¿Será que se está derrumbando el sistema capitalista mundial? En tiempos de severas crisis, hace milenios, Heracleitus de Éfeso (540-475 a.C.) nos dio unos sabios consejos para la comprensión práxica: Todo fluye, la dialéctica, la contradicción, es bueno para nosotros, y la guerra es el padre de todas las cosas. Muchos siglos más tarde, en el advenimiento de la sociedad burgués-capitalista, Hegel, el filósofo del Estado prusiano, aclaró los límites dialécticos de cualquier realidad planetaria, de cualquier sistema cerrado: ¡todo lo que viene a existir, merece perecer!
Hace tres años, en enero de 2006, hemos hablado sobre estos asuntos, entre otras cosas, si después del colapso de la Unión Soviética pronto vendría también el gran colapso de los Estados Unidos de América. Ahora, cuando esta previsión científica cada vez más se está convirtiendo en una realidad global, surgen muchas preguntas importantes por debatir en el correspondiente ambiente académico y político.
(Véase: http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=47751)
Sabemos que el imperio romano cayó, lo hizo el imperio británico, también el "Tercer Reich" y el propio ‘imperio’ norteamericano tampoco se salvará. El capitalismo no puede vivir para siempre, no es un Dios eterno y absoluto. Sus leyes de existencia, los marxistas los han identificado con precisión, y a lo largo de estas líneas, tal y como fueron elaboradas, el sistema capitalista va tirando la toalla paso por paso. En este momento tenemos que aclarar lo siguiente, por el bien de las luchas de clase trabajadoras, del socialismo, de la emancipación global.
* ¿Esta crisis se trata de una simple "crisis financiera" causada por unos pocos banqueros criminales?
* ¿Estamos viviendo una ‘crisis económica mundial’ compleja? ¿Será que finalmente vamos a resolver todos los problemas y el capitalismo vivirá felizmente otra vez?
* Por último, ¿estamos enfrentando el final del imperio americano, es decir, el colapso total del capitalismo global?
* ¿Es esto el fin del mundo?
Ninguna de estas preguntas se pueden tratar en un breve comentario, pero es importante hacer hincapié en sus posibles respuestas apocalípticas.
En diferentes épocas a través de los últimos milenios se han formulado preguntas similares y se dieron respuestas concretas. Sin embargo, las crisis financieras y económicas del pasado se resolvieron o se pospusieron, hasta ahora.
A pesar de la Gran Depresión de 1929 y sus violentas secuelas terroristas, el capitalismo todavía no se derrumbó por completo.
Además, como podemos ver, para nosotros, los sobrevivientes, Jesucristo no ha regresado y el mundo no ha terminado todavía. El proletariado mundial tampoco ha conquistado el poder social.
En lo que toca al colapso total del sistema capitalista en los próximos años o décadas, la respuesta es mucho más complicada, y necesitamos estudios profundos y rigurosos. A continuación algo de nutrición valiosa para una reflexión seria.
Hay una gran diferencia entre las recesiones y depresiones del pasado y las actuales. Nuestro "Gran Colapso" se produce en la época de la globalización, al final de la plena realización de las revoluciones burgués-democrático-capitalistas francesa e industrial. Las crisis financieras y económicas son sólo los síntomas, el aspecto visible del colapso total de un modo de producción obsoleto que se ha convertido en un Moloch de la destrucción a nivel mundial, y que podría significar la erradicación de la vida en el planeta tal como la conocíamos hasta ahora.
Entre otras cosas, para comprender nuestro quo vadis, para tratar de responder las preguntas anteriores, es necesario una dialéctica materialista, una praxis científica y una teoría filosófica. Debemos tener un buen conocimiento sobre la conciencia y las luchas de clase, la economía y sociología política, también es necesario el conocimiento de las teorías del imperialismo, del fascismo, la globalización y la caída del modo de producción capitalista.
No hay necesidad de tener miedo o ser pesimista ... es la cosa más fácil del mundo adquirir todas esas habilidades y capacidades.
Uno sólo tiene que vivir y estudiar, pensar y adoptar una actitud anti-capitalista, es decir, a favor del socialismo científico y filosófico, a saber, convertirse en un marxista revolucionario y emancipador.
Los marxistas han explicado una y otra vez lo que es una crisis financiera, lo que es "capital financiero" (Hilferding). El propio Marx explicó la "crisis económica mundial" en ‘El Capital’. Junto con Engels elaboró la primera ‘teoría de la globalización’ que fue nada menos que el Manifiesto del Partido Comunista. Lenin nos explicó lo que es el “imperialismo, la más alta etapa del capitalismo”; Ernest Mandel explicó lo que es el capitalismo corporativo, las ‘ondas largas del capitalismo’, sus caídas, accidentes y depresiones en su ‘capitalismo tardío’ y en otras obras. Rosa Luxemburgo nos dijo de lo que se trata el "complejo militar e industrial” y explicó su relación con la acumulación del capital mundial. Tanto los académicos marxistas como no-marxistas modernos han actualizado y refinado estos conocimientos.
En cuanto a la recesión, la depresión y "la teoría del colapso del capitalismo mundial", el marxista holandés Anton Pannekoek describe su esencia política en su obra "Die Zusammenbruchstheorie des Kapitalismus", publicada por primera vez en los Países Bajos en la revisión "Raetekommunist”, Nº 1 de junio de 1934.
Lenin y Trotski elaboraron su praxis emancipatoria en sus ‘teorías del imperialismo’ y ‘la revolución mundial permanente’.
Precisamente, centrándose en la Gran Depresión de 1929 y en el auge del nazismo y el fascismo en Europa y en otras partes, el colapso y la teoría de las crisis se convirtieron en algo altamente actual en los debates marxistas durante la época de 1930. El reto era diagnosticar científicamente si el imperialismo capitalista se encontraba simplemente en una crisis temporal y finalmente iba a recuperarse, o si el sistema capitalista, como consecuencia de sus profundas contradicciones se iba a derrumbar y desaparecer. Otro aspecto fue, analizar, si su llamada capacidad de "adaptarse", no era simplemente un aplazamiento de su agonía, que se iba a volver cada vez peor, más mortal, y, finalmente, llegaría a una fase de colapso total, a un estado más allá de cualquier salvación.
Es precisamente esta discusión la que nos interesa en la actual depresión.
Hace tres años, hemos formulado este punto crucial de la siguiente manera:
"Al igual que hoy, la pregunta en la década de 1930 era, si los trabajadores del mundo deberían sentarse y cruzar los brazos ... en otras palabras cultivar la reconciliación de clase para superar su aburrimiento, engendrar el reformismo, participar en diálogos sin sentido y esperar pacífica y pasivamente el inexorable desglose final del capitalismo ... o si a través de la teoría y la praxis revolucionaria deberían acabar con el capitalismo y el imperialismo, incluso antes de su globalización total, y antes de su propio colapso inevitable."
Con referencia a lo anterior, para Lenin y Trotski fue muy claro, que, no importa cuan débil o fuerte el sistema económico capitalista pudiese llegar a ser, no se derrumbará automáticamente por sí mismo, sino debe ser derrocado por la lucha de clase revolucionaria consciente por parte de los trabajadores.
Actualmente, esta es también nuestra opinión.
Analistas modernos, como Peter Goodspeed de la "National Post", piensan que el "desorden global puede dar a luz a una nueva era", puede cambiar el "panorama geopolítico mundial".
(Véase: http://www.nationalpost.com/news/story.html?id=1387642)
Goodspeed describe el actual fiasco de la siguiente manera:
"Los sistemas financieros y bancarios del mundo casi han sufrido una fundición total; se han barrido economías enteras; billones de dólares de activos se han evaporado, y millones de personas de Windsor a Wuhan han perdido sus puestos de trabajo. Gobiernos se han derrumbado, han surgido ciudades de carpas para las familias en bancarrota, altos ejecutivos ahora trabajan como conserjes, instituciones financieras una vez poderosas han sido burladas, inversores han sido devastados, consumidores aterrados y gobiernos desorientados".
Aunque él también ve una "crisis económica mundial" intra-sistémica, va más allá de las estadísticas diarias que circulan en Wall Street y puede ver que "la actual crisis económica está dando lugar a una nueva era ...". Por supuesto, según su "teoría del colapso y de crisis", que es típica en la actualidad, esta nueva era no será proletaria, anti-capitalista, trans o incluso exvolucionaria, es decir, no va a cruzar el Rubicón capitalista hacia otros modos de creación y emancipación humana.
También en este caso, a escala mundial, la confusión teórica es moneda corriente. Una cosa es una crisis económica mundial, otra cosa es el colapso económico de un sistema capitalista global. Peter Goodspeed, nos informa:
"Los colapsos económicos ya han tocado a Brasil, Hungría, Islandia, Indonesia, Pakistán, Rusia, las repúblicas bálticas y Asia Central. La furia de la gente se ha extendido a las calles de Europa, con disturbios contra los gobiernos de Lituania, Bulgaria, Letona y Grecia.
Hubo una serie de huelgas salvajes en Gran Bretaña por parte de trabajadores que alegaron que se les negó el empleo por parte de los contratistas de construcción que utilizaron trabajadores extranjeros más baratos. Si el desempleo sigue aumentando, Francia teme el regreso a los coches quemados, los jóvenes enmascarados y los ataques incendiarios en sus suburbios industriales."
Considerando lo anterior, y teniendo en cuenta que en cuestión de meses, el colapso económico del capitalismo mundial ha cambiado en un modo de auto-destrucción, por la destrucción de casi la mitad de la riqueza productiva de la humanidad, entonces realmente se ve muy claro el peligro de un rumbo hacia la barbarie a nivel global. Desde 2008, este Moloch económico ... medido en decenas de billones de dólares ... ya ha destruido el equivalente al producto bruto anual de todo el planeta. Pronto muchos países importantes podrían llegar a la quiebra y esto podría sellar el colapso total del sistema imperialista mundial.
La capacidad de la vida y de los recursos planetarios de ser explotados y utilizados para la producción, ha llegado a su límite máximo; la capa de ozono está dañada, el planeta se está calentando, causando catástrofes climáticas, progresivamente, el planeta se está convirtiendo en un pantano apestoso y radio-activo. En el Medio Oriente una crisis energética termina en genocidio, el agua potable y el tan vital oxígeno se están convirtiendo en escasez, millones de trabajadores están siendo empobrecidos a escala mundial, grandes corporaciones se desvanecen en el aire, arsenales de armas de destrucción masiva están siendo almacenadas en todo el mundo, el fascismo moderno está tocando la puerta .... todas estas son condiciones ni para rejuvenecer el imperialismo, ni para establecer el socialismo clásico. Se trata de un colapso total de todos los modos de producción que hemos conocido hasta ahora.
Más vale que empecemos bien rápido con un nuevo modo auténtico de creación y emancipación.
Ahora, de lo que teníamos que emanciparnos en la época del "buen" capitalismo liberal competitivo, Marx y Engels nos lo han explicado en su "teoría de la globalización" y en "el colapso económico del sistema capitalista", como se expuso en el "Manifiesto del Partido Comunista" en 1848:
"Un movimiento similar está ocurriendo ante nuestros propios ojos. Una sociedad burguesa moderna, con sus relaciones de producción, de intercambio y de propiedad, una sociedad que ha evocado esos gigantescos medios de producción y de intercambio, es como el brujo que ya no es capaz de controlar los poderes del bajo mundo a los cuales ha llamado por sus conjuros."
(Véase: http://indymedia.org.nz/newswire/display/76794/index.php)
Sí, el brujo, la sociedad capitalista moderna, con sus voraces hechizos ha evocado los poderes del bajo mundo, su propio colapso económico: sus propias contradicciones y sus luchas globales de clase inherentes. Lo que más teme el imperialismo corporativo es el "fantasma del comunismo", es decir, en términos modernos, un nuevo modo de creatividad y creación humana, un proceso histórico que él, el brujo, ya no puede controlar. Actualmente somos testigos del caos internacional, de la anarquía, la decadencia y el colapso del sistema mundial capitalista; pero medido en términos de espacio y tiempo, el capitalismo desaparecerá mucho más rápido de lo que duró su nacimiento violento y sangriento en Europa.
Mientras tanto, cada día más, en todas partes llegan al público fragmentos de noticias sobre el colapso del capitalismo mundial, y esos informes sólo confirman nuestras aproximaciones científicas.
Según el “Sunday Times” del 15 de marzo de 2009, ahora "los tumultos apuñalan el corazón de la economía mundial". Además, "la fuerte caída en la producción industrial en países como Japón, Alemania y Corea muestra que la tormenta que ha afectado los mercados financieros durante los últimos 20 meses, ahora también se siente en la economía real. Esto tendrá un enorme impacto sobre las futuras ganancias de las empresas".
(Véase: http://business.timesonline.co.uk/tol/business/columnists/article5908407.ece
A todas estas, la Casa Blanca sigue la trayectoria de la política terrorista belicosa de la 'era Bush' con su doctrina de dominación del espectro completo que está destinada a desembocar en una próxima guerra mundial y en el fascismo mundializado o globofascismo. Tras el incidente marino en el Mar de China entre barcos chinos y uno de EE.UU., el presidente Obama mandó buques de guerra hacia el Mar de China Meridional, además del reforzamiento de las tropas norteamericanas en Afganistán y planes de unas posibles intervenciones militares en México y Sri Lanka. Ante la imposibilidad de ponerle un parado a la crisis económica y financiera y al colapso del sistema capitalista internacional, a la Casa Blanca bajo Obama no le parece quedar otra opción sino utilizar su fuerza bruta militar para paliar las situaciones críticas tanto a nivel externo como interno. En última instancia, todo ello para confrontar los disturbios, las revueltas y posibles revoluciones en puerta, producto del colapso del capitalismo y expresión de la lucha de clases a nivel internacional.
Así que el imperialismo corporativo ya está preparando el escenario para una próxima guerra mundial para desviar la atención del problema real, mientras que en los países metropolitanos se está preparando la represión más sofisticada en contra de sus propias poblaciones, más preciso, en contra de la lucha de clase de sus clases trabajadoras.
(Véase:
http://ecodiario.eleconomista.es/internacional/
noticias/1098641/03/09/Obama-manda-buques-de-
guerra-hacia-China-tras-el-incidente-marino.html
http://info.kopp-verlag.de/ )
franzjutta@cantv.net
http://www.franzlee.org.ve