El gobierno que venía con un discurso vago y poco fundamentado, ha decidido emprender una campaña comunicacional ofensiva en favor del Arco Minero a partir de los contratos y acuerdos firmados el pasado 5 de Agosto. Lo curioso es que a esta campaña se han sumado algunas personalidades particulares para justificar y/o defender esta nefasta política del gobierno.
El 10 de agosto aparecen dos artículos sobre el tema. Análisis que abordan diversos aspectos. A través de un discurso sin ningún tipo de orientación clara, Luigino Bracci, en su artículo “El Arco Minero: ¿Quién tiene la culpa?”, intenta justificar esta política. Su postura central de “Estoy en contra del Arco Minero, pero prefiero a Maduro con todo y Arco Minero, a pesar de lo que este proyecto implique” desdibuja por completo debates importantes que plantea sobre el cambio en el patrón de consumo, entre otros. El “No me gusta el arco minero, pero maduro es capaz de escuchar a los ambientalistas revolucionarios y de rectificar”, que se expresa en el artículo, limita su objetivo de justificar al gobierno.
Por si fuera poco, el mismo día en Aporrea, Rolan Denis aparece con su artículo “Arco Minero; Absolutamente Sí, basado en una argumentación peligrosa y la cual amerita una respuesta. Este muestra una postura clara y directa en favor del Arco minero, escondida bajo un supuesto discurso “socialista, de izquierda y popular”. Algo así como lo que intentan hacer Maduro y los voceros del PSUV, a través de los medios del estado, pero con un discurso mejor elaborado. Lo curioso es que aunque parten de enfoques muy distintos, Lubrio y Denis coinciden en que Maduro es la continuidad plena del proyecto nacional de Chávez, y que los luchadores autónomos somos tan responsables de lo que está pasando, como lo es el gobierno. Pero más allá, de intentar aclarar semejante barbaridad y caer en esa vieja provocación política, es fundamental dar el debate sobre el tema que nos atañe: el Arco Minero del Orinoco.
Las vagas ilusiones de Roland
Escondido bajo preguntas retóricas y un discurso maquiavélico, el autor intenta instalar sus “verdades” para justificar su apoyo al mencionado Mega-proyecto. Es importante puntualizar estas falsas “verdades” y contrarrestarlas con hechos de la realidad.
Ilusión 1:
“… entender que si no se "toca" con toda la fuerza de buen Estado y buen Pueblo esa inmensa región desde Bolívar hasta Amazonas, eso de verdad puede acabar en un ecocidio gigantezco”
¿La fuerza del BUEN estado? Desconocía esta nueva categoría política, que de por sí es incorrecta desde el principio. El estado en todo momento es un ente represor, y depende desde que perspectiva se mire para puntualizar si uno está a favor o en contra. El estado actual, rentista y clientelar, aun beneficia a la cúpula que lo administra, con viejos y nuevos sectores de la política. Y en los últimos meses, se han acentuado dos rasgos característicos: 1) autoritario, en el que se viola el marco constitucional, las leyes de la república y los derechos políticos y democráticos de los ciudadanos; 2) mafioso, en el que pranes administran todo como un negocio legal o ilegal, en que la institución favorece la acumulación de renta petrolera a viejos y nuevos empresarios, así como los negocios paralelos del bachaquerismo y la minería ilegal, por nombrar algunos. El estado es funcional a todo esto. Entonces, ¿Cuál es ese “buen estado” que entrará a la región?
Ilusión 2:
“…y aprovechamos la inversión transnacional para obligar al Estado y a ellas a reconstruir un territorio ygenerar una economía muldimensional de producción en esa zona (en buena parte totalmente alternativa a la minería) bajo control directo de comunas y organizaciones”
Tres vagas ilusiones que se desmontan con simples preguntas
2.1 ¿Aprovechar la inversión transnacional? Es decir, ¿Qué nos vamos a apropiar de la tecnología y maquinaría que las transnacionales implementen? ¿O es que ellas voluntariamente nos van a transmitir todos sus conocimientos para nuestro beneficio?
2.2 ¿Obligar a las transnacionales? ¿Y qué creerá Roland que son las transnacionales? ¿Juguetes electrónicos a los que se le dan ordenes cuando nos dé la gana? ¿O es que acaso son empresas que respetan las leyes y la soberanía de las naciones?
2.3 ¿economía multidimensional bajo control directo de comunas y organizaciones? ¿Es en serio? ¿inversión transnacional a favor de organizaciones populares?
Ni las transnacionales socializan sus conocimientos ni su manufactura, ni mucho menos se dejan someter por ningún gobierno. Todo el mercado financiero de los commoditties está blindado, por ello las exorbitantes ganancias. El conocimiento es muy valioso y los dueños de las empresas están conscientes de ello. Tienen sus propios institutos de investigación y principales universidades del mundo a sus servicios, y pocos privilegiados acceden a ese conocimiento. Además, el CIADI (tribunal internacional del Banco Mundial) somete constantemente a los países a pagar millonarias indemnizaciones, pasando por encima de leyes y constituciones nacionales. Un 35% de los arbitrajes del CIADI involucran algún estado latinoamericano, y nada más Venezuela está siendo demandada por más de 4000 millones de dólares, por empresas auríferas (Crystallex y Rusoro). Esto sin tomar en cuenta la demanda de la Gold Reserve por más de 700 millones de dólares, en la que el “buen estado” está decidido a pagarla como sea. ¿Quién somete a quién?
Ilusión 3:
“(el gobierno) no solo ha tenido que asumir el problema ecológico para lo cual estarán obligados Estado y transnacionales a enfrentar a través de tecnología gravitatorias y acabando con todos los tóxicos de la minería, abandonando la explotación de los bordes de los ríos y priorizando sobre la minería de veta.”
Lo primero es que si el estado tiene un Ministerio de Ecosocialismo y Aguas como un trofeo de exhibición que muestra en los medios cada vez que lo necesita y que si no ha abordado ninguno de los problemas ambientales presentes en el país, menos lo va a hacer con el Arco Minero. No ha tenido la mínima voluntad de abordar problemas de contaminación presentes: en los ríos Guaire o Tuy, en los lagos de Valencia o Maracaibo, o por las montañas de Coque en el complejo Criogénico de Jose, por nombrar solo algunos. ¿O es que se cree que con el AMO al gobierno se le va a prender la iluminaria ecológica?
Las “tecnologías gravitatorias”, como las llama el escritor, no son nada nuevo. Estas, sumadas a la técnica de flotación, son tecnologías que se emplean para separar minerales. Ahora, el amigo denis se olvida de un hecho fundamental, y es que por el hecho de que los yacimientos de alto tenor (con alto porcentaje de mineral de interés) se están agotando, estas técnicas han sido desplazadas por otras más eficientes que le generen mayor rentabilidad a las empresas. Y esta dinámica se ha acentuado para los minerales de principal interés en esta región. Solo para el 2013, el 69% de los yacimientos de oro a nivel mundial eran de bajo tenor (1-4 gramos por tonelada de mineral). Por ello, las transnacionales optan por la minería a cielo abierto, al ser más barata y tener la capacidad de explotar mayor cantidad de mineral.
Ahora, aquí se podría plantear un debate importante de reutilizar técnicas de separación gravitacional, de flotación o cualquier otra índole para extraer minerales, aunque estos sean mecanismos menos efectivos. O de acompañar esto con una inversión importante en investigación científica para hallar nuevas tecnologías que no generen el impacto ambiental de la minería a cielo abierto. Esto es un debate legítimo, pero que no es posible en el marco del AMO y las transnacionales como lo plantea el autor. Estas no van a sacrificar sus ganancias o la rentabilidad de su empresa por cuidar el medio ambiente.
Ilusión 4:
“… mientras que a una minería integral pequeña y mediana (integral porque es ella mas todos los proyecto agrarios y alternativos que la acompañan), con garantías de legalidad y financiamiento interno y externo, le corresponden 17 áreas que constituyen lo que sería el 70% del arco”.
Los únicos sujetos que tienen garantías legales explicitas en el decreto 2248, son las empresas mineras y la cúpula militar a través de CAMINPEG y del comando especial destinado para la zona. Este último con atribuciones especiales para administrar la zona como les dé la gana. Además, el decreto contempla una flexibilización de las aduanas y una reducción o indemnización de todo el sistema tributario para las empresas, incluyendo CAMINPEG. Los pequeños y medianos mineros quedan a la deriva desde el punto de vista legal. Maduro les podrá decir misa, pero las exigencias de estos no van a sobrepasar los acuerdos y memorandos firmados con las transnacionales, ni tampoco lo que esté establecido en el decreto 2248.
Aun suponiendo que se concretara la utopía de un 70% del arco para los pequeños y medianos mineros, esta zona se manejará claramente bajo la lógica del mercado, en la que el pez grande devora al pequeño. ¿O es que ahora las transnacionales van a permitir el crecimiento de los pequeños mineros a costa de reducir sus ganancias? Y en caso, de que estos planteen exigencias o presentaran reclamos, el estado y la cúpula militar no tendrá ningún problema en aplicar el art. 25 del decreto el cual reza lo siguiente:
“Ningún interés particular, gremial, sindical, de asociaciones o grupos, o sus normativas, prevalecerá sobre el interés general en el cumplimiento del objetivo contenido en el presente decreto. Los sujetos que ejecuten o promuevan actuaciones materiales tendentes a la obstaculización de las operaciones totales o parciales de las actividades productivas de la Zona de Desarrollo Estratégica creada en este decreto serán sancionados conforme al ordenamiento jurídico aplicable.
Los organismos de seguridad del estado llevarán a cabo las acciones inmediatas necesarias para salvaguardar el normal desenvolvimiento de las actividades previstas en los Planes de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, así como la ejecución de lo dispuesto en este artículo.”
Ilusión 5:
“Pero además, premisa establecida por el mismo Maduro, el 60% del 60% que le corresponde al Estado en la formación de las empresas mixtas va a la inversión social y manejo directo de recursos de una organización poblacional”
Increíble que el amigo Roland de por cierta una premisa, por el simple hecho de que lo diga Maduro. Al parecer este no es consciente de que el presidente de la república está muy deslegitimado, y la inmensa mayoría del pueblo Venezolano pone en cuestión cualquier cosa que afirme el primer mandatario. Como dice el dicho “crea fama y acuéstate a dormir”, y no se puede negar la fama de mentirosos que se han ganado todos los voceros del gobierno, en estos 3 años de falsas promesas.
Ahora lo cierto, es que este tema de las empresas mixtas está en duda sobre el régimen de propiedad o la ganancia que pueda ingresar a la república. No se conoce el contenido de los contratos y acuerdos. Se quiere hacer ver que es el mismo funcionamiento de las empresas mixtas en la industria petrolera, pero el contenido del decreto ya esboza un cuestionamiento directo a ese planteamiento.
El otro punto es la experiencia minera internacional. Al igual que en otros países de Latinoamérica (argentina, perú, Brasil, etc.) el contenido del decreto se enmarca en una lógica neoliberal (con facilidades a las empresas) y de entrega de la soberanía. En el continente, los estados no controlan la producción o ganancia de las transnacionales, y los únicos mecanismos que emplean para ingresar algo de recursos al país es a través del cobro de impuestos. ¿Por qué aquí ha de ser diferente? ¿Acaso las transnacionales van buscar hacer inversiones de cientos de millones de dólares en proyectos para obtener menor cantidad de ganancias que en otros países? Si es tan verídico la defensa de la propiedad y las “extraordinarias” ganancias que ingresarán al país ¿Por qué no se hacen públicos acuerdos firmados?
Ilusión 6:
“Esto nada tiene que ver con el rentismo con el extractivismo y la minería devastadora y colonial que se le ha impuesto a tantos pueblos nuestramericanos”.
Para finalizar con broche de oro e intentar escudarse este afirma, al igual que el gobierno, que esto no tiene nada que ver con el rentismo ni con el extractivismo. Para él hubiese resultado mejor citar alguna de las frases célebres de Maduro en las que afirma “que con este proyecto se va superar el rentismo venezolano”.
Nada más alejado de la realidad. Al igual que los empresarios venezolanos buscan cualquier manera de obtener dólares de la renta sin hacer grandes esfuerzos, las transnacionales buscan los recursos en los países sub-desarrollados de la forma más rápida y barata posible. En ningún momento pasa por la cabeza de los grandes magnates de las mineras, desarrollar el aparato productivo de un país o la diversificación de la economía. En Latinoamérica, se viene instalando desde los años 90 la lógica extractivista, en la que se han reprimarizado todas las economías y se ha desmantelado gran parte del parque industrial que poseen los países. Lula, Kirchner han sido pioneros en esta política y Maduro está decidido a seguirla y profundizarla.
De la Retórica a la deslegitimación de los luchadores
Lamentablemente, en varias partes de su escrito, Roland Denis, pasa de un debate serio y necesario a las descalificaciones directas contra aquellos que luchamos contra el Arco Minero. Y peor aún, lo hace desde la arrogancia atrasada de la vieja izquierda.
Pregunta Roland: ¿Será posible que los denunciantes averigüen en qué situación viven ciento cincuenta mil trabajadores mineros, cuatrocientos mil habitantes de comunidades, cincuenta mil indígenas…?” Y más adelante continua: “¿Será posible que los seres humanos… tengamos los cojones de verdad de meternos en ella y en vez de cuidarla con pancartas y computadoras desde Caracas se ayude al movimiento minero, indígena, a revertir por completo esta historia colonial?
Es importante recordar que, cada día, a la lucha contra el Arco Minero se incorporan cada vez más estudiantes, intelectuales, profesionales, trabajadores, dirigentes comunitarios. Cada vez más, existen expresiones dignas de ciudadanos de a pie en contra de ese proyecto ecocida. Pero al parecer para nuestro escritor solo un grupo selecto de personas puede opinar seriamente sobre la minería, o en otras palabras cualquier venezolano no puede hablar con propiedad sobre un tema de interés nacional. Solo aquellos, que tengan décadas de lucha, conozcan todas las etnias indígenas, hablen varios dialectos, tengan amigos guerrilleros y quieran emular al Che Guevara, podrán tomarse en cuenta sus argumentos en este tema.
Aunque, es lamentable que se recurran a esos términos para buscar “ganar” un debate y que no tiene mucho sentido ahondar en eso, vale la pena recordarle a Roland que personalidades de renombre con años de lucha en los hombros, están dando la batalla contra el AMO. ¿O acaso se duda de la legitimidad que pueda tener Lusbi Portillo o Juan Carlos la Rosa en la lucha anti-minera en la sierra de Perijá? ¿O dónde quedan los años de pelea y el amplio reconocimiento por parte de comunidades indígenas a Esteban Emilio Mosonyi? ¿Acaso la lucha del Pueblo E´ñepa que viene acompañando Santiago Arconada no vale de nada? Sería bueno leer el reportaje de Minerva Vitti “Minería, sindicatos y Arco Minero del Orinoco, combinación mortal para los indígenas de El Caura” (http://www.aporrea.org/contraloria/n295316.html) a ver si se es capaz de acusarla de desarrollar su lucha únicamente con pancartas o si las fotos las tomo desde la comodidad de su casa.
No ver las experiencias no significa que no existan
En el artículo afirma que: “En fin, todas estas denuncias sobre el Arco Minero, llenas de grandes argumentos apocalípticos, sin objetivos y para que no suceda nada mas que la continuidad de la historia colonial y mafiosa que día a día se acrecienta sobre muertes de seres humanos y naturaleza en el sur de nuestro país”.
¿Minería sí o no? Es un debate abierto entre los sectores que venimos dando la lucha contra el AMO. Yo en lo particular, no soy anti-minero y creo en un modelo distinto de minería, cuestión que he repetido reiteradas veces. Ahora, una cosa es afrontar ese debate de ideas e ir encontrando puntos de acuerdo para armar un proyecto nacional y otra es aceptar un proyecto neoliberal como el del Arco Minero por una necesidad de ampliar la minería. Estas son dos cuestiones contrapuestas. Todos los argumentos y denuncias contra el AMO están ampliamente sustentados. La minería no es algo nuevo y tampoco las transnacionales van a inventar nuevas tecnologías mineras en el país. Estas aplicaran las tecnologías que actualmente les son funcionales a su único objetivo: la acumulación acelerada de capital.
Las mineras tienen prontuarios en el mundo en cuanto a catástrofes ambientales. Solo por citar algunos casos tenemos:
- A mitad de septiembre de 2015 en la mina Veladero (Argentina), en la provincia de San Juan, se produjo la rotura de una válvula de una tubería provocando la fuga de un líquido con contenido de cianuro . Esto deparó en la contaminación de cinco ríos de San Juan: Potrerillos, Jachal, Blanco, Palca y Las Taguas.
- En el año 2000 en la mina de Grasber, en Indonesia, un depósito de rocas de desmonte de 400 mts. de altura se deslizó a un lago y generó una ola que mató a cuatro contratistas.
- El 4 de Agosto de 2014 en la mina de Cobre y Oro de la empresa Mount Polley, hubo un rompimiento en la presa de cola generando un derrame de 24000 millones de litros (10 mil piscinas olímpicas) de desperdicios de mina en las aguas de los afluentes cercanos.
- En Canadá (1994) habían alrededor de 1.800 millones de toneladas de relaves y 700 millones de toneladas de escombros generando ácido y el costo total de remediación de todos los productos mineros con DAM fue estimado en $5,250 millones.
- Para las últimas dos décadas, se calculan un promedio de 2 fallas importantes nada más en derrames por presas de colas.
Por ello, algo recomendable es investigar sobre estos temas antes de emitir opinión. Existe mucho material que referencia los destrozos que cometen las transnacionales. ¿O es que se asume que porque el gobierno “revolucionario” creó el Ministerio de Minería Ecológica ahora las empresas vienen de buena fe a respetar la soberanía y a aplicar nuevas tecnologías ecoamigables? O es que acaso es “comeflor” el debate ambiental y del equilibrio ecológico cuando más del 50% de los recursos naturales del planeta ya no son reutilizables. Cuando la vida de las futuras generaciones está en riesgo.
Lamentablemente, desde una lógica muy dañina y manipuladora se intenta polemizar entorno a un tema tan delicado como es el de la minería. Se busca maquillar el extractivismo ecocida con un discurso de “izquierda” que propone el AMO como la única salvación y solución al flagelo de la minería ilegal. Por ello, antes de pensar que es malintencionado y tomando en cuenta su trayectoria de lucha innegable, prefiero pensar que a Roland Denis lo asesora Luigino Bracci en el tema minero.