Uno no termina de sorprenderse con el ex-Chavista Vladimir Villegas o Vladi, como le gusta ser llamado, al mejor estilo sifrino, por su amiga la escuálida Carla Angola.
Ahora resulta que para Villegas, Globovisión no es un canal informativo; tampoco es un canal terrorista. “Globovisión es uno de los extremos que pujan a favor de la confrontación y la polarización. Es un canal con una línea política”. (Fin de la cita)
De igual manera, Villegas, casi nos convence que Globovisión es un inocente medio de comunicación social opositor cuando acota, cito: “una medida de cierre contra Globovisión y otras decisiones destinadas a tratar de “meter en cintura” al resto de los medios privados, incluyendo a los más moderados, iría a contracorriente del tipo de sociedad que uno desea para Venezuela, que se caracterice por su diversidad, por el respeto a la crítica y por el debate abierto”. (Fin de la cita)
Villegas en su manifiesto de defensa hacia Globovisión titulado “Manual para callar a Globovisión” y que publicó en la sección de opinión de este portal, utiliza la palabra “cierre” en repetidas oportunidades, para referirse a una eventual medida revocatoria de concesión en contra de Globovisión, su canal de TV preferido, por parte del Estado Venezolano.
De Villegas, guardamos un bonito recuerdo convertido en la actualidad en decepción y que se traduce en tristeza al tener que tomar las armas de la palabra para disentir de este neo-escuálido que poco a poco abandona el bando revolucionario para entregarse y cobijarse a la sombra de la derecha fascista venezolana.
De Vladimir Villegas, guardamos el recuerdo de la retoma de Venezolana de Televisión el 13 de Abril de 2002. Ese día, siendo las ocho de la noche, aproximadamente, toda Venezuela vio en su televisor, con dificultad, la imagen borrosa de un muchacho, que con mucha alegría reflejada en su rostro; en sus gestos y en sus palabras, anunciaba y proclamaba, en compañía del asesinado Fiscal Danilo Anderson, la retoma del canal del Estado: Venezolana de Televisión, después de ser sacada del aire; es decir, “cerrada”; porque ese canal sí fue cerrado y él, mejor que nadie lo sabe, por la mano fascista con la cual ahora comparte amenas tertulias vespertinas en su programa de radio junto a su amiga, la escuálida, Carla Angola. En esa estación de radio, Unión Radio, para mejores señas, al igual que lo hizo en su manifiesto en Aporrea, ha dicho que: “VTV y los demás medios oficiales son antenas repetidoras del PSUV”. (Fin de la cita)
Según este aprendiz de escuálido; Vladimir Villegas, la solución para resolver ese “problema político” llamado Globovisión; para resolver “esa piedrita en el zapato llamada Globovisión”, no es el “cierre” y dirigiéndose nada menos que al ciudadano presidente Hugo Chávez; padre de la revolución la cual él, un día abrazó, le pregunta si ello no se lograría mejor, cito: “transformando radicalmente los medios del Estado y abriéndolos a la crítica, al debate sin cortapisas y a la difusión de los más diversos puntos de vista sobre la vida, la política, la cultura y la economía” (Fin de la cita).
Lo primero que a uno se le ocurre aclararle a este periodista nefando, Vladimir Villegas, que no se trata de un “cierre”; se trata de revocatoria de concesión. Revocatoria, por violentar la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión que prohíbe, al igual que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, de la cual fue firmante como constituyente electo por el pueblo Chavista, la exaltación a: la violencia, al terrorismo; al odio; al magnicidio; al racismo; que por cierto lo toca, por su condición de negro que ahora se le llama, de manera decente en la revolución, afro-descendiente; pero que a los efectos del fascismo, es igual a negro sucio.
Pero es que además, Vladimir Villegas olvida algo. Olvida que el Canal de Televisión del Estado; es decir, Venezolana de Televisión, está al servicio del Estado; de un Estado que está transitando los caminos al socialismo y no del capitalismo a cuyos brazos, este muchacho, este iluso de Villegas, se ha entregado desde hace un buen rato. Basta oírlo y al respecto hemos escrito, anunciando “productos” o marcas por su programa de radio tratando de inducir a sus oyentes al consumismo; precisamente uno de los anti-valores que el socialismo combate, para ubicarse por donde anda ya su ideología política.
Por tanto, Villegas no puede pretender que se haga un convite a estos factores de la oposición con mentalidades consumistas, capitalistas y neofascistas a debatir. No hay nada que debatir con ellos.
Villegas tiene que entender que acá no se está negociando ni vendiendo el país como él lo hace con las marcas y productos que anuncia en compañía de su amiguita escuálida en los comerciales que le proporcionan un buen billete; acá la cosa es más seria y menos frívola; aquí es la Ley del todo o el nada; o se es molusco o se es marisco, ya que todo aquello que huela a pasado; a más de los mismo; es decir, capitalismo representativo adeco- copeyano o sucedáneos, no puede participar en el debate hacia el socialismo; simplemente porque no creen en eso.
El futuro es nuestro; el pasado es de los escuálidos como Vladimir Villegas y con el pasado no se construye; se construye con el futuro ¡y por Dios que el futuro es este, el socialismo, que llegó, para quedarse!
De cualquier manera, Vladi, si Globovisión llegase a sobrevivir al imperio de la justicia, lo cual dudamos; con tu proclama; con tú defensa hacia Ravell y su canal, desde ya te estás asegurando un número código en la nómina de Globovisión.
¡El que tenga oídos, que oiga!
(*) Dr.
Médico
elieceralvarado@hotmail.com