¡Hay que develar y reventar el Pacto Anticonstitucional! (I)

Este escrito va dirigido al Pueblo Venezolano, quien con su intuitiva genialidad ha sabido sortear momentos de peligros en circunstancias donde ha estado en riesgo el destino de la Patria. Vivimos momentos de confusión generalizada que amerita un debate descarnado a lo interno del Pueblo Bolivariano, principalmente, entre las organizaciones e individualidades de todo tipo que tuvieron y/o tienen roles de vanguardia y que pueden contribuir a exponencializar un dialogo de multitudes dirigido a recuperar el rumbo revolucionario del proceso.

Una de las conquistas recientes y más importantes de nuestro pueblo, después de la victoria contra el imperio español, fue la inédita experiencia participativa y protagónica, en debate constituyente y ejercicio decisorio refrendario, que nos dimos para perpetrar la herejía de conquistar la quemante Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. El 11 de abril del 2002 acariciaron su supresión, hoy los abiertos atentados a NUESTRA Carta Magna son una profanación impermisible: Sin Permiso del Poder Originario la violentan.

Recordemos que en medio de la experiencia constituyente que hicimos todos, aprendimos que cualquier acuerdo nacional o extranjero que firme el Ejecutivo Nacional o cualquier poder público del país que lesione la Soberanía Nacional emanada del Poder Originario: constituye un acto írrito, nulo, ilegítimo y jurídicamente inconstitucional. Sin embargo, el gobierno lo viene haciendo a consciencia de estar violentando disposiciones constitucionales que invalidan todos sus actos.

Pero lo más grave, aún en medio de la "guerra económica", es que la actuación de quienes sucedieron a Chávez en el gobierno estén ejecutando una política económica que se iguala al plan neoliberal que, precisamente, aplicaría la MUD y la burguesía nacional, en acuerdo con las grandes corporaciones trasnacionales y financieras internacionales, si estuvieran en el gobierno. Un mismo Plan que significa la adaptación al nuevo diseño de quienes siempre se han repartido el mundo, que abrió otra etapa del Capitalismo Global y que sustenta su tránsito en el denominado «Consenso de los Commodities». Un plan que solo se puede hacer con gobiernos cipayos y que dejan muy mal parados, en el balance de la gestión gubernamental, a los ahora llamados "gobiernos progresistas".

En medio de la confusión y desconocimiento de los alcances nefastos de esta política económica, una parte importantísima de los hombres y mujeres del pueblo que hicimos esa inmensa experiencia de intentar Refundar la República sobre la base de un Proceso Constituyente que parió la actual Carta Magna, no hemos podido activar los reflejos ni declarar una alerta temprana frente a la inconstitucionalidad de los actos del gobierno y que van en la ruta de intentar el desmembramiento de los artículos más progresivos y revolucionarios de nuestra Constitución: única manera que tienen de blindar los acuerdos firmados hasta ahora. Y no hemos podido, por la confusión que genera entre las mayorías de las vanguardias la falsa premisa "de que este gobierno es la continuidad del Legado de Chávez". Falsa premisa, porque la política económica del gobierno que marca Maduro y su gobierno: nada tiene que ver con la orientación cada vez más Anticapitalista en la que avanzaba Chávez[i], algo que superaba y cualificaba en dureza y claridad política la fase antimperialista que asumimos en el 2004.

No estoy inventando nada. Todo se constata en la realidad. El gobierno sigue perdiendo credibilidad y debido a esto el Pueblo Bolivariano se debilita, pierde fuelle la Disposición de Cambio que se evidenció en la Rebelión de Febrero de 1989 y que Chávez aprendió a preservar y respetar. Sabía que había emergido del Huracán Revolucionario: el combustible que echa a andar todo proceso de emancipación e independencia y que ahora se dilapida en manos de sus sucesores.

Sabemos en el fondo, que no estamos haciendo Revolución. El gobierno nos vende sus falsos esfuerzos para mejorar la situación del pueblo, pero seguimos perforando sótanos que pulverizan el salario y la calidad de vida.

La autopista de medidas económicas que abrió Maduro y todo el gobierno con la Ley de las Zonas Económicas Especiales[ii], sin duda alguna, sería la misma que la MUD más rápidamente aplicaría si estuviera en el gobierno. Por eso el Pacto, aunque camina con disimulo de confrontación, se amarra y consolida en el extranjero. En esencia hay acuerdos en medidas neoliberales, que se expresan en una reedición del Paquete de Ajustes Económicos y que no conducirán a normalizarle la vida al pueblo sino que, desgraciadamente, nos encaminan a hipotecar el futuro de las próximas generaciones en manos de las grandes corporaciones del Capital que controlan los hilos del nuevo Plan Neoliberal. Un plan de exterminio donde progresivamente los pobres de las ciudades, poblaciones indígenas, campesinas y territorios semivirgenes del Sur del Planeta se convertirán en desechos inorgánicos.

Ante este panorama, casi increíble de llevarlo a cabo por seres humanos, no basta la resistencia. Las vanguardias que hicimos parte de este Proceso Bolivariano tenemos varios retos: conocer e investigar sobre las medidas que está tomando el gobierno y sí es verdad o no que están insertas en el nuevo «Consenso de los Commodities», explicarnos por qué se acentúa un deslinde o ruptura en las bases bolivarianas con relación al gobierno (que no significa un salto generalizado hacia el bando enemigo) y convencernos de que es posible que nuestro pueblo recobre su protagonismo y se haga parte, junto a sus vanguardias, del surgimiento de un Nuevo Referente Revolucionario Anticapitalista que retome el Proceso Revolucionario y la experiencia y relación que tuvo el Pueblo con Chávez.

No nos extrañe que, más temprano que tarde, se devele el Pacto y estemos exigiendo en la calle: #QueSeVayanTodos

 

La Base que sustenta el Pacto Anticonstitucional en Venezuela

El 80% de los recursos naturales que la humanidad necesita para su reproducción en

el planeta se hallan en territorios de comunidades indígenas y campesinas del sur,

ya que esas poblaciones han sido las que supieron utilizarlos sin devastarlos.

Boaventura de Sousa Santos

Créanlo o no, el gobierno de Maduro se ha caracterizado por la profundización vertiginosa del Modelo Extractivista-Exportador. Con esta política económica hemos abandonado todo lo sustantivo de la fase antimperialista, abierta por Chávez en el 2004 y dirigida a contribuir hacia el camino de la Segunda Independencia: LA ECONÓMICA y que requiere un Estado Constituyente que regule a favor del Trabajo y lo Público, opuesto y en consciente ruptura con los Estados imperantes en nuestra región que regulan a favor de las personificaciones del Capital, las burguesías nacionales y extranjeras.

En medio de la baja de los precios del petróleo, el gobierno irresponsablemente ha elaborado leyes y firmado acuerdos que facilitan el empalme con la "nueva" política neoliberal global que encabezan las grandes corporaciones trasnacionales y financieras en su viejo y reeditado plan de imponer y acelerar en el sur del planeta un modelo de neoextractivismo que contempla áreas de explotación a gran escala en sectores de la minería, hidrocarburos y las vinculadas al nuevo sistema agroalimentario, como los agronegocios o la producción de biocombustibles.

Todo un plan pensado por los dueños de la grandes corporaciones empresariales y financieras del mundo, con años de antelación y diseñado en esta parte del Continente dentro de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), donde entraron varios gobiernos latinoamericanos en el año 2000 para acordar y avanzar en megaproyectos de infraestructura de hidrovías, puertos, corredores bioceánicos, grandes represas hidroeléctricas y comunicaciones con el fin estratégico de garantizar y facilitar la extracción y exportación de las materias primas hacia sus puertos de destino.

De hecho el gobierno de Maduro ha entrado al «Consenso de los Commodities»[iii], un acuerdo sustentado por las grandes corporaciones empresariales y financieras del mundo para la explotación y exportación en gran escala de ese 80% de recursos naturales o bienes primarios del que habla Boaventura de Sousa Santos: una política económica que caracteriza esta nueva etapa del Capitalismo Global y que sus consecuencias se exponencializan en su más alto nivel de depredación y barbarie contra el Planeta y la Humanidad.

Preguntémonos:

  • ¿Cómo se come esto, es decir, la actuación de hombres y mujeres de un gobierno que se autodenomina "antimperialista", incluso "socialista" y que arriban a acuerdos con los representantes más notables del capitalismo, fundadores de la actual "gobernanza mundial" y donde se comprometen ingentes recursos naturales del territorio nacional?
  • ¿Qué relación tiene esta nefasta política económica con la intervención y orientación que marcó Chávez en el Primer Consejo de Ministros del Nuevo Ciclo de la Revolución Bolivariana para este periodo 2013-2019 y más conocido como "Golpe de Timón"?

_________________________________

[i] Golpe de Timón

[ii] Una ley que transversaliza el grueso de los 15 motores productores: Ley de Regionalización Integral para el Desarrollo Socioproductivo (Zonas Económicas Especiales)

[iii] El Consenso de los Commodities (Texto en PDF) constituye una ampliación del Consenso de Washington (1989)



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Juan García Viloria

Co-fundador de Aporrea y miembro de la Plataforma Ciudadana por la Defensa de la Constitución Bolivariana

 viloria8@gmail.com      @trabajovs

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