A partir del pasado 12 de Febrero, las fuerzas de la derecha en Venezuela han desplegado una ofensiva desestabilizadora en las calles con enunciadas perspectivas de derrocar al gobierno bolivariano presidido por Nicolás Maduro, al principio bajo la modalidad de “protestas estudiantiles” y posteriormente en la combinación de guarimbas con la acción de mercenarios que actúan bajo la modalidad de guerrillas urbanas para atentar contra infraestructuras, ejecutar asesinatos selectivos, generar caos y desgaste y luego se repliegan y desaparecen.
Tales hechos corresponden a una política de desobediencia (civil, económica y política) y desestabilización que ha ocasionado la muerte de más de 30 personas, cientos de heridos, entre los que se encuentran 77 efectivos militares e innumerables destrozos en las principales ciudades del país.
Sobre la injerencia de los EEUU en estos conflictos, abundan evidencias, recientemente el periodista Mark Weisbrot del periódico “The Guardian”, señaló que el gobierno de EE.UU. interviene en Venezuela. “Ellos no intentan esconder eso. Son 5 millones de dólares en 2014 del presupuesto federal para solventar actividades de la oposición venezolana. Y esto es casi la punta del iceberg, sumado a los cientos de millones de dólares que se aportaron en los últimos 15 años”, detalló.
También la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, acusó con pruebas a legisladores estadounidenses, desde la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra, de intentar enviar 12 millones de dólares a la oposición en Venezuela.
Se trata entonces del desarrollo de la contradicción entre las dinámicas de expansión del capital monopolista, presionado por su crisis internacional versus la soberanía del estado nacional conseguida por la revolución bolivariana, la contradicción entre la escasez mundial de recursos naturales, minerales y energía en manos del imperialismo y la concentración o propiedad de buena parte estos recursos en manos de los estados nacionales latinoamericanos.
Ante esta situación de agresiones, el gobierno de Nicolás Maduro ha respondido manteniendo a toda costa la legalidad y el estado de derechos, oponiendo ante la desobediencia de la derecha, una política de contención legal que ha constado de brigadas antimotines, inteligencia y detenciones selectivas. Esto le ha permitido mantener la cohesión dentro de la FANB, sobre todo por los elementos institucionalistas presentes en ella y el respaldo mayoritario de los gobiernos latinoamericanos, de donde se destaca la contundente derrota propinada al imperialismo en la OEA 29 a 3 sobre la propuesta formulada por el gobierno de Panamá de imponer una discusión tendenciosa sobre la situación en Venezuela.
Por otro lado, y en el objetivo de apoderarse de la iniciativa del dialogo, el gobierno de Maduro ha organizado: la conferencia nacional por la paz y la mesa por la verdad económica, esta última como parte de las propuestas formuladas por Lorenzo Mendoza, uno de los burgueses con mayor peso en la economía de alimentos del país.
Tal mesa de entendimiento ha avanzado en 56 propuestas económicas formuladas por Fedecamaras, Fedeagro entre otras representaciones de la burguesía y los sectores terratenientes del país; todas estas propuestas a corto plazo apuntan a: 1) Lograr aprobación de dólares para el pago de la deuda de los sectores burgueses el extranjero para la importación de bienes de capital, 2) extensión por dos años de la vigencia de los Certificados de No Producción (CNP), 3) Flexibilizar los permisos laborales, y para el mediano tiempo: la instalación de mesas para discutir leyes o revisar estructuras de costos, entre las leyes a las que la burguesía ha colocado el ojo están: la Ley Orgánica del Trabajo y la Ley de Tierras.
Podemos señalar que, este escenario de diálogo y negociación ha sido consecuencia de las enormes presiones que han generado los efectos de la guerra económica, de la capacidad de la burguesía y su control sobre el mercado nacional, en generar mercados paralelos, logrando golpear y hacer retroceder la política económica de la revolución bolivariana, un ejemplo de ello, ha sido la flexibilización de los controles cambiarios, hoy en día, el recién organizado SICAD 2, es un mecanismo flexible que ha sido respaldado incluso por el capital financiero internacional con Merryl Lynch a la cabeza, lo que ha generado un ambiente de confianza transitoria por parte de los sectores burgueses del país.
Sin embargo, aún con todas estas concesiones, la MUD ha mantenido su hermetismo y no manifiesta intención de asistir al llamado al dialogo con el gobierno nacional, mas bien, han venido profundizando su política de enfrentamiento y movilizaciones desestabilizadoras buscando acentuar la presión política con la finalidad de configurar los siguientes escenarios estratégicos:
a) Profundización de una situación de asedio y de asfixia política al gobierno de Maduro y lograr la apertura de un conjunto de contrarreformas más profundas o la renuncia del presidente.
b) Presionar una ruptura del bloque bolivariano o el pronunciamiento contrario de altos funcionarios del estado, que darían paso a un golpe de estado.
c) Profundización de las contradicciones, las provocaciones y de las acciones de choque por parte de los grupos mercenarios que operan en el país que generarían una respuesta político-militar por parte de las fuerzas revolucionarias y que llevarían a una guerra civil.
d) La configuración de una media luna en el territorio nacional que tome como base al estado Táchira.
e) En medio de una eventual paridad y reconocimiento de los contrarios, el establecimiento de un acuerdo de gobernabilidad entre los centros con exclusión y persecución de los extremos.
Está claro, que para que la derecha logre tales condiciones debe construir y desplegar una fuerza que quiebre con la legalidad antepuesta por Maduro, con la ascendencia de la revolución bolivariana sobre los sectores populares y lograr mayor aceptación en la FANB, a estos datos hay que sumarles que más del 80% de los venezolanos está en desacuerdo con salidas no electorales y al margen de la constitución.
El escenario sigue siendo complejo, aún con el levantamiento de las denominadas guarimbas, La derecha apoyada por el imperialismo se mueve bajo diferentes escenarios y formas de lucha, para ello cuenta con una base social reaccionaria bien cohesionada (la mayoría de la clase media), entre tanto el gobierno nacional que ha obtenido el respaldo internacional hoy se encuentra en el proceso de diálogo con los sectores burgueses, falta despejar si los acuerdos que allí se lleguen representaran un vuelco de los principios revolucionarios del gobierno bolivariano o se trata de una táctica para ganar tiempo y lograr recomponer la presencia del estado en la economía sumado al incremento del apoyo de las fuerzas populares y después pasar a una contraofensiva revolucionaria.
En todo caso, para las fuerzas populares revolucionarias tal crisis política se puede superar favorablemente dependiendo de la capacidad que tenga el movimiento popular participativo (campesino, sindical, comunal y consejista agregamos nosotros) de transformar el rechazo pasivo a las guarimbas en una movilización política activa y disuasiva en la calle que limite a los factores de la derecha y que además logre apuntalar con fuerzas el programa de Chávez, esto pasa por:
a) Generar numerosas y contundentes movilizaciones antifascistas y por el socialismo como única vía para consolidar una sociedad amante de la paz, tales movilizaciones deben ser iniciativas del movimiento popular participativo y no solamente convocadas desde el gobierno, se trata de movilizaciones que incluso presenten propuestas e ideas sobre la coyuntura y planteen progresivamente un debate nacional.
B) Organizar las articulaciones del naciente y embrionario sistema económico comunal, ahora la economía debe ser considerado un frente de luchas, que debe ser asumido por las expresiones del poder popular, (UBCH, comunas, consejos comunales, de trabajadores etc.).
C) Organizar una mesa por la verdad económica del poder popular que logre situar el problema del abastecimiento desde la revisión del modelo productivo capitalista- rentista y dependiente, desde la evaluación rigurosa del actual sistema de comercialización privado, planteando salidas viables, verdaderas y revolucionarias.
D) Integrar y configurar la Milicia Bolivariana o los comités de defensa de la revolución para enfrentar cualquier situación que coloque en riesgo la continuidad del proceso bolivariano, legitimado democraticamente.
En el desarrollo de estos episodios de crisis política, asistimos a momentos complejos y peligrosos, son tiempos de definiciones de las tendencias históricas que impulsan y orientan el proceso bolivariano. La burguesía venezolana no pudo en más de cien años desarrollar las fuerzas productivas del país, no lo hizo ni siquiera bajo el apoyo de gobiernos títeres a sus intereses y de represión del pueblo trabajador, su desarrollo precisamente ha estado inhibido por el enorme crecimiento y centralización del capital transnacional, el mismo que hoy se encuentra en una profunda crisis estructural, esta es la razón por la que los capitales industriales en nuestro país migran al sector ensamblador, importador o financiero a través de estafas como las que tuvieron lugar el año pasado con las empresas de maletín que se llevaron más de 27 mil millones de dólares.
Incorporemos estas verdades y muchas otras más a la comisión por la verdad económica de los productores de riquezas, del pueblo trabajador, del poder popular y avancemos sin concesiones a cerrarle el paso a la derecha continental y seguir abriéndole puertas al mundo nuevo que está despertando.
*Consejo Regional del Poder Popular.