La revolución nos está montando cachos

El día 30 de noviembre de 1992 fue sembrado el poeta del Barrio Mamera, Antímano, Miguel Rivera. De manera accidental e insospechada se fue de sus familiares y amigos. Travieso cultor de la escritura, elevado intelectual y hombre político de izquierda, Miguel visitaba y a veces pernoctaba en casas amistosas, dejando poemas entre libros de esos nichos afectivos. Una pareja de estos amigos almorzaba cierto día y en la sobremesa se les ocurrió leer algo de un libro atesorado en la biblioteca y al abrir el volumen se encontró una servilleta rectangular donde había un poema con la firma del bardo. Emocionados se aprestaron a leerlo y accidentalmente un vaso de jugo se volteó sobre la mesa, manchando la servilleta de la cual sólo quedó legible el título de aquellos versos que rezaba así: LA REVOLUCION NOS ESTA MONTANDO CACHO. Enterados del incidente, amigos cercanos del poeta les quedó la incertidumbre de los sentidos de aquellos versos perdidos.

Conocedores de las tendencias políticas radicales del poeta, panas vinculados a las organizaciones del pueblo y al movimiento popular, organizaron una actividad en el año 1995, alrededor de un espacio de participación política llamado Los Factores de La Yaguara, contexto nacido luego de los sucesos del 27 de febrero de 1989, donde había participado el poeta malogrado. Allí hacían vida organizativa compañeros vinculados al medio obrero, sindical, gremial, profesionales y técnicos, cultural, estudiantil y se planteaban desafíos a las políticas gubernamentales de entonces. En dicha actividad, entre cantos y poesías, compañeros y compañeras facilitaron un espacio con metódicas de educación popular, donde dialogaron preguntas generadoras para aproximarse a las motivaciones que llevaron al poeta a escribir aquel misterioso texto y llegaron a la conclusión de que la revolución nos estaba montando cacho con el neoliberalismo. Por tal motivo, soñadores como eran, se comprometieron a redoblar esfuerzos por luchar bajo las consignas y referentes revolucionarios, para regresar la revolución al seno del pueblo. Recordemos que apenas seis años antes había caído el Muro de Berlín y ante este suceso, los jerarcas del Fondo Monetario Internacional habían gritado brazos al aire y tomados de las manos: "¡Perdieron los Pobres!" y uno de sus analistas (Francis Fukuyama) decretaba el supuesto "Fin de la Historia".

¿POR QUÉ MONTAN CACHO LAS REVOLUCIONES?

Quienes conocimos al poeta referido, supimos de sus planteamientos políticos innovadores, en un esfuerzo por colocar en las luchas sociales de las izquierdas, nuevos sentidos y nuevos imaginarios que acompañaran a los referentes tradicionales y fortalecieran ideas genuinas, íntimamente relacionadas con los pueblos latinoamericanos, dejando atrás los obsoletos referentes eurocéntricos que ya no nos servían y estaban siendo barridos por el neoliberalismo. Además del valorable aporte político, se trataba de una importante incorporación de dimensión cultural.

Para analizar aquel poema sumido en el secreto y la incertidumbre, había que pasearse por varias dimensiones de la subjetividad popular que nos permitieran desplegar nuevos sentidos. La primera de estas dimensiones trata del "cacho amoroso": incómoda categoría de colocar en el rígido lenguaje político tradicional de la izquierda. La segunda dimensión nos lleva a visualizar a la revolución como una mujer. Y la tercera nos obliga a desplegarnos desde una perspectiva histórica muy dinámica del lenguaje, para la construcción de sentidos y el advenimiento de nuevos referentes.

El análisis del "cacho amoroso" es enteramente de la cultura popular y de este sentido (ahora político) saben en cualquier contexto humano de toda comunidad, donde se habla abiertamente y se le conocen sus incidencias; también versado y argumentado en la mitología antigua, las religiones, la música popular, el cine, el folletín y mucha literatura. Desde la llamada antigüedad, al "cacho" se le relaciona con la traición sexual de la mujer y su posterior condena. Las siguientes dos anécdotas pueden hacer comprensible la analogía de este aspecto: desde la dimensión mitológica griega se dice que el Dios Mercurio sedujo a Penélope, mujer de Ulises, mientras éste anduvo en uno de sus viajes. De esta relación nació Pan, con un par de cuernos en la frente, quien luego fue Dios de las fiestas, la música y la libación. Otra historia cuenta de un pintor que antes de emprender algún viaje, dibujaba debajo del ombligo de su esposa la imagen de un ciervo. En un viaje de dos años, el pintor encontró que su esposa tenía dibujada, debajo de su ombligo, la imagen de un carnero (ella había tenido relaciones íntimas con otro pintor) y como explicación, la mujer dijo al marido que en tanto tiempo el ciervo se había transformado. Estas anécdotas marcadas por la visión patriarcal, dicen del machismo con el cual se han conformado las sociedades occidentales, donde se condena la imagen y participación de la mujer. Sin embargo, hoy en día, el cacho amoroso se adjudica por igual a ambos sexos, aunque persiste la condena mayor cuando la mujer es la sujeta. En el caso que nos ocupa, se necesita abstraerlo del rígido lenguaje político de las izquierdas, por lo general académico, de manera tal que surjan vínculos con la revolución para provocar el aporte. Encontramos que el cacho no es una traición. Se trata más bien de un cambio de rumbo. Como el cacho es entre dos, porque la tercera dimensión puede no ser necesariamente una persona concreta, uno de los dos decide "irse" de la relación. Quien queda con el cacho, manifiesta un conjunto de sentimientos contraproducentes que le causan desasosiego, desolación, tristeza que reunidos producen ese estado excepcional que los latinoamericanos conocemos con el nombre de "despecho".

LA MUJER COMO EMBLEMA REVOLUCIONARIO

La segunda dimensión es esencial para comprender mucho más la anterior. Se trata de imaginar que la revolución es una "mujer". Para provocar esto, debemos irnos de nuevo a la historia. De las más significativas revoluciones occidentales está la rebelión jefaturada por el esclavo Espartaco, ocurrida 73 años antes de Cristo y que puso en peligro al poderoso imperio romano. El símbolo de esta emancipación fue masculino, dada la fuerte influencia patriarcal habida en las sociedades de la época. A los frentes de guerra creados por Espartaco y sus héroes los apoyaba el símbolo del SOL. Uno de los biógrafos del Líder tracio, el intelectual húngaro Arthur Kostler, escribe acerca de la creación del sitio sagrado de aquella revolución, la cual llamaron: LA CIUDAD DEL SOL. Esta fue una de las primeras rebeliones occidentales producidas enteramente por los últimos y más sufridos seres humanos de las sociedades: los esclavos. Los ejércitos de Espartaco fueron traicionados y derrotados, no sin antes producir al imperio romano implacables derrotas y un enorme susto, aunque sus senadores se encontraban ya en plena decadencia. Aquella genuina revolución de signo masculino, terminó yéndose con el cristianismo.

Quizás la más bella metáfora femenina habida en una revolución occidental la produce la estupenda Revolución de Octubre de 1917, liderada por Lenín, el partido Bolchevique y el proyecto de los Soviet. Aquella Revolución eleva el símbolo de La Madre como imaginario y sentido de sus partidarios. Tres son las aristas de esta dimensión femenina: la primera es el sagrado símbolo que significan las madres para la cultura rusa, realizado en (lo que es la segunda dimensión) la Muñeca Matriuska, juguete donde se despliega una mujer de mujeres inmanentes, como ejemplo de la recursividad que hoy se estudia en el llamado paradigma de la complejidad; y la tercera dimensión la produce el legendario escritor ruso Maxim Gorki con su novela LA MADRE que se convirtió en un símbolo para todas las revoluciones porvenir y un homenaje a la participación activa de la mujer. Además, esta Revolución inolvidable tiene un aporte cultural adicional en la canción NATHALIE compuesta por el francés Gilbert Becaud, cuya fuerza lírica nos aproxima a los referentes de aquella revolución del occidente más oriental de Europa y que fue versionada para Latinoamérica por el grupo chileno Hermanos Arriagada, con una tesitura lírica y armónica formidable. El máximo inspirador de la Revolución de Octubre (Karl Marx) dedujo que toda realidad es paradójica, queriendo decir que toda realidad puede producir su propia contradicción. Luego de 72 años la Gran Revolución Soviética terminó yéndose con el neoliberalismo. A todas éstas, los líderes de las izquierdas latinoamericanas, salvo contadas excepciones, siempre vivieron de lo ocurrido en Europa. Miraron poco hacia sus propias realidades con esfuerzos independientes. Sus reflexiones siempre estuvieron subordinadas a la cultura fragmentada que se producía en aquel norte agotado. Todos los símbolos culturales de aquellos movimientos de izquierdas de las europas fueron adoptados en esta Latinoamérica, con lamentable subordinación.

EL EPICENTRO ESTA EN LA REVOLUCION MEXICANA

«Si quieres ser ave, vuela, si quieres ser gusano, arrástrate, pero no grites cuando te aplasten».

Emiliano Zapata

Una de las revoluciones nuestramericanas que se atrevió a mirar hacia adentro con osadía y heroísmo sin par, fue la Revolución Mexicana de 1910. Es de hacer notar que su irrupción ocurrió siete años antes que la Revolución de Octubre y sus marcas de clase social fueron tan importantes como la insurrección rusa. Tildada con subestimación de "revolución burguesa", "revolución agrarista" la rebelión campesina contra el dictador Porfirio Díaz, produjo el símbolo femenino por excelencia que nos aproxima al "cacho" referido por el poeta Rivera con suprema metáfora. Se trata de la canción anónima LA ADELITA.

La canción La Adelita es un corrido mexicano que tiene su origen en el genuino irrumpir insurreccional del campesinado mexicano. Es muy bueno saber que aquellos corridos mexicanos fueron cantos de naturaleza subversiva, compuestos en el fragor de la contienda, que sirvieron de medio de comunicación al campesinado (por lo general) en condición de analfabetismo, para enterarlos de la situación de la guerra. También es importante reconocer que esta tradición musical dedicada a las insurrecciones de nuestros pueblos aún no ha concluido. Durante las guerrillas de Guatemala, Nicaragua y Salvador en los años 60, 70 y 80 del siglo XX, muchos cantores y grupos musicales rindieron sus esfuerzos cultores conspirativos para enriquecer las luchas populares, con el mismo aliento que surgió de corridos como Adelita. Esta canción ha estado amenazada por la nefasta mitología del sistema imperante, al querer sacarla de la leyenda popular y colocarle un autor, el cual tal vez tuvo. Por fortuna, ha podido más la visión popular que ha transformado a La Adelita en metáfora elevada de la Revolución Mexicana. Y el corrido mexicano dedicado a su memoria es tajante y claro al referir en su letra de los peligros que se cernían sobre aquel proceso, donde se advierte que la Revolución (Adelita) se fuera con otro.

La Adelita

Y si Adelita se fuera con otro,
la seguiría por tierra y por mar
si por mar en un buque de guerra,
si por tierra en un tren militar,…

Este brillante estribillo devela la noción de revolución permanente que llama al pueblo a la RESISTENCIA. Este es un llamado a buscar a la Adelita para resistir, permanecer, perseverar militarmente. Es un llamado guerrero. Sabido es de la extraordinaria participación de "las adelitas" como generalas de la Revolución, acto sin precedentes en el mundo. Estas mujeres tomaron las armas y se ganaron el respeto en el campo militar insurreccional. Hicieron del frente de guerra un heroico contexto de ternura y autoridad. Estos sentimientos se resumen en el amor que tienen los soldados por la revolución armada, que es el mismo amor que se profesa por la tierra, la esposa, la madre, la hermana, la patria.

En lo alto de una abrupta serranía,
acampado se encontraba un regimiento
y una moza que valiente los seguía,
locamente enamorada del sargento

Popular entre la tropa era Adelita,
la mujer que el sargento idolatraba
que además de ser valiente era bonita
que hasta el mismo coronel la respetaba

Y si Adelita se fuera con otro…

El amor entre la Revolución y el combatiente es mutuo: ambos se van necesitando. Este amor se despliega en medio de las luchas sociales y se fortalece con la acción armada, se hace intenso, pasional, abrazador en la batalla y en la guerra que lo unifica con los intereses del pueblo. El levantamiento armado mexicano de 1910 es uno de los actos de amor más deslumbrantes que pueblo alguno haya producido en sociedades en beligerancia. Se conforma justo 100 años después del grito de independencia de Venezuela, y produjo valores importantes para las luchas de otros pueblos. Además, la Revolución se desencadena como proceso, apoyado en un despliegue tecnológico donde destaca el perfeccionamiento de la fotografía, la irrupción de las artes plásticas a través de los carteles o afiches y el surgimiento del cine. El aporte estético que ofrece la revolución azteca a los procesos políticos del mundo es genuino y original, anterior al bolchevismo ruso. Hay una estética revolucionaria que fundan estos guerreros del norte latinoamericano donde una ética libertaria conjuga la valentía y belleza de las Adelitas.

Una noche que la escolta regresaba
conduciendo entre sus filas al sargento
con la voz de una mujer que sollozaba,
la plegaria se escucho en el campamento

Al oírla el sargento temeroso

de perder para siempre a su adorada
ocultando su emoción bajo el embozo
a su amada le canto de esta manera

Y si Adelita se fuera con otro…

Sólo la subestimación que han tenido muchos políticos latinoamericanos por sus propios procesos hace que se soslaye la importancia vital que tuvo la Revolución Mexicana para el mundo. Además de fortalecer una territorialidad interna para establecer vínculos geopolíticos, contribuir con la creación y consolidación de Frentes Antifascistas, recibir a refugiados que produjo la II Guerra Mundial, ser catapulta de muchos procesos en el Continente, el acerbo que ofrece a la cultura latinoamericana se pierde de vista. La fuerza con que se desplegó la Revolución Mexicana alcanzó a todos nuestros pueblos incluso a España. Lenguajes, postulados, vínculos, música, bailes y hasta modas dejó el impetuoso trotar de los soldados a caballo que cabalgaron sobre las candelas encendidas por los generales Zapata y Villa y todo un campesinado insurgente que se negó a bajar la cabeza, con las Adelitas como jefas supremas.

Y después que terminó la cruel batalla y
la tropa regreso a su campamento
Por las bajas que causara la metralla
muy diezmado se encontraba el regimiento


Del sargento recordando sus quereres,
los soldados que volvían de la sierra
ofreciéndole su amor a las mujeres
entonaban este himno de la guerra

Y si Adelita se fuera con otro…

Producto del México insurgente de 1910 son el primer proceso de nacionalización petrolera del Continente durante el gobierno del Tata Lázaro Cárdenas: el desarrollo de una cinematografía propia; la protección de políticos del mundo tales como León Trosky, el Che Guevara, Fidel Castro y la salida del barco Gramma que dio empuje decisivo a la Revolución Cubana. No pocas veces desde México, los enamorados de la Adelita la han seguido con anhelos libertarios para que no se vaya con otro. Ferviente admirador de la Revolución y de la cultura mexicana, el poeta Miguel Rivera tuvo suficiente bastimento en esta canción insurgente, como para crear en su poema, las ideas originales que advirtieran a nuestras revoluciones.

Las luchas independentistas del siglo XIX tienen la participación de la mujer como bastión clarividente de insurgencias y afectos. La ecuatoriana Manuela Sáenz supo hacerse coronela de los ejércitos libertadores de América en los frentes del amor y la batalla. La cubana Mariana Grajales sentó su leyenda de mujer brava y tierna. Ambas fueron ejemplo del continente. Sin embargo, el significado de La Adelita tiene un poder colectivo que subvierte de feminidad a todo nuestro SUR en el siglo XX y se alimenta de subjetividades como del influjo positivista del personaje Doña Bárbara del escritor venezolano Rómulo Gallegos, llevada al cine por vez primera en México y erige la imagen de la actriz María Felix como diva de varias generaciones. Además, ofrece fuerza y pasión al surgimiento populista de Eva Perón en la Argentina de los años 50, figura mítica y embalsamada que oxigena el contenido socialdemócrata del llamado peronismo.

Como revolución, la Adelita nos aprende la importancia de cuidar el proceso político transformador. Este canto coloca a los ojos del pueblo en la advertencia de los factores perniciosos que rodean a las revoluciones, tendiendo a pervertirlas y a alejarlas de sus objetivos populares. Ese pueblo insurgente de mirada crítica y acerbo campesino, observa cómo el burócrata, el clientelista, el corrupto, zamurean a la revolución para que se aleje del pueblo y tome rumbos frustrantes y decadentes. Esto no sucede jamás, porque pueblo y revolución son unidad, aunque sí llegan a imponerse engañosos gobiernos demagógicos o dictaduras factuales que mediatizan o reprimen las aspiraciones políticas de los pueblos. De tiempo en tiempo, el pueblo mexicano ha seguido a la Adelita con el barco de guerra y el tren militar en demostraciones guerrilleras como las de Guerrero y Chiapas. Y así, cuando las revoluciones tienden a cambiar de rumbo, los pueblos las siguen para que regresen por sus objetivos originales.

6D: ¿SERÁ QUE LA REVOLUCION BOLIVARIANA SE VA CON OTRO?

El cacho político más terrible recibido por pueblo alguno sucedió en la primera parte del siglo XX en Alemania. Animados por el triunfo de la Revolución Bolchevique en la Rusia de 1917, los militantes de la izquierda alemana vieron a la vuelta de la esquina el triunfo de una insurrección revolucionaria en su país. Esta errada visión mecanicista fue duramente criticada por Lenín a sus amigos, Karl Liebnecht y Rosa Luxemburgo: líderes bávaros, quienes pensaron que aquellas masas hambrientas de trabajadores desocupados se irían automáticamente con la revolución socialista, animados por sus hermanos soviéticos. No sucedió así. No contaron, entonces, con el surgimiento de una fuerza bélica demencial que arrasaría a toda Europa y cobraría 65 millones de muertos a la humanidad. Aquella justa revolución socialista dejó solos a los dirigentes de la izquierda alemana para irse con el partido nazi. Fue el "levante" más eficaz y sorprendente del fascismo en la historia de los procesos políticos.

En las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015 en Venezuela, vimos cómo la Revolución Bolivariana miró hacia otro lado partidista. Detrás de la sorpresa que experimentó la militancia chavista, al haber perdido de manera tan contundente estas elecciones, está el fundado temor de torcer su rumbo hacia el fascismo. Cuando la doctora Tibisay Lucena terminó de leer los resultados de aquellas elecciones, el título del texto del poeta Rivera nos asaltó de inmediato: "¡La Revolución nos está montando cacho!". ¿Por qué la Revolución Bolivariana se está yendo con otro? Quienes sufren el despecho por perder a la otra persona, comienzan a preguntarse por lo que ha hecho o no para que tal abandono suceda. Cientos de canciones del género bolero y otros tantos poemas referencian este hecho, auténticamente político, donde el despechado busca en su recuerdo y en sus actitudes las razones de tal abandono. Aunque es la metáfora del cantor Alí Primera en su pieza: Sangueo para el Regreso, quien advierte acerca del maltrato que recibe la Patria y que interpretando su sentido, podemos encontrar que fue la causa por la cual desapareció la IV República de las manos de los adecos y provocó el regreso del Libertador Simón Bolívar y la Revolución a las luchas populares:

Se fue Bolívar ayer

pero hoy viene de regreso …

dicen que viene a caballo

pero trae en la gualdrapa

un arsenal de cariño para

sembrar en la Patria

la Patria es una mujer

y el regresó para amarla

contra los que se desvelan

tan sólo por disfrutarla

y en vez de darle caricias

lo que hacen es manosearla.

Ali Primera

¡Caben las preguntas! Quiénes formamos parte del proceso chavista y hemos colocado nuestros esfuerzos del lado de la Revolución Bolivariana ¿Estamos fortaleciendo a la Patria y a la Revolución con nuestras acciones? ¿Acariciamos como Bolívar o manoseamos como los adecos, a la Patria? ¿Por qué la Revolución Bolivariana que dio sus primeras luces el 27 de febrero 89, se vislumbró posible el 4 de febrero 92 y comenzó a hacerse imbatible desde el 6 de diciembre de 1998, hoy quiere irse con otro? Cualquier pregunta referida a esta dimensión de nuestra política, tiene que hacerse desde una clara visión cultural que el proceso revolucionario bolivariano parece no tener. La Revolución Bolivariana tuvo en el comandante Hugo Chávez Frías su máximo cultor. Él declaró que este proceso político tenía rostro de mujer. Esto no había sucedido en ningún proceso político venezolano anterior, en los cuales todos los Presidentes han sido semióticamente rígidos (salvo la grata impresión ciudadana que dejó el general Isaías Medina Angarita). Chávez tuvo siempre una expresión dinámica, viva, integral-integradora, rizomática, compleja del hecho político a través de la dimensión cultural. Su vasta cultura, su extenso conocimiento de la capacidad cultora del pueblo le permitió integrar sus potencialidades como líder, labrar su proximidad como político popular, afinar la mirada hacia el proceso del cual era protagonista y enamorar a la Revolución para el pueblo desde la participación de la mujer. Culturalmente, Chávez conocía a la perfección los referentes revolucionarios y las graves debilidades culturales de los enemigos del pueblo. El líder bolivariano siempre supo que el proyecto político nacido con el PND y configurado en el Pacto de Barranquilla perdió su fuente cultural con la muerte del poeta Andrés Eloy Blanco en 1954, en México. De allí que toda la membrecía partidaria de la IV República tenga graves vacíos culturales y si logró mantenerse en el poder durante 40 años fue por obra del engaño y la represión. Muestra de esto son las dos piezas magistrales que debió escribir el intelectual Venezolano Miguel Otero Silva para justificar ante el Congreso la apertura de una oficina cultural llamada INCIBA.

Sabemos de las devastadoras consecuencias que trajo consigo la temprana siembra del comandante Chávez, sin embargo, donde más se siente su grave ausencia es en la dimensión cultural. Todo el peso cultor de la Revolución Bolivariana reposaba sobre sus hombros y su extraordinaria habilidad educativa. Hasta ahora es difícil explicar, desde los inicios del proceso que libramos, cómo el presidente Chávez dejó en manos de un eurocéntrico, (cuya supina ineptitud aún tiene mucha influencia) el destino institucional de los proyectos culturales de Venezuela. Esta desafortunada decisión forma parte esencial del cacho que nos está montando nuestra revolución. Contrariando al supremo cultor César Rengifo, no hemos podido dimensionar un proyecto cultural del pueblo para la Revolución Bolivariana y esto nos impide ver a la Revolución en su más extensa posibilidad. Sin la participación de la transparente visión cultural, los procesos políticos revolucionarios se ven con la lente turbia de las burocracias y los empirismos oportunistas.

Los artistas del pueblo revelan a los procesos políticos el necesario sentido crítico que advierte a tiempo cuando están afectados o enfermos. La canción de un cantor, la obra de teatro militante y crítica, el mural de un pueblo artista de la plástica, el texto de un poeta bien pueden revelarnos la sensibilidad que permite ver las desviaciones perniciosas de lo político. Conocedor de estas sabidurías, al comandante Hugo Chávez Frías jamás se le hubiera ido con otro la Revolución sin que hubiese mediado el esfuerzo de su ojo cultural: el tratado político que hoy llamamos Golpe de Timón revela este aporte, pues se trata de un texto eminentemente cultural. Lamentablemente, muchos de sus panas más cercanos, comprendieron el inmenso poder cultural del Comandante sólo como un divertimento folclórico y no como el arma más letal contra el imperio.

Hoy que vemos el peligro de que la Revolución nos monte cacho, miramos el mensaje de la muestra cultural que expresa y lamentamos que esté llena de espectáculos, artistas estereotipados, cantores truncos y estrellitas que aprovechan los dineros del pueblo para irse de viaje por Europa. El mensaje culto, político subyace silencioso. Por fortuna, éste es un pueblo que (como todo pueblo que se precie) tiene cultura de sobra para mimar para siempre a cualquier Revolución que dimensione en sus procesos sociales y aunque son muchas y muy importantes las preguntas que hoy se hacen por la pérdida chavista del 6 de diciembre 2015, igual de importantes de analizar son las vías a través de las cuales podemos mirar a esa Revolución que se nos puede ir sin que hayamos podido darle remedio. Lo importante, Por Ahora, tal vez sea pensar en el poder cultural que necesitamos para seguir viendo claramente a una Revolución que nos ha costado mucho dimensionar, y a la que esperan en la bajadita las águilas calvas del pentágono gringo para manosearla con baratas golosinas. Lenín decía que ningún pueblo se deja morir y es bueno acompañarlo con César Rengifo cuando nos sentencia que sin cultura no hay revolución posible. Hay que cuidar a la Revolución para que no nos monte cacho.

 



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