NOTA: El siguiente es un aporte al debate constituyente que se está llevando a cabo a lo interno de Marea Socialista. Proceso democrático en el que se respeta la diversidad de posturas. Esta columna está dedicada específicamente al debate sobre el extractivismo y la mega-minería en Venezuela. Debate que ha tomado relevancia a partir del decreto N° 2.248 para la explotación del Arco Minero*.
La creación del ministerio para el desarrollo “minero-ecológico” ha acentuado la indignación de todos aquellos sectores que venimos denunciando el proyecto del Arco Minero del Orinoco. Que un ministerio o institución del estado lleve semejante nombre es una burda manipulación y una burla al raciocinio humano. Pero más allá, de expresar nuestra molestia, este tipo de acciones promueven un debate importante que no podemos obviar. Hay que darlo de cara al país y buscar desmontar dicho discurso, que en algunos casos hace dudar a sectores del pueblo venezolano.
Pueden existir aristas y distintas posiciones en torno al tema de la minería, pero puntualmente para el arco minero y el extractivismo una pregunta específica y delimitada debe ser contestada: ¿es posible desarrollar una minería ecológica con las grandes empresas transnacionales? La respuesta es que NO. Las empresas mega-mineras, cuya única orientación y preocupación es la ganancia y acumulación de capital, devastan y sobrepasan cualquier obstáculo con el objetivo de atender dicha preocupación. En los dos primeros artículos de desarmando al amo [1] expongo elementos que se suman al análisis. Este escrito en particular se enfocará en uno de los pasivos ambientales más graves que puede desarrollar la gran minería: los Drenajes Ácidos de Mina (DAM).
¿Qué son los DAM?
Los drenajes ácidos de mina (DAM) son producto de reacciones químicas que ocurren entre el oxígeno, agua y rocas con contenido de azufre. Los minerales sulfúricos (sellados bajo tierra) se exponen al ser removidos y triturados, producto de la actividad minera. La oxidación de minerales reactivos, como la pirita (bisulfuro de hierro, FeS2), puede a su vez inducir la oxidación de otros minerales menos reactivos. Estas reacciones generan ácido sulfúrico, H2SO4, como uno de sus productos, el cual puede deparar en el fenómeno de lluvia ácida.
La presencia de minerales sulfúricos no necesariamente implicará que se produzca ácido. Aunque los DAM no siempre ocurren, si ha sido un problema grave que ha generado inconvenientes a las grandes empresas. El inicio y desarrollo de un drenaje ácido es un proceso complejo, en que pueden pasar años hasta que este se haga presente, cuestión que dependerá de las características del yacimiento. Ahora cuando estos se inician las consecuencias ambientales para los ecosistemas son desastrosos. Contaminación de afluentes cercanos (con metales que se han disuelto), enfermedades en las poblaciones aledañas y erradicación de fauna marina (por los bajos índices de pH), son algunas de las consecuencias. Una vez se produce el DAM, este puede mantenerse durante décadas, hasta que los sulfatos sean extraídos completamente.
Minería a Cielo Abierto
Implica enormes movimientos de tierra, y dependiendo de la magnitud de la mina esta puede abarcar zonas que naturalmente pueden neutralizar ácidos (por presencia de compuestos “buffer”) así como áreas con un alto potencial para generar drenaje ácido de roca (ARD, por sus siglas en ingles).
El mecanismo por el cual se generan los drenajes ácidos se da de la siguiente manera. Sulfuros quedan expuestos a la atmosfera en las paredes de la mina y aquellas zonas fracturadas por las explosiones (desarrolladas en la construcción y explotación). Los productos de la oxidación de sulfuros son halados por aguas subterráneas o son arrastrados por corrientes que caen a lo largo de las paredes para colectarse en piscinas que se forman en el espacio donde el recorrido de arrastre se encuentra con una pared de la mina. Durante las sequías se produce una acumulación de minerales secundarios, los cuales, dependiendo de sus características, pueden liberar metales, sulfatos y/o ácidos durante las épocas de lluvia. Todo el mineral arrastrado por el agua se acumula en la piscina formada en el fondo de la mina, cuyo líquido puede ser removido por bombeo, evaporarse o filtrarse en el sistema natural de aguas subterráneas.
Las empresas argumentan que para evitar la filtración del ARD al sistema de natural de aguas subterráneas se construyen pozos de desagüe, para concentrar estas aguas contaminadas. Ahora lo cierto, es que las empresas no pueden tener certeza de que este mecanismo funcione bajo cualquier circunstancia. No pueden controlar el flujo de agua subterránea en todo momento. Y más aún, porque durante la construcción de las minas se alteran por completo las condiciones de los afluentes de agua superficial y bajo tierra para generar estabilidad a las áreas de trabajo y poder acceder al cuerpo de la mena.
Aunque pueden comenzar durante la explotación y producción es evidente que las consecuencias de los DAM serán perceptibles una vez que se abandona la mina. Sin mano de obra activa, sin actividades de bombeo o control y con todo el mineral sulfúrico liberado a la atmósfera se pueden dar las condiciones con mayor facilidad.
Figura N°1. Fuentes y mecanismos para el desarrollo del ARD en una mina cielo abierto: en operaciones, y luego de ser clausurada
Minería Subterránea
Para la minería subterránea se construyen distintos niveles bajo tierra. Se perforará tantos metros de profundidad como sean necesarios para extraer el mineral, guiándose por estudios geológicos de los yacimientos. Al igual que en la minería a cielo abierto se modifican las condiciones de los afluentes naturales con el objetivo de remover el agua subterránea de las zonas trabajo, mediante pozos de desagüe y mecanismos de bombeo.
Los sulfuros, de las paredes de las minas o las zonas fracturadas, quedan expuestos al oxígeno atmosférico mediante las entradas y conductos que se comunican con la superficie. Esta exposición genera la acumulación de productos de la oxidación de sulfuros, que son arrastrados por la entrada agua subterránea a la mina. Además, de liberar metales, sulfatos y/o ácidos, también se forman sustancias alcalinas como carbonatos. El agua sale de la mina por mecanismos de bombeo o por filtración hacia los afluentes subterráneos. Cabe acotar que además de contener los elementos liberados por la minería, esta se verá afectada por químicos introducidos durante la actividad minera (diésel, lechada, etc.) o por materiales para rellenar la mina (pasta de colas, roca de desecho, etc.)
De la misma manera que en la minería superficial, en el largo plazo, los tajos o instalaciones subterráneas de las minas son cuantitativamente más importantes que los depósitos de desechos como fuentes de drenajes ácidos [2]. Al clausurar la mina y cesar los procesos de desagüe esta se inunda progresivamente, aun en el caso que esta sea rellenada. La alta permeabilidad y porosidad presentes en la mina marcan caminos preferenciales para el flujo de agua subterránea. Las zonas inundadas previenen la oxidación, pero aquellas que estén por encima de las áreas afectadas por el aluvión serán fuentes de ARD a largo plazo.
Figura N°2. Fuentes y mecanismos para el desarrollo del ARD en una mina subterránea: en operaciones, y luego de ser clausurada
Rentabilidad vs Supervivencia
Como vemos, ni la minería a cielo abierto ni la minería subterránea llevada a cabo por las transnacionales mineras escapan de la posible generación de DAM. Además, del área de explotación del mineral, ambas minerías requieren gigantescas zonas de acumulación de desechos: sólidos, colocados en las escombreras (instalaciones de almacenaje de roca de desecho); y líquidos, recolectados en las presas de colas. Tanto las presas como las escombreras pueden llegar a ser fuentes activas en la formación de drenajes ácidos.
Debido a los grandes impactos que han generado los DAM, los dueños de las empresas se han comprometido públicamente a solucionar la problemática. Se jactan de hablar de su compromiso, de sus buenas intenciones y de ofrecer nuevas tecnologías. Mejoras en las impermeabilizaciones, controles estrictos, caracterizaciones avanzadas de los yacimientos entre muchas otras medidas. No se puede negar que puedan existir avances tecnológicos que puedan ayudar a reducir ciertos efectos, pero estos avances se ven minimizados con el acentuado impacto ambiental en los últimos 20 años con el auge del extractivismo. Cada vez se explotan más toneladas y se construyen minas más grandes. La producción y explotación de minerales a nivel internacional avanza mucho más rápido que los estudios de impacto ambiental y posibles soluciones que se encuentren para minimizarlos.
Lo cierto es que hoy la mega-minería contamina. Aunque se pueda, en casos excepcionales, minimizar daños, la contaminación sigue existiendo y representando daños irreparables a largo plazo. Tan es así, que la INAP (red internacional de prevención de ácido), institución a la que están adscritas grandes transnacionales de la minería, reconoce que es crítico el desarrollo de programas para la predicción, prevención y manejo del ARD.
El tema de fondo, es que no depende de las buenas intenciones. Para los grandes magnates lo que priva es la acumulación de capital. No se pueden acumular enormes fortunas y capitales y desarrollar una actividad minera limpia y que respete los ecosistemas. Esto último, implica cuantiosas cantidades de dinero, no solo para las investigaciones y estudios para evitar futuros desastres, si no en el reparo de los desastres que ya han ocurrido. Para el 2008, se estima que el coste global total para la responsabilidad ambiental asociada con ARD está en el pedido de $100 mil millones [3].
“Por ejemplo en Canadá, en 1994, habían alrededor de 1.800 millones de toneladas de relaves y 700 millones de toneladas de escombros generando ácido y el costo total de remediación de todos los productos mineros con DAM fue estimado en $5,250 millones. El costo para cada mina con DAM puede ser enorme, con costos anuales de hasta $6 millones en ciertos casos” [4].
*El presente artículo es parte de la Columna “Desarmando al Amo”. Aquí dejo los anteriores:
- La mega-minería devasta y el cianuro mata. http://www.aporrea.org/actualidad/a228602.html
- El Agua vale más que el oro. http://www.aporrea.org/poderpopular/a228663.html
Correo: elcesar4789@gmail.com
Twitter: @Cesar_JMarea
BIBLIOGRAFÍA
[1] http://www.aporrea.org/actualidad/a228602.html / http://www.aporrea.org/poderpopular/a228663.html
[2] “Mine waste or mine voids: which is the most important long term source of polluted mine drainage?”. PAUL YOUNGER. 2002
[3] “Why Are We Still Struggling Acid Rock Drainage?”. WARD WILSON. Geotechnical News. Junio, 2008.
[4] "La minería del oro a cielo abierto utilizando la lixiviación con cianuro". DEPARTAMENTO DE PASTORAL SOCIAL DE LA DIÓCESIS DE SAN CARLOS DE BARILOCHE. Argentina, Octubre de 2004
“Global Acid Rock Drainage Guide”. INTERNATIONAL NETWORK FOR ACID PREVENTION (INAP). 21 de Octubre de 2014. http://www.gardguide.com/index.php?title=Main_Page.
Es importante tomar en cuenta que a la INAP están suscritas las siguientes empresas transnacionales: Anglo American, Antofagasta Minerals, Barrick, Freeport McMoRan, Kinross Gold Corporation, Newcrest, Newmont, Rio Tinto, Vale, Xstrata
"La minería del oro a cielo abierto utilizando la lixiviación con cianuro". DEPARTAMENTO DE PASTORAL SOCIAL DE LA DIÓCESIS DE SAN CARLOS DE BARILOCHE. Argentina, Octubre de 2004
Las Figuras N°1 y N°2 son extraídas de: “Global Acid Rock Drainage Guide”. INTERNATIONAL NETWORK FOR ACID PREVENTION (INAP). 21 de Octubre de 2014.