La presentación del SVIDB estuvo a cargo del científico revolucionario, el buen amigo Jesús Manzanilla, quien haciendo alarde de su capacidad de oratoria y síntesis, nos explicó, algunos de los alcances de este novedoso sistema de información. Se trata o darnos la oportunidad, sin costo alguno, de tener acceso al vasto conocimiento biológico-estratégico que podemos conseguir en un país mega-diverso, como es Venezuela.
Sin exclusión, todos los sectores sociales tendrán la oportunidad de valorar las distintas bondades que nos brinda nuestra madre naturaleza. Desde el millar de niños que tienen sus canaimitas (computadoras) hasta el más acucioso científico, quien se exige profundizar en el conocimiento de la vida.
El SVIDB entre otras cosas, nos encuentra con: las particularidades biológicas; sus condiciones agroecológicas y sus diversos usos, que nos brindan, 147000 especies biológicas: hongos; bacterias; plantas(exóticas, agrícolas, ornamentales); especies de animales que en nuestro mestizo territorio conseguimos. Todas ellas distribuidas, en 16 tipos de áreas protegidas(Abraes), las cuales, hasta el momento se distribuyen en mas de 300 áreas de biodiversidad. En los momentos el SVIDB tiene a su disposición 19000 especies biológicas. Se estima progresivamente ir incorporando otras áreas estratégicas de biodiversidad, para ser conservadas y protegidas, como por ejemplo: campos universitarios, plazas, jardines, zoológicos e incluso áreas propuestas por las comunidades, consejos comunales, asociaciones productivas y otras. Otra novedad del sistema es que, se encuentran a la disposición: espacios y programas radiales; medios de comunicación; oferta de programas de formación; distintos grupos de actores: como gremios; colectivos científicos; museos, grupos de trabajo e investigadores; empresas privadas, cómites conservacionista, mesas técnica de agua, ongs entre otras.
El SVIDB se construyó aproximadamente en tres años, estableciéndose un genuino diálogo de saberes locales, tradicionales y científicos entre mas de 5000 personas, quienes conformaron la Estrategia Nacional para la Conservación de la Diversidad Biológica de la República Bolivariana de Venezuela. Para nuestro sentir nacionalista, no hubo cooperación extranjera de ningún tipo. Resaltamos:
EL SVIDB REPRESENTA UNA ALTERNATIVA ANTE LA PROPUESTA HEGEMONICA DE LAS NACIONES UNIDAS QUE SE LLAMA: PLATAFORMA INTERGUBERNAMENTAL CIENTIFICA NORMATIVA SOBRE LA BIODIVERSIDAD Y SERVICIOS DE LOS ECOSISTEMAS (IPBES) QUE MANEJA LA INFORMACION PARA LA MERCANTILIZACIÓN DE LOS SERVICIOS BIOLOGICOS.
Este accionar revolucionario del SVIDB exige, destacar por lo menos los siguientes efectos sociales y científicos:
Emerge una nueva forma de acceder al conocimiento. Se hace libre. Contrario a los mandatos de las transnacionales de fármacos y alimentación, quienes siguen con sus prácticas chantajistas y de adoctrinamientos a los caducos cónclaves, pseudos científicos, que todavía orbitan en nuestras universidades y centros de investigación.
Desde esta inmensa fuente de información biológica de apropiación libre, nos co-adyudara, a precisar las distintas decisiones que en materias de planes, proyectos, líneas de investigación y construcción en otras áreas del conocimiento.
La elaboración colectiva, participativa, democrática y socializable es un antídoto para frenar la mercantilización de las especies biológicas y de las redes especulativas que se conforman.
Emerge un control en dicho conocimiento y lo que ello puede derivar. Es el caso de acumular riquezas y continuar destruyendo nuestros ecosistemas y los valores culturales y agroalimentarios que allí han estado presentes.
La naturaleza del sistema de información establecido, también nos permitirá ir incorporando información sobre la agrobiodiversidad que se consigue en nuestros suelos tropicales. Particular conocimiento que esta siendo muy útil para el manejo agroecológico de los suelos y los procesos de biorremediación que debemos implementar de inmediato en nuestras zonas agrícolas afectadas y en la adaptación a los cambios climáticos. Estrategias que estamos seguros potenciarán la utilización racional de nuestros recursos biológicos, como otra palanca más para activar la gestión local; la creación de nuevos oficios y dinamizar las economías comunitarias.
Los efectos precedidos como otros tantos, que cada uno de nosotros pudiésemos crear, debatir y difundir, de verdad nos ubican en una posición privilegiada frente a otras sociedades quienes pretenden, en su utilización mercantilizar los recursos biológicos.
EL SVIDB además de demostrar un profundo ejercicio de soberanía, al liberar tantos conocimientos e integrarlos de manera muy única, nos expresa también, una nueva forma de relacionarse el pueblo-gobierno-pueblo. Quienes y cuando ambos convergen, dándose el oportuno apoyo que la realidad exige, el compromiso y accionar revolucionario se pierden de vista, como “alzo vuelo la biodiversidad”. Motivación que estamos seguro comenzará a ser emulada por otros países hermanos, que además de ser mega-diversos, construyen propuestas progresistas para recuperar y preservar sus propios recursos biológicos.
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