Lejos de sentir festejo por algunos hechos noticiosos de última hora en el mundo entero, que invitan a una vida ejemplar para las generaciones venideras, lo que hallamos es una pena que no cabe, en el buen sentido de la palabra, en nuestras consideraciones habituales.
Tal es el caso del presidente de los EEUU, Donald Trump, retire el apoyo financiero a la Organización Mundial de la Salud, nada más porque no le parece acertado que las advertencias, sugerencias y recomendaciones del máximo organismo internacional sanitario no se estén cumpliendo cabalmente en suelo gringo, dando a demostrar este señor quiebra empresas e inhumano, una alta capacidad inoperante de su sistema interno de atención primaria en tiempos de pandemia del Covid 19.
Sobre ese particular nos parece, el asunto del origen de la molécula viral, se nos quiera confundir todos estemos pasando por esta crisis a causa de los murciélagos cuando en realidad la forma de acabar con los pulmones de los humanos aún se sigue la sospecha su creación provenga de un laboratorio. Es que cuando China justamente tenía en jaque al mercado financiero estadounidense al mejor estilo Hollywood casualmente apareció este virus milagroso?
En otro orden de ideas, mientras en varias partes del planeta existen desarticulaciones sociales producto de altas cifras de contagio y fallecimiento por el Covid 19, en Venezuela el presidente Maduro se dirigió al país dando a conocer los esfuerzos que desde el inicio de la cuarentena el sistema educativo en pleno viene cumpliendo a distancia, en donde no se ha detenido la prosecución de estudios y sus respectivas evaluaciones. Además que hubo una consulta hacia los padres y representantes sobre si culminar el año escolar en casa. Se sabe sobre el 95% de los consultados a través de la plataforma Patria respondió afirmativamente. De modo que esto es una lección que muchos deberían ver y reconocer en donde sea.
Por el contrario, nuestra juventud, especialmente la que se forma en aulas universitarias de la seguridad, donde se rige por un currículo que lo orienta para servir a la sociedad, a la patria y al mundo civilizado no se puede dar el lujo de tener al frente a funcionarios en puestos claves dando demostraciones de mal ejemplo a través de conductas que manchen la consigna de las instituciones que van en contra del delito, la paz y el honor del buen servicio policial. Sabemos que a nivel mundial un país con la más alta tecnología bélica quiere someter a todo el planeta cual malandro de barrio, también es válido se observe en nuestras cercanías funcionarios –caso del secretario de seguridad del Gobierno de Carabobo y el director de Policarabobo- con sendas chapas y poderosas armas, quienes ostentando ciertas cuotas de poder, quieran hacerse representantes de la justicia faltando los principios éticos y morales que una vez juraron defender siendo parte ahora de grupos mafiosos. No es posible que en el mundo globalizado tengamos que ver esta mezcla de valores y antivalores dentro de una misma esfera. Hay quejidos. Se oyen quejidos. Se queja la salud pública mundial y también la salud policial.