Cambio climático, informe de la ONU y negacionismo humano

Según noticia reciente publicada por Página 12 y reproducida por Aporrea.org el 15 de febrero pasado (2022), ha sido difundido un avance del segundo capítulo del informe del IPPC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, adscrito a la ONU) como continuación del primer y dramático capítulo publicado en 2021, referido al cambio climático. El jefe del grupo de expertos de la ONU, Hoesung Lee, sostuvo que "nunca ha habido tanto en juego y la lucha contra el cambio climático es mayor que nunca" y añadió que "Las personas deberán adaptarse para enfrentar las consecuencias devastadoras e inevitables del calentamiento global". Tómese nota de estos dos calificativos, "devastadoras" e "inevitables", para aproximarse a la dimensión del problema que nos atañe.

¿Qué quiere decir Lee cuando habla de "adaptarse"? Eso no está explicado en el reporte,

pero me hace pensar en la idea de una de las corrientes cobijadas bajo el manto de

"colapsismo", pensamiento que considera que el colapso de la especie es irreversible, al

cual adhiero. En la página web de esta corriente se propone la idea de "construir un modelo

de sociedad a pequeña escala, lo más autosuficiente, resiliente y democrática posible que a

la vez sea replicable a otros lugares". Ellos llaman a esto "Proyecto Semilla". La propuesta

es tan loable como inútil en cuanto a la inevitabilidad del Apocalipsis, aunque

evidentemente apunta a la posibilidad de preservación de la especie humana con estos

pequeños grupos que serían sobrevivientes. Es un poco la idea bíblica de la creación del

mundo de los "justos" después del fin del mundo conocido, y también se asemeja en algo al

planteamiento del autodenominado "marxismo colapsista", que augura que la construcción

del socialismo solo será posible después del colapso total de la actual civilización humana.

Vaya usted a saber si estas difusas ideas tendrán algún resultado.

En este reciente informe del IPCC, y según asienta la noticia en cuestión, la novedad es que se enfoca en la "adaptación" de las personas al escenario del cambio climático. Pero al parecer, el doctor Lee pone buena parte de sus esperanzas en algo que no ha funcionado ni funcionará, al plantear que de las reuniones que se llevarán a cabo en las próximas dos semanas, surgirá un documento de unas 40 páginas que será publicado el 28 de febrero, y que "va a integrar más estrechamente las ciencias económicas y sociales y va a aportar a los responsables de políticas públicas los conocimientos para ayudarlos a elaborar directivas y tomar decisiones". El problema es que estos responsables, que serían los líderes políticos y empresariales, están muy lejos de tener conciencia de lo que ocurre, y no porque sean brutos, sino porque no van a interesarse tanto así por el futuro en este presente caótico, conflictivo y crítico, en el que unos solo piensan en cómo diablos mantenerse en el poder o en cómo alcanzarlo, y otros en incrementar continuadamente sus ganancias materiales. Y en cuanto al resto de los mortales, igualmente vivimos apremiados por la dura inmediatez y aherrojados tras los barrotes culturales que nos constriñen. En un mundo con miles de millones de hambrientos, la mayoría de los humanos solo pueden pensar en cómo sobrevivir a la explotación y las desigualdades. Se me viene a la mente la frase acuñada por Bertolt Brecht: "primero es tragar, después la moral". Además, quienes vivimos de nuestro trabajo no tenemos posibilidad de escapar de la civilización humana fracasada, donde somos islas, rodeados de condicionamientos errados por todas partes.

La directora del Programa de la ONU para el Medio Ambiente, Inger Andersen, afirma acertadamente que "el aumento de los impactos climáticos supera ampliamente nuestros esfuerzos para adaptarnos". Es algo que ya he planteado, que la acelerada destrucción del hábitat humano avanza mucho más rápido que las tímidas medidas para conjurarlo.

Según Andersen, el mundo ya está informado sobre los resultados científicos que presentan los expertos de la ONU cada año y de década en década, pero recalcó que "reconocer las pruebas sólo es el primer paso". Creo que esto no serviría de nada si no se da el paso más importante, que es el señalado por el reputado científico catalán Eudald Carbonell, quien asevera que "Hay que crear una nueva conciencia crítica", al referirse a la crisis contemporánea como "Una crisis, sobre todo, de especie, y, como tal, no tiene solución desde el sistema social y económico (…) En primer lugar, los sistemas actuales deberían basarse en la interdependencia, no en la jerarquía. Es decir, en la organización, la cooperación y la coordinación. No como ha ocurrido en la historia de la humanidad, al menos durante los últimos tiempos, en los que en muchas ocasiones líderes poco preparados toman decisiones incorrectas por ambición de poder o por intereses económicos (…) La conciencia crítica de especie debe estar por encima de cualquier otro interés" (*) Estas declaraciones de Carbonell despiertan en mí abundantes dudas y reflexiones que no cabrían en un artículo, pero pienso seguir hablando de esto, no para salvar al mundo, lo cual no es algo que esté en mis manos, sino para hacer catarsis de mis angustias.

  • Carbonell, Eudald. Entrevista: "Eudald Carbonell, el científico de Atapuerca que avisa de la extinción del homo sapiens por la pandemia", por Marian Benito. Larazón.es,

29/03/2020 (el título de la entrevista no hace honor a su contenido y pone en boca del

entrevistado palabras que no pronunció)



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Néstor Francia


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