Jueves, 24 de junio de 2022.- El Poder, así con mayúscula, a todos fascina, a todos tienta y a todos seduce con su efluvio mágico y fascinante, muchos son los llamados, pocos los escogidos.
El poder te dice: ven conmigo y yo te llevaré más allá de las estrellas.
No es fácil negarse, no lo es, la atmósfera que lo rodea, la energía que irradia, aunado a su atracción que es prácticamente inconmensurable.
Poder en el ámbito público y en el privado.
Poder político, financiero, religioso, profesional, mental, policial, laboral, amoroso, poder en todas sus modalidades.
Pregúntenle, si usted conoce a alguien que lo haya ejercido, pregúntenle cómo es, cómo se siente, es verdad eso que dicen, pregunte y oiga cuidadosamente las respuestas que le den.
Tiene aspecto de fruta apetitosa que clama por ser mordida, pero que en el mismo acto, al menor descuido, te devorará.
Se parece a esas y a esos amantes caprichosos, que nada les complace, que nada les satisface, que todo les parece poco pero que no podemos dejar de buscarlos y probablemente nos lleven a la ruina.
La capacidad que tiene el poder de transformar a todo aquel que lo detenta, a quien lo ejerce es muy potente, vigorosa y puede llegar a ser arrolladora, a pesar de quienes en él transitan no paran de decir, es una constante: fíjate que a pesar de todo, yo sigo siendo el mismo o la misma.
Muy difícil, porque sencillamente, no eres el mismo.
El poder te permite realizar cosas, alcanzar metas, desarrollar proyectos que le están negados a la mayoría de los seres humanos, de ahí nace parte de la vertiginosa carrera de todos por su búsqueda.
Las motivaciones son variadas, algunas muy altruistas, otras no tanto y muchas francamente egoístas.
Hay quienes lo ambicionan tanto que se las arreglan para estar cerca de quien lo ejerce y muchas veces hasta llegan a pensar que son el eje del poder.
El ser humano que ejerce el poder, en la mayoría de los casos, se siente a un nivel superior al resto.
El ejercicio del poder, a pesar que muchas veces se olvida, está intimamente ligado a una enorme carga de responsabiliddad cuyo cumplimiento debe realizarse rigurosamente, dentro de claras normas éticas.
Cabe recordar una de las famosas frases del palestino, nacido ya hace más de dos mil años, quien proclamaba el poder del amor y decía que su reino no era de este mundo, decía también, refiriéndose genéricamente a todos hombres, a todos los seres humanos y que podemos derivar hacia los que tienen poder, hacia los poderosos, decía: ``Por sus hechos los conoceréis´´
Hechos y no palabras.
La búsqueda del poder está siempre presente, está ahí, en cada uno de nosotros, expresada abiertamente o latente, forma parte de la naturaleza humana y de su sabio manejo depende, en gran medida, nuestro futuro como especie.