En este momento crucial para la Revolución Bolivariana, Aporrea se está perfilando como un espacio de convergencia para la opinión de los revolucionarios preocupados por el sesgo derrotista que quieren dar a la extraordinaria victoria electoral del pueblo venezolano el pasado 15 de Febrero. Hemos, votado por el SI a la enmienda constitucional porque creemos que el Presidente Chávez es en este momento -y esperamos que por mucho tiempo más- el líder de talla nacional e internacional que puede conducir sabiamente los destinos de la patria venezolana y la Revolución Bolivariana en estos momentos críticos para toda la Humanidad.
No debemos olvidar que en próximas fechas se celebrará la Cumbre de las Américas donde asistirá seguramente el presidente Obama, quien no es ni el negrito del batey ni un babieca como George Bush: es un hombre con una excelente formación política, quien se encuentra arrinconado por la profunda y casi inextricable crisis que vive en el presente la sociedad estadounidense: las finanzas y la banca, como hemos visto y experimentado los venezolanos, ya no pueden ni quieren cumplir su papel de intermediación, los componentes de su economía productiva se desploman uno tras otro víctimas de la quiebra generalizada del consumo, el modo de vida capitalista estadounidense, el american dream, se ha convertido en una horrenda pesadilla y solamente un milagro de la economía china podría evitar el colapso del dólar como moneda mundial de cambio. Obama necesita presentarle a su pueblo alguna victoria en política externa en el corto plazo, ¿dónde, cómo? El aquelarre mediático mundial ha querido presentar al presidente Chávez como el principal enemigo de Estados Unidos. Solamente intentar neutralizarlo antes de la Cumbre de las Américas, e intentar también neutralizar de paso los movimientos revolucionarios de Ecuador, Bolivia y quizás también Cuba, permitiría al aquelarre mediático presentar a Obama frente la opinión publica estadounidense, como el presidente que recuperó el liderazgo de USA en América Latina.
Tratar de establecer la conciliación entre el cogollo derechista bolivariano y el cogollo de la derecha empresarial fascista, sería el camino obvio para lograr aquel fin, así como para tratar también de dividir nuestra revolución, desmantelar nuestra lucha por la soberanía y someternos de nuevo al yugo colonial imperialista. Luego de lo ocurrido con el Banco Stanford, para nadie es ya un secreto que la crisis financiera mundial podría afectar mortalmente -en el corto plazo- la economía paralela mafiosa montada en Venezuela por los comerciantes, los banqueros y sectores adinerados de la alta burguesía y la clase media, quienes podrían perder hasta 2500 millones de dólares, contrabandeados a pesar de CADIVI, y colocados en la banca off-shore de Antigua.
La profundización cierta de la debacle financiera paralela, no augura nada bueno para el sector capitalista privado venezolano. Si les tendemos la mano se cogerán también el brazo, el cuerpo todo de la revolución, así como también a PDVSA, sueño dorado de Luis Giusti, directivo del Stanford Bank. ¿Qui bono? ¿A quien quieren beneficiar? A los empresarios golpistas y fascistas de FEDECAMARAS que armaron el golpe del 11 de Abril, a los que sabotearon a PDVSA y se robaron 15.000 millones de dólares y trataron de rendir por hambre al pueblo venezolano, a los que están desmantelando las misiones bolivarianas y asesinando líderes campesinos así como han intentado el magnicidio contra el presidente Chávez. ¡Despertemos! Es hora de profundizar la lucha ideológica y la formación de la conciencia revolucionaria en el pueblo venezolano, de acelerar sin vacilaciones la construcción del socialismo, única salida válida para la crisis social, cultural, económica y ecológica que se abate sobre la Humanidad y amenaza la vida de nuestro país. Nada me agradaría más que estar equivocado en mis apreciaciones, que alguien demostrara que este escenario es injustificadamente alarmista...
