En Washington los homeless (sin hogar) tiritan en carpitas que el invierno barrerá.
En la sede de la OEA la delegación de Venezuela pronuncia palabras que nadie oye:
- Niega esta Comisión el Derecho a la Defensa a Venezuela, cuando durante
un año compila contra ella un libelo de 373 cláusulas; la incluye antes de recibir sus respuestas en un infamante Capítulo IV inventado por la CIDH: no toma en cuenta sus observaciones, y convoca a una audiencia donde personas y ONG´S acumulan nuevas acusaciones, sobre las cuales no se nos informa de antemano. Y sólo se nos conceden 20 minutos para refutar las acusaciones, a tres segundos por cláusula. El libelo acusatorio es publicado y difundido por la OEA. La defensa no.
En las puertas de los Mails mendigan indigentes que nadie escucha.
-En las 373 cláusulas del libelo, esta Comisión acumula 42 desconocimientos de la soberanía de Venezuela y de su derecho a elegir su sistema político, económico y social, reconocido en el artículo 3 de la Carta de la OEA. En 373 cláusulas la Comisión acumula 144 denuncias sobre casos no resueltos por la jurisdicción interna, lo cual está prohibido por el artículo 28 de su Reglamento. En 198 casos, la CIDH presenta como supuestas pruebas notas de medios de comunicación, que ningún órgano jurisdiccional puede aceptar como evidencia, y en 30 casos, mensajes de twitter. En 159 casos, la CIDH aduce como elemento probatorio afirmaciones de ONG’s, financiadas por Estados Unidos. En 116 casos, presenta como prueba sus propias afirmaciones, y en 220, no aporta datos de la denuncia. En 163 denuncias, hay inaceptable usurpación de la titularidad de la acción. El libelo contra Venezuela acumula 1.072 inaceptables infracciones al sistema Interamericano. La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos es la mayor violadora de la Carta de la OEA, de la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos, y de sus reglamentos.
En un viaducto grita un indigente con un cartel que dice: WAR VET. HOMELESS (Veterano de Guerra, sin hogar). Nadie lo ha oido, ni lo oye, ni lo oirá.