“Por cada punto del IVA se
recaudarían aproximadamente
5 mil millones de bolívares, eso son más de
mil millones
de dólares a 4,30”, dijo el presidente Chávez
al adelantar
que la Ley Habilitante
solicitada a la Asamblea
Nacional incluye un aumento en este tributo.
El Presidente Chávez ha anunciado la posibilidad de un aumento en el IVA. Cómo sabemos, es un impuesto indirecto y generalizado al consumo, que no discrimina entre los que más ganan y menos tienen. El sentido del IVA, bajo la concepción capitalista (neoliberal) de proteger la ganancia privada, es contrario al impuesto al lujo y a la ganancia, que es la medida que se debería adoptar en revolución. Esto coloca en discusión no sólo una medida impositiva regresiva y antipopular, sino la propia orientación del gobierno ante una Situación de Emergencia. Orientación que tenemos que evaluar alrededor del viejo problema de cómo y con qué política recorrer la Transición Revolucionaria; es decir, la lucha contra el modelo económico-cultural capitalista y la transferencia de poder a los que únicamente viven de su trabajo: base social del proceso y que mayoritariamente se unifican como Pueblo Bolivariano.
Anunciar la posibilidad de un aumento en el IVA, marca una orientación económica del gobierno que comienza a generar dudas y nos coloca en la perspectiva de una nueva crisis a lo interno de las filas comprometidas con el proceso. Proceso que desde su nacimiento se mueve en un contexto internacional, más allá de los límites nacionales y que requiere de políticas revolucionarias recurrentes, de transición socialista, que moralicen y blinden no sólo nuestra vanguardia de millones en Venezuela, sino de cientos de millones en el mundo que nos ven como un punto de resistencia ofensivo contra el imperialismo y el capitalismo en crisis.
Lo que ha hecho la disposición de cambio de nuestro pueblo junto a sus vanguardias y el propio presidente Chávez nos ha colocado como un referente que ha influenciado internacionalmente a muchos otros pueblos y sus vanguardias, por la manera como hemos defendido nuestro proceso frente a la conspiración, en política de sinceración de los precios del petróleo, en nuestra lucha continental contra el ALCA, en la solidaridad con los pueblos en lucha, en la construcción de alianzas como el ALBA, en nuestra posición contra un mundo unipolar y por nuestras experiencias embrionarias aún en proceso sobre formas organizativas institucionales alternativas al Estado Capitalista y que también avanzan en los sectores populares, obreros, campesinos y franjas de la clase media.
Vivimos un momento de crisis mundial donde la direccionalidad política en el país y su correspondencia con la transición revolucionaria juegan un papel de primer orden. Lejos de cualquier aventura ultraizquierdista, el carácter revolucionario de nuestro proceso nos impone diferenciarnos de todos los gobiernos burgueses del mundo: toda medida que anuncie el Presidente Chávez tiene que moralizar y blindar la base social del proceso, profundizar sus niveles de conciencia anticapitalista y convertirse, a su vez, en señales contundentes que marquen el camino a los pueblos explotados del mundo. Ellos suben el IVA, nosotros lo bajamos; ellos rebajan los salarios, nosotros los subimos; ellos atentan contra la seguridad social, nosotros la ampliamos; ellos privatizan la salud, nosotros la socializamos; ellos crean crisis con el negocio inmobiliario, nosotros desmercantilizamos el sector vivienda y hábitat porque es un derecho constitucional; en fin: ellos quieren salvar el capitalismo socializando las perdidas, nosotros queremos enterrarlo con fuertes impuestos progresivos a la acumulación privada del capital para traspasarlos a los desposeídos de siempre.
Por eso la incongruencia de una medida como el IVA con relación al carácter revolucionario y socialista del proceso, constituye un desatino en política nacional y para nuestra imagen internacional, además de ser una política desconsiderada para con el pueblo, porque hay otras fuentes de donde obtener recursos para atender las emergencias. Veamos los siguientes datos:
Presupuesto
Nacional del 2011: 204. 208 millones Bs.
Fuente de Ingresos Corrientes Ordinarios (ICO)
1. Al SENIAT le corresponde de recaudar 110.060,8 millones de bolívares, es decir, 67,2% de los ICO de la siguiente forma:
- IVA: 61.366,3 millones de Bs., es decir, el 37,5% de los ICO
- Impuesto Sobre la Renta (ISLR): se espera aportar 30.220,3 millones de Bs.
- Renta aduanera: 9.119 millones de Bs.
- Otros impuestos: 9.355,2 millones Bs.
2. Aporte Fiscal Petrolero: 45.367,3 millones de Bs., es decir, el 27,7% de los ICO
Visto lo anterior, precisemos lo siguiente:
- Quienes más aportamos al Presupuesto Nacional (PN) somos la población en general, a través de un impuesto indirecto y perverso, el IVA, que alcanza casi el 30% del PN y donde se pecha a la gran mayoría del país que vive únicamente de su salario, la cual no acumula privadamente capital como la burguesía ni como la burocracia que usufructúa delictualmente las riquezas del país.
- Aunque nos beneficiamos de la Renta Petrolera, ésta no es la que más aporta al Presupuesto Nacional como la mayoría cree. El IVA supera en casi un 10% el total de la contribución fiscal petrolera.
- La contribución de los grandes capitales de empresarios y banqueros extranjeros y nacionales al Presupuesto Nacional se desconoce, enmascara y confunde en la generalidad de la recaudación fiscal, cuando por el carácter socialista de nuestro proceso debería rigurosamente especificarse para el conocimiento público y la necesaria contraloría social. Porque tal como se presentan los datos, también en el ISRL, la Renta Aduanera y Otros Impuestos hay un aporte considerable que ingresa al fisco por vía del trabajo, en sueldos y salarios.
En este sentido, la pertinencia del debate es obvia. Un gobierno revolucionario para distribuir su Presupuesto Nacional en beneficio de las grandes mayorías y de acuerdo a la máxima socialista: “De cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades” sólo puede hacerlo revolucionando los aportes al Fisco, recaudando impuestos directos, claros y transparentes donde los que más tienen más aportan. Y más en una Situación de Emergencia que requiere de medidas excepcionales, radicalmente democráticas y de justicia social.
El Presidente Chávez está lo suficientemente habilitado por el Pueblo Bolivariano para actuar en concordancia con el proceso, profundizarlo y radicalizarlo. Él, el gobierno y quienes colaboran en la contingencia que ocasionaron las lluvias, se han ganado los afectos de todo el pueblo que sin mezquindad ha medido el esfuerzo con que se ha asistido a la totalidad de los damnificados afectados. No tiene sentido ningún tipo de medidas que golpee el salario y el trabajo, cuando lo justo y verdaderamente democrático es pechar la ganancia, el gran capital, desmercantilizar y hacer una revolución en el sector de la vivienda y el hábitat que tiene alrededor de dos millones de damnificados invisibles que viven en casas o apartamentos con sus familiares.
Estamos llamando a debatir sobre lo errado que puede ser para el proceso la toma de decisiones alejadas del carácter de clase de un gobierno que tiene como base social a un pueblo que no tiene salida en el marco capitalista. Decisiones que nos pueden llevar a un retroceso histórico, cuando lo correcto es potenciar la actuación favorable que se ha tenido, en esta primera fase de resolución de los problemas que nos generaron las lluvias, para aprovechar la situación de emergencia y avanzar en bloque con todas las organizaciones del proceso en medidas de transición revolucionaria que nos blinden a lo interno y que contribuyan a la formulación práctica del Socialismo como alternativa para la humanidad y el planeta en este siglo.
En tal sentido, nuevamente nos hacemos parte de las propuestas que han surgido del debate radical en el seno del movimiento popular, de los trabajadores, campesinos y sectores progresistas de la llamada clase media:
- Discusión democrática de las medidas pertinentes para el afrontamiento de la emergencia, entre el gobierno nacional y las organizaciones del Poder Popular y movimientos sociales del proceso (organizaciones sindicales, campesinas, populares, etc.). Aplicación real del principio de la democracia participativa y protagónica.
- Fuertes impuestos progresivos al lujo, a las altas ganancias y a la acumulación privada de capital para traspasarlos para su inversión en las políticas sociales y solución a los problemas de la emergencia.
- Revisión de los Tratados de Doble Tributación que eximen de impuestos a los capitales extranjeros con el objeto y la intención de pecharlos de acuerdo a los requerimientos de la emergencia nacional.
- Estricta contraloría social y conocimiento público respecto a los recursos derivados de la recaudación de impuestos, con participación del Poder Popular y los movimientos sociales.
- Auditoría Social de la Deuda Pública (Externa e Interna), para determinar los componentes de deuda ilegítima, fraudulenta, ilegal o injusta; especialmente de la deuda corrupta de la IV República neoliberal que continuamos pagando. Redefinir la política de pago de la Deuda para liberar recursos en función de los intereses del pueblo, de la emergencia nacional y de la revolución en transición al socialismo.
- Plan de emergencia de todas las empresas del Estado relacionadas directa o indirectamente con la construcción de viviendas y planes de urbanismo (cemento, metal, cerámica, infraestructura, etc.) para desmercantilizar y hacer una revolución en el sector de la vivienda y hábitat, con participación de los equipos de control obrero y las organizaciones comunitarias.
- Discusión democrática-popular de todas las leyes y reglamentaciones que atañen a la vivienda y al tema inquilinario, para aplicar cambios revolucionarios.
20 de diciembre de 2010