El fascismo: otra etapa del capitalismo (2)

El fascismo sirve para sostener un régimen de explotación capitalista. El fascismo es el corazón del corazón del capital, y es reproducido en países física y espiritualmente frágiles, colonizados, con instituciones y gobiernos precarios, instituyendo su tiranía mediante chantajes psicológicos, o de forma física directa. En una medida más sutil, el capital se impone en las sociedades llamadas democráticas a través de sus "aparatos ideológicos", como los llamó Louis Althusser: el sistema formal de educación, las iglesias, los medios de información, la televisión y la industria actual del cine, las redes sociales – los sistemas electorales, judiciales y las formas e instituciones jurídicas –. Fascistas son las dictaduras en países colonizados por el capital, pero también son fascistas las democracias burguesas; de forma imperceptible, sin embargo de forma eficiente.

Una sociedad que no es libre de pensar es presa del fascismo. Es invisible y silencioso, se activa en la mente humana en forma de prejuicios y miedos. El odio (un sentimiento muy popular) es uno de sus vehículos psicológicos, el miedo y la delación (muy de moda), pero también la obediencia ciega a la autoridad (que marca tendencia en las redes), el hambre que debilita las mentes, la ignorancia que parece ser la única forma de voluntad que ha sobrevivido hasta hoy – la superchería religiosa, la culpa, el pecado –; se trata de exacerbar todos los prejuicios, vicios y temores que ya conocemos, al punto de paralizar nuestro coraje y nuestras mentes.

En la "psicología de masas" del fascismo se activan prejuicios y miedos. El fascismo es distinto a la acción terrorista, a la violencia de la guerra, se trata de una violencia psicológica para el control de masas, que las amenaza con violencia y muerte, y que cumple. El fascismo produce la psicología de masas, y en ella, son las masas las que terminan modelando a su propio verdugo, son ellas las que de un tonto fabrican un paladín, conforme a los intereses del gran capital. En el fascismo, todos son manipulados, masas y líderes, para servir al más alto nivel de la sociedad.

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Analogías entre el nazi-fascismo y el gobierno de Maduro.

W.R.: "Podríamos preguntarnos, sin embargo, cómo era posible que los obreros nacionalistas no se diesen cuenta que el fascismo se lo prometía todo a todos. Se sabía que Hitler estaba en tratos con los grandes industriales, que recibía dinero de ellos y que le prometía prohibir huelgas. El hecho de que a pesar de una intensiva actividad informativa de las organizaciones revolucionarias, tales contradicciones no llamaran la atención del obrero" La psicología de masas del fascismo,

Esta reflexión de W. Reich nos hace pensar en Maduro y sus mensajes mezclados prometiendo ventajas a los empresarios y a Fedecámaras, y socialismo a los trabajadores. Y la idiotez colectiva de sus seguidores, incapaces de pensar en tales contradicciones, justificando siempre la ambivalencia de sus mensajes.

No obstante el fascismo es visto en el mundo actual como subterfugio para invadir, sancionar, bloquear a países enemigos; condenar gobiernos, y descalificar a los enemigos políticos; es el símbolo actual de la hipocresía inteligente. El fascismo es una mala palabra en todas las latitudes políticas; aparte de Zelensky, nadie se atrevería a autocalificarse de fascista – nazis, fascistas, son conceptos equivalentes –. Fascista es el gobierno de Israel, pero Israel justifica el genocidio por haber sido víctima del nazi fascismo alemán. Detrás de Israel hay intereses capitalistas claros, así como los hubo detrás de las invasiones hitlerianas para dominar Europa. Pero podemos decir, sin confusiones semánticas, que el fascismo es otra etapa del capitalismo y que el capitalismo es la cara amable del fascismo, que es la cara áspera del capitalismo: son lo mismo.

El fascismo es la última tiranía de los poderosos, del capital en su máxima expresión de clase dominante, y "las masas del fascismo" son su máxima creación. Liberarse del fascismo es liberarse del capitalismo, porque el capital está detrás de sus manipulaciones y excesos.

En el "congreso internacional antifascista" de maduro y Jorge la hipocresía fascista se expande, con la descertificación profesional de María Alejandra Díaz por defender sus derechos y el derechos de todos de conocer el resultado de las elecciones. Con el juicio a Jean Mendoza acusado de incitar el odio por defender sus derechos como trabajadores, y por haber encarcelado este gobierno a tantos de trabajadores por la misma razón. Los fascistas acusando a sus enemigos políticos de fascistas: ¡simpleza típica de los fascistas!

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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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