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Sólo quiero escribir sobre la paz

No se me ocurre otra idea más que pensar en las paz, en la paz del guerrero, en aquella paz que quizá en tantos momentos de nuestras vidas la quisimos violentar. Eran tiempos mozos, pensamos en alcanzar el cielo por asalto, tanto hemos vivido que a veces se nos ocurre que el tiempo pasa en vano y definitivamente entendemos que no es verdad, que lo que vivimos es una enseñanza, no fue un sueño, por el contrario, era la realidad personificada. Vivimos tiempos crueles, pero era nuestra realidad, la lucha era cruel e injusta, si muy injusta, porque si luchábamos por la justicia, entonces, ¿por qué nos atropellaban?

Es la pregunta que cualquier ingenuo se haría hoy en día y con toda seguridad pudiera responderle: "¡es el sistema, estúpido! Hoy, después de tantos años, pudiera responderte lo mismo: "¡es el sistema, estúpido! Desde Darwin hasta acá existe una premisa fundamental, "La ley del más apto", ahora todo se reduce a la resistencia, es decir, debo resistir porque al gobierno le falta poco.

Déjenme decirles que así no se tumba al gobierno, la torpe polarización ha permitido que tanto el gobierno como la oposición se "mantengan" girando instrucciones cual robot de la mitología circense; es decir, si tú convocas a las batas blancas, yo te saco las mías, el verdadero circo cuando, la realidad es otra: la gran mayoría de los venezolanos nos encontramos atrapados en un vendaval sin rumbo a la espera de un liderazgo que nos oriente sobre el camino de la paz.

El Presidente Maduro nos invita a un nuevo "proceso constituyente" obviando lo sublime de nuestro despertar, la consulta al soberano para su convocatoria y con las bases comiciales presentadas quizá tomadas del sistema electoral de EE.UU donde los Colegios Electorales determinan quien será el Presidente de ese país, es así como Hillary Clinton con 65.853.516 votos (48,5%) pierde la Presidencia frente a Donald Trump que apenas alcanzó 62.984.825 votos (46,4%).

"La maravilla de nuestra Constitución- decía Chávez- es que no permite que se aliene el Poder Constituyente", entonces, por qué no abrir espacios para una amplísima participación ciudadana, aupando así la transversalización axiológica de la participación como base fundamental para lograr la PAZ.

Siguiendo con Chávez: "Los que cierran el camino a la revolución pacífica, le abren el camino a la revolución violenta". "Nosotros escogimos hacer la revolución constitucionalmente". "No hay revolución sin pueblo", "Más que un Estado de Derecho requerimos un Estado de Justicia".

Todas esas frases tenían un denominador común, un amplísimo apoyo popular, ese momento daba para mucho porque el respaldo popular era incuestionable, cosa que no sucede en la actualidad, de allí Bolívar: "El sistema de gobierno más perfecto es el que le proporciona a su pueblo la mayor suma de seguridad social, la mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad posible".

Necesitamos volcarnos hacia la superación de la crisis para conquistar a las grandes mayorías que siguen cual caudaloso río buscando su cauce y cerrando caminos jamás lo lograremos, por el contrario los Almagro nativos y extraños apresuran la marcha, abren escenarios como el de Oslo donde convencen al mundo de la necesidad de intervenir Venezuela lo más pronto posible ya que ni quienes aúpan el Proceso Constituyente ni el CNE dan muestras claras del objeto y duración de dicho proceso y no es precisamente por omisión involuntaria, de allí las carreras de Almagro.

Las dirigencias de ambos factores cerraron los caminos hacia una salida pacífica lo que no indica que nuevos liderazgos no emerjan e impongan la máxima que gustaba mucho a Chávez: "No hay revolución sin pueblo", "Ese pueblo anda construyendo liderazgos y los liderazgos no se decretan".



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Ezequiel Aranguren


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