Cuando todavía nos lacera el alma el dolor, por la partida física de nuestro gigante eterno, lidiando a diario, durante las últimas y decisivas semanas con los retos que desde el punto de vista electoral, y por mandato constitucional, significó volver el pasado domingo a acudir a los centros electorales, haciéndole frente por todos los medios a la peor y más sucia de las campañas orquestadas en contra de la revolución, para concretar la promesa que hiciéramos y la palabra empeñada al líder supremo; una vez finalizado el proceso eleccionario, como ha sido costumbre en los últimos catorce años, y en ésta décimo octava experiencia electoral, el CNE a través de su presidenta Tibisay Lucena, anuncio los resultados del escrutinio con una tendencia irreversible, dando ganador a la opción bolivariana.
De inmediato, tal como se nos había adelantado a través de las redes sociales, el candidato perdedor, desconociendo la institucionalidad, la legalidad y las reglas del juego democrático, declaro no reconocer tales resultados, llamando a sus seguidores a salir a la calle con arrechera, en una clara e irresponsable declaración de guerra pueblo contra pueblo.
Ya en la noche del lunes 15, se contabilizaban guarimbas, quemas de varias casas del partido de gobierno y centros de salud CDI, hostigamiento y asedio a las casas de dirigentes chavistas, decenas de heridos, lesionados y el lamentable saldo de siete compatriotas asesinados en la calle por los militantes del odio y la intolerancia.
En medio de la tragedia y el dolor que hoy enluta a las familias de las víctimas de esta cobarde emboscada y también de todo el pueblo mayoritario, revolucionario y chavista, exigimos la actuación inmediata de los organismos competentes para que a los culpables de estos crímenes se les aplique todo el peso de la ley.
No hacerlo sería darle la razón a los miles de compatriotas que esta vez no apoyaron la candidatura socialista o se quedaron en casa el pasado 14A, paralizados por el descontento y la desilusión que la impunidad que aún campea en los predios de muchas instituciones y sobre todo alrededor de aquellas que les corresponde administrar justicia.
Apliquemos las tres R del Comandante, rumbo a la “eficiencia o nada”.
Al cierre de esta nota, se nos informa el fallecimiento de la camarada Rosiris Reyes, miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela, octava víctima, tras resultar herida el pasado 15 de abril durante de los actos violentos ejecutados por grupos de ultraderecha
Esto aún no ha terminado, Pueblo alerta y movilizado!
Unidad, lucha, batalla y Victoria.
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