“Hoy estaba al lado del pueblo mientras esperaba ver a su Presidente, como si fuese una especie de mariposa con una vida muy frágil y breve. Allí está el otro punto de vista: el pueblo”
Max Plug, cineasta coautor de la película
Venezuela, Nuestro petróleo y otros cuentos,
He intentado leer con suma calma, como me recomendó un entrañable compañero, cada uno de los artículos aparecidos en torno al asunto de Aporrea, Encontrarte y el documental: Venezuela, nuestro petróleo y otros cuentos. No pude terminar la tarea antes de comenzar a escribir, estoy frente al aparato de una sala de navegación ahora escribo y sigo leyendo.
Me disculpo con todos y todas los compañeros y compañeras que han hecho parte activa en este debate por no participar con mayor frecuencia. La mayor parte de mi tiempo la paso lejos de una conexión a Internet, no tengo por ahora conexión en mi casa, a veces por donde ando no llega ni señal telefónica. Mi consuelo de estas carencias es que si hago bien mis tareas, persistirá una conexión invisible con la voz y la razón de todos los que luchan. Me consuelo cuando se me cruza el alma después de una asamblea indígena o de un cine club campesino con planta de gasoil y en el silencio nocturno sueño en consignas y grito con mis hermanos invisibles: “avanzamos, avanzamos, avanzamos” y pienso en la viva presencia de mi pequeño Comandante de Angostura y le grito desde mi silencio de grillos: “estamos cumpliendo”. Espero pronto recuperar Internet, no me gusta aislarme del debate, creo que Aporrea es un instrumento importante para la lucha popular y revolucionaria, quien ha leído nuestros reportajes sabe a que me refiero.
La película que proyectamos esta noche, sobre un rancho de lata de una ocupación semirural wayuu, es Venezuela, nuestro petróleo y otros cuentos. Tenemos planeado llevarla a todos las comunidades con las que tenemos vinculación en la región zuliana, desde las más fronterizas, hasta el cordón de miseria del noroeste de la moderna ciudad de Maracaibo. Lo mismo hicimos con las anteriores películas de este grupo de cine urgente europeo y de otros notables compañeros que han venido a constatar la vida y han recorrido el camino de las hormigas de la revolución bolivariana. El documental otro modo es posible en Venezuela fue proyectado, 74 veces en los barrios y comunidades populares del Zulia, remonto ríos con nuestros colectivos y fue instrumento de construcción de soberanía, fue una herramienta hecha a nuestra medida, por que en ella el protagonista de este proceso de cambio éramos nosotros mismos. Nuevamente estos compañeros nos facilitan una herramienta para el trabajo cotidiano de construir el tejido que sostiene este proceso, la vamos a aprovechar al máximo.
Al final de la película la conversa de costumbre, se puede hablar de cualquier cosa, se puede desviar el tema y hablar del círculo de abuelos, del comité de salud, de algún chisme que busca trascendencia. Una señora dice. “Viste lo “morsa” que se ve Calixto, que indignación que ese sea uno de nuestro representantes, no podemos seguir así tenemos que sacar a esos desgraciados que no creen en la Constitución”. Otro compañero dice: “Eso es lo que yo digo sobre el comité de salud, si dejamos que otros decidan y hagan los planes, donde esta el protagonismo, donde es que entremos nosotros, y cuando los compañeros cubanos se vayan, que madurez vamos a tener para asumir”, lo ataja una compañera: eso puede esperar a quí el problema es que la gente no sabe delegar y vamos coronando reyecitos y reinitas por todos lados por nuestra indolencia”. Así se va tejiendo la conversación, un para de veces antes de concluir volvemos a el tema central de la película, “hay que pedirle a Chávez que saque a todos eso vagabundos y gobierne con las comunidades por que lo van a asfixiar con sus negociados y corruptelas”. Alguien propone pasar la pasión de Cristo para semana santa, hay polémica, otro dice que este espacio no es para eso, alguien dice que la recreación también es importante en el cine club, alguien concluye con las risas de todos: “verga pero que diversión puede haber con Cristo sangrando, flaquito, asesinado por los marditos romanos”. Es tarde mientras se recoge el telón artesanal y el proyector se guarda cuidadosamente, los amigos y compañeras se despiden hasta la próxima semana, o hasta mañana, pues hay reunión del comité de tierras.
No se hace cine militante o cine alternativo para complacer a ningún gobierno, ni a funcionarios, ni a empresas. Tampoco para presentar una visión equilibrada de la realidad. Se hace cine urgente o alternativo, para compensar el desequilibrio de los grandes medios y las grandes cadenas transnacionales de la información, ofreciendo con preferencia la visión de los que no tiene expresión desde la comunicación del poder, la de los sectores sociales en lucha, la del pueblo.
En el caso de los colectivos ANMCLA registran lo que sucede mientras otros compañeros participan en las peleas, y si no hay mas nadie, la cámara le da paso a la palabra y al machete. Nosotros no somos imparciales, buscamos compensación en el marco de la lucha de clases como uno mas de nuestro pueblo y de sus trabajadores, indígenas, campesinos, juglares. A decir de los compañeros de Aquí Estamos (noticiero alternativo) “somos tan imparciales como CNN”.
También es cierto que aborrecemos el deber ser del periodismo formal, no el malo, aborrecemos el que se enseña en las universidades, por que está construido para incautos, depositario de una moral decimonónica que es una gran falsedad, desde donde se construye de fondo y de forma la razón del poder y se anula la razón de todos, donde la democracia es sólo una palabra asimilada por la dominación.
En que coyuntura este documental es herramienta de la lucha popular
También creemos que una parte fundamental de la confrontación social que impulsa los cambios y una nueva hegemonía en el país se ha movido a lo interno de las fuerzas que apoyan lo que llamamos proceso bolivariano y que existe una coherencia agrupada preferentemente en la burocracia que se constituyen en corriente, en su mayoría caracterizada por un desarraigo de la construcción de este proceso y que se enfrenta a las corrientes sociales que han fabricado esta rebelión y que construyen a diario los espacios de libertad de nuestro pueblo. La línea de esta parte de la confrontación es difusa, pues también en el gobierno se expresan en parte importante de la políticas sociales las aspiraciones de los sectores populares, con el concurso inclusive de sujetos provenientes de estos en las responsabilidades de administración.
Mientras esta confrontación se resuelve y la corriente burocrática amenaza con secuestrar los espacios de participación protagónica, persiste la lucha popular por construir su propio poder y por cerrarle el paso a las pretensiones del imperio en todos los terrenos. En algunos casos notables el imperio consigue aliados en lo peor de la casta burocrática.
El compañero Presidente cuenta con la lealtad de todos, pero ¿quiénes son los que luchan y construyen y quienes se viven las posiciones de privilegio y reproducen los viejos esquemas de la democracia burguesa?. El compañero Presidente es el sujeto de la circunstancia histórica, vibra con la crisis y nos refleja a todos. Pienso aún desde la difícil pelea contra las transnacionales en Perijá, que nos refleja preferentemente a nosotros.
La lucha en la que nuestros colectivos de base están involucrados, contra el aumento de la explotación del carbón en la Sierra de Perijá, hace parte esencial de las luchas contra el modelo de desarrollo neoliberal que pretende imponer el imperio y el capital transnacional en nuestro continente, también la lucha hoy un poco apagada por el control obrero en la industria petrolera venezolana, así como otras luchas que refleja el documental y otras como las de la cogestión y la autogestión obreras, como la de la defensa de la reforma agraria. Estas luchas en el marco de la articulación popular y de la unidad de los sectores sociales de nuestro proceso dan vitalidad a nuestro proceso revolucionario; estas luchas aisladas por obra de una casta burocrática y del poder de los operadores transnacionales reflejan su estancamiento. En el auge de un proceso revolucionario todas las luchas adquieren una visión estratégica y sin abandonarla trascienden la resistencia.
Este video no es la única herramienta de lucha popular en Venezuela, hay un auge, hay una expresión que comienza a despertar que se hace fuerte, nuestro gobierno la fomenta incluso, como esta fiesta de las ideas puede controlarse o detenerse, con la cancelación del cambio. Eso no sucederá, no lo permitiremos.
Algunas consideraciones al texto de encontrarte:
Encontrarte: La película basa su estructura en la contraposición de la situación real actual de los pobladores de las zonas visitadas en particular y de la política petrolera nacional con declaraciones y propósitos que han tenido diferentes gobiernos y las expectativas que en su momento generaron. Constantemente, la película yuxtapone imágenes (filmadas por ellos o de archivo) con gestos y declaraciones. Todo encaminado de acuerdo a una línea argumental continua, que aspira convencer que las cosas van mal.
Las cosas van mal, queridos amigos, han ido mal por muchos años y continúan así, estamos intentando como pueblo en el marco de un período de transición que aún no trasciende a la democracia representativa, que aún la padece, impulsar una transformación estructural que se prefigura en la constitución, pero que aún tiene un difuso carácter. Nuestro proceso revolucionario es una suma de continuas crisis, algunas generadas por el enemigo, otras por nosotros, en algunas hemos avanzado, en otras no. Insistimos desde las bases sociales en avanzar en el desmantelamiento de lo viejo, en la edificación de lo nuevo. En este esfuerzo, la crítica es una herramienta formidable, ella corroe el discurso del poder que algunas de nuestras instituciones tienden a reproducir.
Estamos mal y no hay nada que la postproducción pueda hacer al respecto. Sin embargo debo observarles que lo que ustedes ven como mala obra en la obra es justo lo necesario para decir lo que necesitamos decir ahora.
Un videasta militante no sale a filmar sin una idea preconcebida, ningún videasta lo hace, tampoco los que trabajan para la Fox news, tampoco Michael Moore, algunos salen con mas plata a trabajar, con más salidas mediáticas garantizadas para su producto, algunos salen con una investigación hecha, con un compromiso amarrado a la realidad. Un videasta militante puede modificar su idea en el debate con los sujetos sociales de su temática, con los que amarra su compromiso. Los compañeros de este documental lo hicieron al menos con nosotros, los activistas, indígenas y campesinos de la lucha contra las transnacionales en Perijá, no se si eso endureció o suavizó el documental, sólo puedo decir lo que ya dije, la cinta en nuestras manos es una formidable herramienta de trabajo popular y revolucionario.
Cualquier optimista puede confundir las cosas en el actual período de transición que bien a caracterizado Chávez cuando dice que “lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer”, pero un militante revolucionario con una responsabilidad comunicacional debe diferenciar claramente lo que es gobierno, lo que es estado, lo que es movimiento popular lo que es pueblo, lo que es burocracia clientelar y visto todo esto, debe ponerse decididamente al lado de las fuerzas históricas que impulsan el cambio revolucionario en las condiciones que este esté. Esa condición es la única brújula que tenemos. Los compañeros de Nuestro Petróleo y otros cuentos no soltaron esa brújula en ningún momento.
Para finalizar, no veo en esta película nada que le falta el respeto a Chávez, tal vez lo cineastas juegan el papel del siervo que se montaba en carruaje del héroe de Roma mientras recorría la vía Apia bañado por laureles y vitores ,para decirle a cada instante en la oreja, “recuerda que eres mortal, recuerda que no eres un dios”. Esa costumbre republicana se perdió en la época imperial época de decadencia para Roma. Igual que la película, Chávez es instrumento de transformación, parte del sujeto colectivo que somos los trabajadores y el pueblo.
Mientras este debate transcurre el documental en manos de los medios alternativos recorre nuestros barrios, acerando la conciencia de nuestro pueblo para los retos de la actual coyuntura, y este pueblo se prepara para dar sus peleas, sin perder la confianza en sus liderazgos fundamentales, los que tiene cerca, en el comité de tierras, en el comité de salud, en la emisora, y en Chávez, pero que yo sepa este documental lo que genera es solidaridad humana con el compañero presidente, “pobrecito, rodeado de tanto bicho”. Sí ayuda a no confiar en gente como Calixto Ortega, cuya idea de la participación protagónica queda decididamente en entredicho.
A Farruco Sesto,
A vos solo puedo hablarte desde lo que tu una vez llamaste “la muchedumbre de ceniza” o desde el “ronco silencio”, creo que somos hijos conscientes de la misma crisis, hemos tenido el privilegio de andar con quienes practicaron el sueño con exactitud y hoy asistimos a la exactitud de una metáfora que supera las posibilidades que soñamos. Trato de andar cerca de la profecía que persiste en los hombres y mujeres del pueblo, que es el grial de nuestra extinta mesa de obreros.
No me gustó para nada el espectáculo del día de la resistencia indígena, ahí vi a un amigo entrañable de la nación Barí, disfrazado de Barí. De no ser por mis hermanos los tumbaestatuas hubiera sido una contribución venezolana muy triste para la resistencia indígena latinoamericana. Creo que haces lo posible para honrar el juramento que hiciste al tomar posesión de tu cargo. Creo que te acompañaremos como lo hicimos antes en profundizar el esfuerzo de que la cultura sea un asunto comunal y no gremial, como hasta ahora lo ha sido, Creo que haces bien en reconocernos como interlocutores, a los trabajadores en tu gestión, pero insiste en no confundir gremio con pueblo en lucha.
Creo que el financiamiento y la difusión del cine militante debe ser una política central de la gestión cultural del gobierno revolucionario, sin restricciones, sin consideraciones previas, que es muy peligroso, ya que el gremio cultural no esta preparado para considerar sobre lo nuevo y lo emergente, ya que lo nuevo lo desmantela. Creo en una frase que se que es tuya aunque una vez la pronunció un indigno: “porque nosotros no estamos aquí en nombre del pueblo, sino como parte del pueblo para contribuir a que sus metas mas elevadas puedan ser alcanzadas”, esa es la actitud que debe direccionar nuestra política en la calle y en el cargo: “una democracia sin otros límites que la disposición y la conciencia del pueblo para ejercerla”.
Lo demás es anécdota Farruco, y fuimos educados para la síntesis, espero que este proceso nos devuelva todas las palabras y gestos posibles.
A los compañeros de Aporrea
El debate sobre la película refleja una crisis en este espacio de articulación que compartimos, la cura es la misma de siempre, la democracia, el debate, pero no en el Apoequipo, por que nosotros apenas somos una familia virtual, el debate debe abrirse a todo el movimiento popular, del cual nosotros hemos sido cartelera por varios años.
Por largo tiempo fue editorial la posición de los compañeros de Econtrarte, llamado único bajo el cabezal en un debate que ya se hacia evidente, eso tiene un valor comunicacional claro, aporrea suscribió para sus lectores la posición de Encontrarte. Ahora está publicado el comunicado En solidaridad, al cual se subordina todo el debate, con la única intención de defender a encontrarte de los ataques destemplados de algunos debatientes. El punto central del debate entre revolucionarios, completamente perdido: La comunicación libre, el papel del cine militante, la actual coyuntura de nuestro proceso revolucionario.
El párrafo que más me preocupa y que me invita a este debate es el siguiente:
Todos conocemos históricas experiencias finamente dirigidas a hacer retroceder y fracasar procesos revolucionarios en el mundo y para lograrlo no sólo ofrecen dólares, sino que utilizan diversas estrategias, entre ellas infiltrar enemigos en las organizaciones sociales, políticas, sindicales, etc., con el claro propósito de reventar equipos de trabajo constituidos, sembrar enemistades entre compañeros, generar dudas sobre la honestidad, crear rencillas, potenciar rencores personales, sembrar y reproducir la desmoralización y la desconfianza; sobre todo si cumplen una importante labor dentro del proceso revolucionario que vivimos. No es casual que en medio de las contradicciones y debates propios de los actores del movimiento popular y revolucionario, captamos a individualidades o sectores ajenos al proceso revolucionario observándonos “frotándose las manos y echándole leña al fuego” y tal vez con deseos de lograr darle mayor cobertura a través de “sus medios”.
Estos son los argumentos de las purgas de siempre y a mi juicio conspiran contra la libertad de pensamiento y el libre juego de las ideas que prevalecía como valor en le histórico partido bolchevique en le campo revolucionario hasta que Trotsky y sus compañeros fueron aplastados por el triunvirato encabezado por Stalin. Este párrafo es demasiado argumento para referirse a la ligera y ofensiva letra de Leocenis y mucho peso a la hora de evaluar hacia donde va la página y cual es su papel como instrumento de la lucha revolucionaria.
Adelanto un planteamiento para este debate: Aporrea.org no es una organización en si, es un instrumento de diversas corriente, todas dentro del movimiento popular y obrero, para romper su invisibilidad y dar sus debates. No existe un colectivo Aporrea, los que estamos somos facilitadores de otros procesos en los que estamos inmersos, en la comunidad, en la calle, en la fábrica, en el frente internacional, etc. No existe un colectivo Aporrea por que un medio revolucionario no puede sostenerse en una relación simplemente virtual, somos reflejo en Internet de los cuentos de la resistencia y de la lucha o mejor no somos. No somos una página del gobierno, somos una página de la revolución bolivariana y continental. El gobierno es uno de nuestros problemas, cruzado por corrientes como estamos nosotros, no nuestra razón de ser. Mientras esperamos una oportunidad para defender al gobierno hay todo un amplio terreno de la lucha de clases que se despliega ante nosotros y requiere de nuestra militancia y de nuestra articulación.
Aporrea es la punta de lanza de una ofensiva comunicacional que está por concretarse, donde desde la autonomía de lo social elevaremos el perfil de las múltiples voces de la revolución continental en Internet. Y que paradoja, esta tarea tiene una aliado el gobierno bolivariano, con el que mantenemos una relación dialéctica de acuerdo al principal compromiso de las fuerzas sociales del cambio, mantener la hegemonía en el seno del pueblo.
La marcha del 31 de marzo, por la defensa del agua y de la vida, es tarea de revolucionarios y en Aporrea no hemos sido capaces de entender y ponernos de acuerdo para impulsarla. Chavistas de todas partes se sienten convocados, militantes de la revolución entienden la convocatoria rapidito y empujan desde sus comunidades, Sin embargo en Aporrea no pasa nada, excepto lo que publicamos de manera particular. La militancia virtual, no es militancia, Internet es un instrumento, no un fin en si mismo. No perdamos el arraigo que caracterizó a la página en su nacimento.
Abrazos a todos los mencionados, abrazos nuestroamericanos y bolivarianos
¡volvemos por todos los caminos!
Juan Carlos La Rosa es militante del PNA-M13A, Colectivo ANPA/ noticias del pueblo, miembro de la Coordinación Nacional de la ANMCLA