La Historia venezolana jamás tuvo, ni tendrá oportunidad igual; para brindar un escenario político tan lleno de justicia lógica humana, como el que se presenta hoy en el desempeño político de la sociedad aquí en nuestro país. Estamos golpeando fuertemente a las reglas establecidas de convivencia social, por el poder clasista económico mundial. De allí pues que nos estemos ganando enemigos en toda la tierra, así como también amigos y admiradores en ese mismo universo.
Nuestra constitución representa; no solo la ley suprema republicana, sino también la más poderosa arma del pueblo para su defensa, contra el establecimiento de la cultura de sujeción de los pueblos por parte de elites poderosas en dinero y en política a nivel mundial. Ella representa también un elemento que garantiza la supervivencia de los venezolanos como seres humanos con derechos a vivir en dignidad, en paz y de forma sustentable.
Posterior a LA CONSTITUCIÓN BOLIVARIANA el más grande líder de la modernidad venezolana HUGO CHAVEZ, impulsó EL PODER PUPULAR; elemento no solo ideológico sino también de práctica y encajado de forma legal y vinculante, en este país, para fortalecer el desempeño popular en la reconstrucción de la nación en lo material, en lo espiritual y en lo histórico. LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y PRTAGONICA donde todo el universo nacional se vincula para entre todos establecer la máxima felicidad de todos los venezolanos, sin excepción.
En la misma onda democrática también fueron accionados mecanismos de adiestramiento y preparación para que el pueblo activara y asumiera su propio desarrollo en sus fueros de vida. Muchas instituciones han realizado esfuerzos para que todo el pueblo se apodere de sus herramientas constitucionales y logre canalizar soluciones a todos los problemas que pudiera estar enfrentando el país entero. Incluso estos mecanismos de educación son llevados a las propias comunidades con el fin de acercarlos cada vez más a todos los ciudadanos.
Ahora bien ¿ha asumido la población conscientemente esta ventaja política ofrecida por la revolución bolivariana? ¿Cómo maneja este gobierno comunal el poder que le confieren las leyes pertinentes?, ¿qué papel está jugando el liderazgo político local para que la mayoría asuma el control del desarrollo comunal?, ¿cómo se prepara la población para administrar proyectos y recursos económicos?, ¿la justicia y el socialismo prevalecen en el desempeño comunal?, ¿Cómo se está vigilando mas allá de la contraloría social la administración de políticas sociales que tienen que beneficiar a los más débiles?, ¿sabe la población que instituciones les brindan el apoyo legal cuando algo falla en este desempeño comunal?.
Como hay muchas inquietudes que evidentemente afloran, entonces surge y urge una acción, CONCIENTIZACIÓN. El pueblo tiene que asumir realmente, con conocimiento de causa, el protagonismo de su propio desarrollo, se le ofrece una oportunidad única y como cosa de vida o muerte tiene que tomar esa herramienta legal y justa, aunque también tiene que tomar acciones para merecerla, hacerse líder y llevar a la realidad todos sus sueños como comunidad. De manera eficiente y eficazmente.
Todo esto a partir de los enemigos que este proceso social y político consigue de manera causal y lógica en ese camino, y quien más que el protagonista de estos cambios para tomar la determinación de mantenerlos y anclarlos en la vida futura nacional, no hay arma más poderosa que un pueblo consciente de su rol protagónico en su desarrollo integral.
Y es que cuando un pueblo toma conciencia de su rol, todas las instituciones de la vida nacional se transforman y se convierten en aliados de este desempeño popular. De allí parte pues que la democracia como institución política es manejada y revolucionada por el mejor de los directores. UN PUEBLO CONSCIENTE, UN PUEBLO CON PODER POPULAR.
