianas como si fueran nuestras propias casas, en ningún hogar nadie va esperar que venga otra persona a hacerle limpieza a la casa, cómo tampoco le agradaría que le coloquen desperdicios frente a su residencia, en este mismo orden debemos ser celosos con nuestra Universidad. Hoy estamos en ella, mañana serán nuestros hijos, ¿verdad qué no desearíamos dejarle una casa de estudios en pésimas condiciones?.
La Revolución de Conciencias no se puede quedar anquilosada en el presente tiene que transcender en el tiempo, cobijando muchos y nuevos espacios. Nuestras Aldeas Bolivarianas deben reflejar una tacita de plata en cuanto al mantenimiento y al aseo se refiere; que cualquier persona que pase cerca de ellas se quede deslumbrado y no tanto eso, que sirva de ejemplo para el resto de las universidades, que no solamente se estudia para nutrirse de conocimientos, habilidades y destrezas sino para fundirnos con nuestras propias realidades del día a día, y de esta manera estamos aportando un granito de arena desde nuestras trincheras académicas con nuestra querida y amada Venezuela.
La autocrítica forma parte de nuestro proceso revolucionario y es por ello que somos nosotros, en su gran mayoría los estudiantes, esponjas absorbentes del conocimiento, los llamados a poner en práctica a través de diferentes métodos y estrategias para mantener y contribuir con la buena presentación de nuestra universidad. Los voceros estudiantiles, como entes intermediarios de la comunidad educativa tenemos una cuota de responsabilidad en este sentido. No se trata de imponer, lo importante es crear conciencia.
Creo oportuno señalar, que estas reflexiones nos sirvan para hacernos agentes multiplicadores en cada una de nuestras aulas donde cada triunfador debe poner en práctica estos principios de urbanidad. Se debe incrementar la cultura del aseo en cualquier espacio y la universidad no escapa de ello, ya que convivimos en comunidad y nadie debería sentirse aludido por estas reflexiones.
No permitamos que las nuevas generaciones digan: ¿ésto fue la Universidad que nuestros padres nos dejaron? La educación es como una plastilina que en su estado original no tiene forma, pero que moldeándola poco a poco va apareciendo la figura que deseamos. En el caso particular de la Aldea Bolivariana de Venezuela, Gran Mariscal de Ayacucho, Cagua, cabe resaltar la gran preocupación de los profesores encargados de las cátedras de Estudios Jurídicos, que aparte de transmitirnos sus conocimientos científicos se preocupan y se ocupan de preservarnos esas líneas de cuidado y mantenimiento de nuestras instalaciones demostrando así el nivel de pertenencia que tiene para con nuestra Aldea Bolivariana. Todos sus alumnos se lo agradecemos y más allá de este comentario el efecto positivo que ha generado.
Por algo hay que comenzar, por una ínfima gota de agua han nacido grandes ríos. He aquí un concepto sobre lo que es el sentido de pertenencia: " Es el grado avanzado de filiación de un individuo o grupo de individuos con una institución, empresa, familia, país, grupo común de individuos etc, viene dado por la responsabilidad, el compromiso y la confianza que los miembros de una institución sienten de forma recíproca".
Allende de estas modestas consideraciones que no deben quedarse en la telarañas de un archivo hay que empezar desde ya a motorizar las prácticas cotidianas para la buena presentación de nuestras Aldeas Bolivarianas, logro sustancial de este gran Proceso Revolucionario, donde todavía quedan enraizadas muchas costumbres conservadoras.
Todos los estudiantes de la Universidad Bolivariana debemos dejar en alto siempre el nombre de nuestra Universidad no únicamente en conocimientos científicos-tecnológico-humanista sino también en la práctica diaria de nuestras virtudes, elemento indispensable de la ética socialista.
(*)Cursante Estudios Jurídicos
guaicaipuro14@hotmail.com