El Periodista Pedro Cuartilla, llegó temprano a la cita que tenía con Juan Maduro, quien lo había llamado para conversar sobre las guarimbas y de paso plantearle una idea parecida a una guarimba que podría emprender muchas personas. Esto último llamó la atención del reportero y por eso se decidió a conversar con Juan, quien vivía en un sector muy pintoresco, como muchos en Venezuela.
“Epa, amigo”, escuchó una voz el periodista, y al percatarse, reconoció a Juan Maduro, se saludaron y Cuartilla, empezó su interrogatorio:
- ¿Cuál es su idea o su plan para realizar guarimbas?
- En este país, tenemos que plantearnos primero que todos somos venezolanos y desde ahí, empezar a trabajar por la Patria, sin distingos de clase, raza, religión ni ideología; pues si todos queremos que nuestra tierra crezca y se desarrolle, entonces cada quien que asuma su responsabilidad y aporte su grano de arena (valga el lugar común) desde su trinchera de sus labores.
El periodista Pedro Cuartilla, arrugó el ceño y hasta pensó: “pero bueno, esto no es lo que yo quiero”. Sin embargo, siguió hurgando:
- Pero lo que quiero saber es la clase de guarimba que usted quiere realizar.
Juan Maduro, miró al periodista y manifestó: Precisamente, amigo, por este introito van los tiros. Simplemente realizar jornadas para sembrar los árboles que tumbaron los guarimberos; tapar los huecos que se produjeron por los cauchos quemados; arreglar los postes que tumbaron y sembrar el amor y la solidaridad por todas partes, y así por el estilo. Pero esto tiene que ser una actividad conjunta entre el gobierno revolucionario y el pueblo, para darles un ejemplo a todos aquellos pocos bochincheros, que nosotros queremos y nos duele esta tierra que nos palpita en el pecho y por eso es repudiable todo aquel acto que vaya en contra del corazón de la patria.
- ¿Pero eso es una Guarimba?
- Si, pero una Guarimba al revés, si eso hicieran esos grupitos violentos que andan por ahí con esos bochinches, hasta les fuera mejor y hasta muchos lo siguieran.
El periodista Pedro Cuartilla, pensó que Juan tenía razón, terminó su entrevista, le dio las gracias y se despidió de Juan Maduro.