Las fallas en las presas de colas

Desarmando al AMO #4 La cruda realidad supera la demagogia de las Grandes Mineras

NOTA: El siguiente es un aporte al debate constituyente que se está llevando a cabo a lo interno de Marea Socialista. Proceso democrático en el que se respeta la diversidad de posturas. Esta columna está dedicada específicamente al debate sobre el extractivismo y la mega-minería en Venezuela. Debate que ha tomado relevancia a partir del decreto N° 2.248 para la explotación del Arco Minero*.

Argumentos van y argumentos vienen sobre la explotación de la zona del Arco minero. Se han hecho evidentes una inmensa cantidad de posturas en contra de la ejecución de este proyecto, y dentro de esta gran diversidad surge una en particular a la cual es importante darle respuesta en el debate. Me refiero a aquella esgrimida por los tecnócratas, que palabras más o palabras menos están en contra del Arco Minero porque no está siendo "bien ejecutado".

Ciertamente, la exploración y explotación minera representan proyectos de años que requieren de una planificación, por lo que estos sectores esgrimen que no pueden apoyar el Arco Minero del Orinoco por la falta de seriedad del ejecutivo. En el fondo su conflicto es que es el gobierno, y no ellos, quien está ejecutando el proyecto. Para ellos el problema del Arco Minero, no es la soberanía nacional, las comunidades aledañas, la hipoteca del país o el daño ambiental, el problema es que eso debe ser ejecutado por aquellas personas preparadas. Y claro para los tecnócratas, esas personas preparadas (en áreas técnicas referentes a la minería) son las que deben manejar las multimillonarias concesiones con las grandes empresas y recibir buenas comisiones por haberse preparado durante años.

La falsa promesa de la "Gran Minería Ecológica"

Ahora, lo importante es empezar a dar este debate de manera clara y en el terreno de las ideas, porque lamentablemente a través de discursos bien elaborados, estos logran manipular y ganarse, a sectores de la población, incluyendo profesionales y técnicos honestos. Los "expertos" se jactan de repetir una y otra vez que si se respetan los reglamentos ambientales y se hacen los estudios técnicos correspondientes, es prácticamente imposible que se contamine o se generen efectos tóxicos a la salud.

Con el mismo cinismo que el gobierno de Nacional creó el "Ministerio de Minería Ecológica", institutos científicos como el INAP, en la que están afiliadas varias transnacionales mineras, hablan constantemente de nuevas tecnologías (nunca antes vistas) que impedirán que ocurran desastres ambientales como los que se han generado anteriormente. Este cinismo es tan evidente que Joshua Karliner cita, para la Junta Editorial del CorpWatch, al servicio asesor de inversiones Control Risks Group el cual expresa que "Las regulaciones ambientales más estrictas en casa han colaborado en la rápida expansión hacia otros países de las compañías mineras de Norteamérica y Europa." En otras palabras, van a explotar los recursos en otros países porque en casa les ponen demasiadas trabas.

En 1998, en el estado de Montana (EEUU), se aprobó por consulta popular la iniciativa I-137 que en su norma MCA 82-390, prohíbe la construcción de nuevas minas a cielo abierto de oro y plata por lixiviación de cianuro en pilas o en tanques. Así mismo, cortes judiciales en Turquía y Grecia han prohibido el uso del proceso de lixiviación con cianuro por los peligros para la población y el medio ambiente. En el año 2000, la República Checa prohibió el uso de este tipo de minería a través de una ley del Congreso.

Estos métodos que se vienen prohibiendo en distintas partes del mundo, son los que aplican las grandes transnacionales en Latino América, y con los que hacen tantas promesas. Como he reseñado en artículos anteriores la mega-minería puede contaminar de distintas formas. Tan solo basta hacer una revisión de los desastres que se han generado por fallas en las presas de colas para que este falso argumento de "minería ecológica" se caiga por su propio peso.

Las presas de Cola

Cuando hablamos de los diques o presas de colas nos referimos a grandes depósitos de almacenamiento de residuos mineros. Estos residuos pueden estar en forma de lodos o mezclas líquidas de materiales finos, y son transportados hacia las instalaciones de almacenaje mediante ductos, ya sea por gravedad o por bombeo. Estos residuos contienen soluciones lixiviantes (como el cianuro de sodio, en el caso del oro y plata) y metales pesados producto de la explotación y tratamiento del mineral. Dependiendo del metal que se quiera extraer el contenido de estos desechos varía.

Cabe destacar que estas presas de cola también son fuentes potenciales para la generación de drenaje ácido de roca (ARD, por sus siglas en inglés), sobre todo cuando es abandonada la mina. Lo que constituye un peligro adicional al que de por si representa esta estructura. Los lodos son separados de las fracciones de arena antes de ser vertidos en el dique para evitar la formación de ácidos. Sin embargo, si estos se llegan a asociar en un tamaño de partícula de esa fracción, puede ocurrir un proceso de segregación con un alto contenido de azufre, ocurriendo cerca del lugar de descarga en la playa de la presa (observar Figura N°1). El material con que sea construida la presa y las fuertes épocas de lluvia, son factores que pueden incentivar la generación del ARD.

Figura N°1. Fuente de Generación de Drenaje Ácido de Roca en una presa de cola. Cercano a la zona de descargue del lodo

Fallas serias y… Muy Serias

A mediados de 2015, Lindsay Newland Bowker y David M. Chambers publicaron un estudio bastante completo sobre los incidentes relacionados a las presas de colas en las últimas décadas. El trabajo titulado "Riesgo, Responsabilidad Pública y Economía de las Fallas en las Instalaciones de Almacenaje de las Presas de Colas" presenta unos hallazgos realmente sorprendentes y alarmantes. Empezando por el hecho que desde 1990 una decena de derrames de estas presas ha generado la pérdida de 380 vidas humanas.

Los autores abordan estos accidentes haciendo énfasis en las fallas "graves" y "muy graves". Las primeras implican derrames superiores a los 100,000 metros cúbicos (100 millones de litros) y posiblemente pérdidas de vidas humanas; mientras que las fallas muy severas involucran derrames superiores al millón de metros cúbicos (1000 millones de litros = 400 piscinas olímpicas) o que han abarcado un recorrido mayor o igual a los 20 Km de distancia. Estas últimas, por lo general involucran un mínimo de 20 muertes.

Ciertamente, desde 1990 los accidentes mineros se han reducido, y esta es el argumento que esgrimen los magnates de la minería para afirmar que con los nuevos avances tecnológicos se evitaran completamente estos incidentes. Ahora, este es un dato desvirtuado de la realidad porque toma en cuenta todos los accidentes que puede implicar la minería, incluso aquellos que son inusuales. Lo cierto es que: de 67 incidentes en presas de colas registrados entre 1940 y el 2010, el 49% (33) de estos han ocurrido desde 1990, es decir en los últimos 20 años de ese período [1]. El 63% de estas eventualidades son catalogadas de graves o muy graves [2].

La historia es aún más cruda si se toman en cuenta las dos décadas comprendidas entre 1995 y 2015. En este período se registran 44 derrames por presas de colas (Ver Anexo 1). Esto no solo implica un aumento significativo al compararlos con los 33 citados por Bowkers y chambers, si no que se puede afirmar, sin ninguna duda, que se promedian 2 fallas (graves o muy graves) por presas de colas al año. Se pueden cansar de hacer todas las promesas que quieran, pero en este punto es cuando la cruda realidad supera la demagogia de las grandes empresas.

Una aproximación al daño generado la podemos tener si tomamos el caso de Dakota del Sur, EEUU, en 1998. Más de 6 toneladas de colas contaminadas con cianuro se derramaron de la mina Homestake al arroyo Whitewood en la zona de Black Hills, resultando en una sustancial muerte la fauna marina, fundamentalmente peces. Se estimaba que la recuperación completa del arroyo tomaría muchos años.

Fallas muy costosas

La investigación previamente citada, también abarca los costos que pueden implicar detener estos desastres. Los autores comprueban que solo 7 incidentes, de los 67 registrados en el período de análisis, representan perdidas por un monto de 3.799 millones de dólares para el 2014.

Tabla N°1. Pérdidas y costos implicados en 7 fallas de presas de colas registradas entre 1994 y 2008

Estos derrames implican un costo promedio de 543 millones de dólares, aunque pueden llegar a sobrepasar los 1300 millones de dólares. Los investigadores proyectan 11 accidentes muy graves entre 2012-2020, que pueden implicar montos superiores a los 5000 millones de dólares, aproximación coherente si tomamos en cuenta que desde 1995 se promedian 2 derrames por año de gran magnitud.

"Estas pérdidas, de acuerdo con los reportes del comité de presas y las cuentas del gobierno, son casi todo el fracaso de seguir la práctica aceptada. Estas fallas son el resultado directo del predominio creciente de las TSF’s (instalaciones de almacenamiento de colas) con una capacidad mayor a los 5 millones de metros cúbicos, necesario por los bajos tenores de mena y los altos volúmenes de producción de mena requeridos para atender o expandir un tonelaje determinado al final del proyecto". [3]

Más Mineral = Más Ganancia = Más Desastres

El porqué de la incompatibilidad de la gran minería con el equilibrio ecológico radica en la lógica con que se manejan las transnacionales mineras, la rentabilidad y la acumulación de capital. Esto se puede ejemplificar si se toma el caso del Cobre, que es uno de los metales más importantes en el comercio internacional.

Desde las primeras décadas del siglo XX el tenor (porcentaje neto de mineral económicamente recuperable) de las menas cobre empezaron a disminuir, al igual que ocurría para las menas del resto de los metales. Esta tendencia a la baja, se intensificó a mediados de los 60’, y se ha mantenido hasta nuestros días. Es decir, que a medida que transcurre el tiempo hay menor cantidad de cobre en los yacimientos explotados. A la par, las empresas mineras optaron por explotar mayor cantidad de mineral, para no disminuir su producción de cobre y sus niveles de acumulación de capital.

Gráfica N°1. Producción de cobre (rojo), producción de mena (azul), tenor de la mena de cobre (verde)

Como se observa en la Gráfica N°1, a partir de 1980 la explotación de menas de cobre supera el tenor de las menas. Desde ese momento la brecha entre ambos factores ha crecido considerablemente.

Otro punto a destacar, es que a partir de 1950 se abrió una brecha muy importante entre la explotación del mineral (mena) y la producción de cobre. Mientras que la producción de cobre creció algunos miles de millones de toneladas métricas (1980-2010), llegando a 2.500 millones para el 2010, la explotación de mena ha crecido exponencialmente, pasando de rondar los 5.000 millones de toneladas métricas a finales de los 60’ a llegar a cerca de 25.000 millones de toneladas en el 2010. Una diferencia abismal entre estas dos variables.

Gráfica N°2. Producción de Cobre entre 1910-2010: Producción de cobre (rojo), producción de mena (azul), tenor de la mena de cobre (verde), costo de la producción de cobre (amarillo), precio del cobre (marrón)

Y desde 1980, el negocio le ha salido redondo a las empresas mineras. Desde ese momento se instaló un diferencial en el que el precio del metal supera considerablemente al costo de producción. Esa diferencia se ha mantenido. Sumado a esto, las ganancias aumentan extraordinariamente en el 2000, con un alza en el precio del "commodity".

Los recursos naturales se agotan, no son infinitos. Por ello para acumular cada vez más capital y seguir produciendo las mismas cantidades, deben explotar cada vez más. Y como se puede observar en la Gráfica N°3 los accidentes graves y muy graves han aumentado linealmente desde 1950, involucrando progresivamente una mayor cantidad de toneladas de desechos.

Gráfica N°3. Relación entre la producción de mena (verde) y las fallas severas (azul) y muy severas (azul oscuro). Costo de producción de Cobre (amarillo), Tenor de la Mena (rojo)

Ninguna empresa minera va a arriesgar su rentabilidad. El desquicio por atesorar inmensas fortunas, los impulsa a querer explotar todo lo que puedan. Este rimo de explotación y atesoramiento es mucho más acelerado que los avances de la ciencia. Por ello, en el fondo lo que está en debate es ¿a quién beneficia la minería?

Es necesario que la sociedad debata a profundidad este tema. Es urgente. Ya el 50% de los recursos del planeta no se pueden reutilizar. ¿Qué vamos esperar? ¿Qué se acaben los recursos y entremos en una miseria descontrolada para empezar a debatir? Está en riesgo el planeta y la vida de las futuras generaciones. El debate de la minería no es cualquier otro. Nuestra tarea hoy es responder las siguientes preguntas claves: ¿Cuáles minerales se deben explotar y cuales no se deben explotar? ¿Cómo se van a explotar? ¿Cuánto se va a explotar? ¿En cuales zonas del planeta no se puede realizar actividad minera? Y finalmente ¿Para qué se va a explotar el mineral? ¿Para beneficiar a la sociedad o para hipotecar países y beneficiar a las grandes empresas mundiales?

*El presente artículo es parte de la Columna "Desarmando al Amo". Aquí dejo los anteriores:

Correo: elcesar4789@gmail.com

Twitter: @Cesar_JMarea

BIBLIOGRAFÍA

[1] "The risk, public liability, & economics of tailings storage facility failures". LINDSAY NEWLAND BOWKER, DAVID M. CHAMBERS. 21 de Julio de 2015

[2] Idem.

[3] Idem. Pg. 2

  • "Global Acid Rock Drainage Guide". INTERNATIONAL NETWORK FOR ACID PREVENTION (INAP). 21 de Octubre de 2014. http://www.gardguide.com/index.php?title=Main_Page. Es importante tomar en cuenta que a la INAP están suscritas las siguientes empresas transnacionales: Anglo American, Antofagasta Minerals, Barrick, Freeport McMoRan, Kinross Gold Corporation, Newcrest, Newmont, Rio Tinto, Vale, Xstrata

FIGURAS

Figura N°1. "Global Acid Rock Drainage Guide". INTERNATIONAL NETWORK FOR ACID PREVENTION (INAP). 21 de Octubre de 2014.

Gráficas

Gráfica N°1. Preparada por "Raw Materials Group" en un informe para el Banco Mundial (2006)

Gráfica N°2. "The risk, public liability, & economics of tailings storage facility failures". LINDSAY NEWLAND BOWKER, DAVID M. CHAMBERS. 21 de Julio de 2015

Gráfica N°3. "The risk, public liability, & economics of tailings storage facility failures". LINDSAY NEWLAND BOWKER, DAVID M. CHAMBERS. 21 de Julio de 2015

TABLAS

Tabla N°1. "The risk, public liability, & economics of tailings storage facility failures". LINDSAY NEWLAND BOWKER, DAVID M. CHAMBERS. 21 de Julio de 2015

ANEXOS

Anexo 1. "Chronology of major tailings dam failure" (1960-2015). WORLD INFORMATION SERVICE ON ENERGY – URANIUM PROJECT. 18 de Marzo de 2016.

El Anexo 1 es una cronología de las mayores fallas en presas de cola que se han registrado desde 1960. Este trabajo está actualizado hasta el 18 de Marzo de 2016. Para nuestro caso tomamos únicamente el período comprendido entre 1995 hasta el 2015.



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César Romero

Director Ejecutivo de CERLAS (Centro para la Reflexión y Acción Social). Activista de la Plataforma contra el Arco Minero del Orinoco. Ingeniero Metalúrgico. Investigador enfocado en la minería en Venezuela y sus impactos multivariables en los modos de vida.

 elcesar4789@gmail.com      @cesar_JMarea

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