Las contundentes pruebas acerca del plan de magnicidio en contra del presidente Nicolás Maduro, presentado en cadenada nacional por Jorge Rodríguez vocero del alto mando político de la revolución, son suficientes para ponerle los ganchos a los implicados en este caso, que como se sabe es el mayor delito político que se pueda cometer.
No cabe la menor duda que la cabecilla y promotora de este macabro plan es la Malinche María Corina Machado, representante de la más rancia oligarquía venezolana y apoyada en todos los sentidos por el imperio gringo, a donde viaja constantemente para recibir las directrices y el financiamiento para llevar a cabo su propósito de acabar con el proyecto revolucionario al que tanto odia por haber este tocado los intereses de ese nido de ladrones y mafiosos que es su familia.
Esta mujer, engendro de toda la maldad que pueda existir, no escatima esfuerzo y es capaz de vender su alma a Satanás con tal que sus planes tengan éxito. Por eso vende a su patria, no le importa cuantos compatriotas suyos mueran a causa de las guarimbas terroristas que ella ha provocado en sociedad con otra cuerda de vagabundos de su misma calaña, entre los que se cuentan el banquero ladrón y prófugo Eligio Cedeño, el vejestorio de la política Gustavo Tarre Briceño, Enrique Salas Romer y el siliconado de Diego Arria, que ya salió corriendo a decir que èl no escribió esos correos y se excusa estúpidamente diciendo que fue que le robaron el Ipnone y otro fue que lo hizo, ¡Como que la gente fuera bolsa para creerse ese cuente chino!.
Pero lo que me llama a escribir esta nota es mi preocupación por saber sin cuando la Maricori ponga los pies en suelo patrio, al regreso de su gira anti patria por eso países que la reciben casi con alfombra roja por ser sus gobiernos adversos al proceso revolucionario venezolano, le pongan de una buena vez los ganchos y la metan entre rejas. Meritos tiene suficientes. Ya basta que esta señora ande por ahí diciendo y haciendo lo que le venga en ganas en detrimento del país y se deje de aplicar con ella el dicho que a la mujer ni con el pétalo de una rosa. Delincuente es delincuente y cuando se trata de un delito de esta magnitud las autoridades competentes deben actuar de inmediato. Al igual que con todos los implicados en esta denuncia hecha por el Alcalde Rodríguez. Esta demostrado que esta gente es muy peligroso en libertad, por lo tanto cárcel con ellos.
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