A propósito de las elecciones,
El estado Lara es grave y estratégico para el País, forma parte esencial en cualquier evento de carácter nacional, sea este de índole, político, electoral, de defensa militar, de suministro de alimentos al centro poblacional y en muchos otros campos vitales de la República. En cualquier plano, el estado Lara representa un punto de primer orden, razón por la cual en la actual coyuntura política electoral que nos ha tocado vivir, para el avance y consolidación del proceso revolucionario es necesario estudiar bien todas las aristas para la selección de un candidato a Gobernador. Mucho más cuando el Imperio en su estrategia a corto y mediano plazo para América-latina se propone crear nuevos enclaves o protectorados que permita su dominación y entre ellos, le tiene el ojo al vecino estado Zulia. La defensa de nuestro querido estado Zulia pasa por: En primer lugar sacar a patadas (electoralmente claro, aunque las ganas físicas existen) del filosofo del Zulia y su gobiernito lacayo que ha fomentado las ideas imperiales de la secesión. Pero también de consolidar una buena posición de dominio político y electoral en Lara. Un error garrafal seria elegir un candidato que no garantiza nada, porque seria declarar perdida de antemano esta gobernación, bastaría que la presión del capitalismo, con sus agencias de dominación mueva su tuerca (dólar) para ceder rápidamente. Se plantearía así de fácil la debacle total del País, una guerra civil y la persecución fascista que ya probamos el 12 de abril.
Por lo tanto, el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en el estado Lara tiene que garantizar incondicionalmente la consolidación del proceso revolucionario con el Pueblo, no con las empresas mediáticas, no puede tener como meta un proyecto Individual o de liderazgo independiente del proyecto político discutido en el Congreso fundacional del Partido. Ese candidato, debió haber participado en los estudios efectuados en ese congreso, en los análisis de coyunturas de política latinoamericana realizados y en las discusiones de propuestas socialistas y consecuentemente; como todo el colectivo, haber asumido su construcción.
No se puede valorar las cualidades del posible candidato a la gobernación de un estado tan primordial como es el estado Lara y en un momento tan trascendental en nuestra historia patria con los mismos parámetros que la oposición utiliza para los suyos, por su carisma o imagen en un carnaval electoral con un mensaje insulso de amor y progreso individual, de recursos propagandistas, de logros sociales mediaticos y particulares, de actividades banales, propias de las revistas de la farándula. Ahora es el momento oportuno de escoger un buen cuadro político para la gobernación, no aquellos que dudaron del proceso mismo, aconsejado por sus asesores mediáticos cercanos, que tal vez hasta le tienen proyectado (un mojón en el cerebro) de ser presidente de la República.
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