Quienes creían que la guerra económica de los sectores parasitarios enquistados en Fedecámaras- Venamcham se liquidaría sólo con ofensiva lanzada por el Presidente Nicolás, se equivocaron.
Por una parte, por mucho que haga el Presidente, por mucha ley que nos garantice nuestra soberanía económica y familiar, por mucho esfuerzo que hagan Jorge Arreaza, Hebert García Plaza, Eduardo Samán, Rafael Ramírez y todos los ministros, nada de ello, será, ni suficiente, ni eficiente, si nosotros ciudadanos, no creemos en el Poder del Pueblo, si no activamos la "Contraloría Social", las Comunas y consejos comunales y si no logramos hacer "tierra arrasada" con todos los comercios y servicios, que han sido supervisados a medias o, simplemente, no han sido supervisados, ni rechequeados posteriormente. Ni hablar de la corrupción que nos aturde.
Por otra parte, desde los sectores que dirigen esta "Guerra Económica" contra el Pueblo, para derrocar a Nicolás Maduro, ha habido una rápida recomposición orgánica y viraje, que juegan a su favor y, ahora, generan una matriz favorable para ellos, cuyos resultados, se evidenciarán en enero y nos daría un "febrero caliente" (aunque su efecto ya empezó a hacerse sentir), si no actuamos de manera rápida, audaz, inteligente y efectiva.
Una vez tomadas las medidas puntuales por el Presidente Maduro y con las nuevas leyes en defensa del salario real y puesto en evidencia: la usura, el robo, la inflación artificial, la ralentización, el desabastecimiento programado o inducido y el mercado negro de dólares, estos sectores plutocráticos, han aplicado; falsas ofertas, pagos de multas y reincidencia del sobreprecio, cierres por falsos inventarios, no reabastecimiento deliberado de mercancía, campaña de descrédito del gobierno y culpa a la falta de divisas, campaña formal y justificación inducida en beneficio de estos sectores parasitarios, con apoyo de la "pseudointelectualidad universitaria", anuncios del "colapso total", desempleo, desabastecimiento, etc., para el mes de enero y falsos acercamientos con el gobierno, desde todas las instituciones, con una falsa capitulación, luego de los resultados de su supuesto "plebiscito" al que ellos denominaron en las pasadas elecciones de alcaldes y concejales, peine en el que pareciera caer nuestro gobierno, aunque no es más que una muestra de buena voluntad de Nicolás Maduro, mal interpretada por esa burguesía vampira. Todo ello, ahora, bajo el amparo del John Kerry, quien en su mensaje subliminal, los mandó a desatarse, para ellos, actuar de la manera como lo vienen haciendo en Siria y con el éxito con el que derrocaron a Salvador Allende y lo asesinaron.
En este punto nodal de esta guerra económica, aún no ganada por ninguna de las partes, pudiera servir de algo, considerar que hay dos errores en política, que pueden llevarnos al fracaso: la sobreestimación y la subestimación. Explicados de manera práctica, por ejemplo, muchos asesores, políticos y analistas, sobreestimaron la comparsa de choros de la vieja PDVSA y anunciaban que si el Cdte Chávez se metía con su "meritocracia" ramplona, el país se caería y hasta allí llegaría Chávez. Gracias a que liquidó a esa vieja republiqueta y que Rafael Ramírez la cambió corajudamente, hoy tenemos Patria, lo que implican muchísimas consecuencias positivas para el país, América Latina y el Caribe.
Igualmente, desde el Cdte Chávez, se ha sobreestimado el poder de fuego y la capacidad de perturbar en una falsa paz ciudadana, que supuestamente tienen las universidades emblemáticas que son controladas por la derecha más fascista y fundamentalista del Opus Dei, la Secta Tradición, Familia, Propiedad (a la que pertenecen H Capriles y L López), los movimientos prefabricados Javú y Manitosblancas y los intelectuales inorgánicos, mantenidos y asalariados del Departamento de Estado de EEUU y su Embajada en Caracas. Han sido tantas las carantoñas, luego de un errado castigo salarial por unos cuantos años, incluso, ahora, con uno de los mejores contratos colectivos y mejoras salariales, que a lo largo de 14 años de política universitaria errática, hoy el saldo es, que en esas universidades han fabricado y formado más fascistas y los otrora pobres y preteridos del sistema, ahora, universitarios -gracias a la revolución- hoy son parte de esa asquerosidad cultivada en la IV República, llamada "clase media", compuesta de desclasados, con los vicios del capitalismo, con pena étnica y al servicio del gobierno de EEUU. Es, en estos centros, en donde el oposicionismo más irracional ha crecido y en donde ellos han tenido un relativo éxito y sostienen, justifican y alientan al sector parasitario y a los partidos políticos en peligro de extinción.
Una subestimación es creer que porque esas universidades están llenas de intelectuales inorgánicos o pseudointelectuales refriteros, ellos no tengan capacidad de respuesta teórica. Siendo lo que son, ellos, instrumentalmente, son útiles, poniendo la pose, el grado académico y repitiendo un formulismo conductista, que al repetirlo tanto, como verdad absoluta, toda mentira, adquiere ribestes científicos y es aceptada como ciencia y saber.
Así las cosas, corresponde al Estado y gobierno revolucionario, la profunda transformación universitaria, no conciliar con juegos burlescos y hacer sentir su autoridad. Por ejemplo, hubo universidades en donde sus autoridades no acataron el Comunicado del Presidente Nicolás Maduro (ni lo reconocen como tal), sobre el período vacacional navideño y no hubo autoridad en el país que parara tal desacato, porque, tal vez, equívocamente, esperan una falsa paz social y esperan como afirman los pendejos autoconsolados, "a que las cosas caigan por su peso". No subestimemos al enemigo, que ya no es adversario, dado que quiere el peor daño para la familia venezolana y quiere tumbar a Nicolás Maduro y no va a ser sombrerazo. Hagamos tierra arrasada en esta guerra económica o nuestros sobrevivientes contarán a sus nietos que aquí hubo una revolución fallida, bolivariana, socialista y chavistas, que unos idiotas no supimos preservar.
*Prof. Luis Pino
@l2pino2
sipango60@hotmail.com