En 37 segundos, que fueron los segundos que tardamos en votar, contribuimos en la “profundización” de la Revolución Socialista Bolivariana. Pero vayamos al Pasado Histórico de las Revoluciones.
Las contradicciones entre el sistema Feudal y el naciente sistema Capitalismo, paulatinamente, fueron evolucionando hacia la “imposición”, primeramente, del sector económico del capitalismo.
Esa imposición tuvo un punto de quiebre con la Revolución Francesa, violenta en su más íntima esencia y, aunque no alcanzó el poder político en ese momento extraordinario, se dio el “hecho histórico”: el Capitalismo había triunfado sobre el Feudalismo. El desarrollo del Capitalismo, en sus contradicciones internas, llevó a los pensadores a exponer su “futuro”: Karl Marx y Federico Engels y, por parte de la Iglesia Católica, la encíclica Rerum Novarum de León XIII como respuesta a las propuestas llamadas en futuro como “marxistas”.
Las expresiones marxistas se dieron en varias ocasiones históricas: la Revolución Bolchevique, la Revolución China, la Revolución Vietnamita, la Revolución Cubana, por nombrar las mas citadas con una característica común en todas ellas: el alcance de las propuestas revolucionarias por medio de las “luchas armadas populares” fueran éstas de obreros, campesinas y apoyadas por la pequeña burguesía, intelectuales y estudiantes.
El triunfo de Salvador Allende permitió alcanzar una “esperanza revolucionaria”, por medio del voto democrático pero se vio truncada por la “ultraderecha económica y militarista” representada por el general Pinochet quien violó todos los conceptos que sobre Derechos Humaos se puedan referir.
Hugo Rafael Chávez Frías convenció a una sociedad que se encontraba frente a la “pérdida de la dignidad” producto de las actuaciones de políticos y empresarios capitalistas con apoyos de sectores que propagan, entre otras propuestas, la “Doctrina Social de la Iglesia” lejana a Puebla. La Revolución Bolivariana alcanzó el poder por medio y gracias a la voluntad del pueblo venezolano quien por medio del sufragio secreto, individual, consciente y “lleno de arrechera” decidió darle la responsabilidad a Chávez de la conducción de los asuntos del Estado venezolano basándose en su proyecto propuesto a esa sociedad “golpeada”. Asumiendo esa responsabilidad delegada, Chávez decidió cumplir y hacer cumplir con la orden dada por la mayoría de la sociedad venezolana. Esa praxis de la responsabilidad le llevó a sufrir las consecuencias de un “pinochetazo” en la persona de Carmona. La derecha, de nuevo y según su costumbre, tomó la decisión de no respetar la “voluntad popular” y de considerar que la “democracia” debía de ser “representativa” y jamás “participativa”. Pero el pueblo que había recuperado su dignidad actuó. Los militares y civiles anti-democráticos cedieron y tomaron “las de villa Diego”. La presión de la “derecha económica”, en los petroleros, actuó y fracasaron. Chávez aprendió la lección.
Una revolución es un proceso de contradicciones a lo interno y a lo externo de la revolución. Es por ello que tomó la decisión de proponer una Reforma a la Constitución vigente aún en sabiendo que se habían logrado metas importantes con Ella; pero las “contradicciones”, a lo “interno” de la revolución, requería se diera el “Salto Constitucional” que permitiera “blindar” la revolución bolivariana. La derecha nacional y la internacional vieron una “rendija” por donde “asomarse” para socavar las bases establecidas por la praxis revolucionaria que se venía ejecutando. ¡A consulta democrática! y la contra-revolución expuso una serie de ideas que menospreciaban la propuesta de Reforma de la Constitución basada en argumentos como: “democracia contra socialismo dictatorial”. Pues ¡vamos a contarnos! Y nos contamos. Fueron 37 segundos de Historia; de orgullo; de nacionalismo; de verdad revolucionaria socialista!!!
El resultado fue favorable a aquellos que no están de acuerdo con la “horizontalidad” de la democracia social, económica y política. Fue el triunfo de aquellos llamados “revolucionarios” quienes inmerso en la “ideología del consumismo y de las apariencias” prefirieron el “status quo”. De aquellos cuadros que no actuaron con disciplina o que han perdido el respeto del pueblo. De aquellos que están con la “revolución bolivariana” por que pueden comprar una Hummer que no se ven en los llamados barrios de la Patria sino en urbanizaciones de las clases altas y media alta.
La votación la ganó la desidia de muchos dirigentes revolucionarios, por el rechazo de un pueblo debido a los errores políticos cometidos por quienes detentan responsabilidades políticas, la ganó la “incultura ideológica”, por la falta de línea política de los “divinos”, por no saber responder a las agresiones de la derecha con mayor capacidad de Estado, por la no profundización en la comunicación a pesar de los esfuerzos y quizás, por la falta de una política cultural que esté en sintonía con el momento de la praxis cotidiana.
¡Vamos a profundizar la Revolución Democrática Socialista!
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