Queremos comenzar este breve análisis sobre los sucesos acontecidos hace 6 años con esta interrogante: Además de decenas de muertos, el mal recuerdo de una dictadura plutocrática de dos días, la evidente manipulación de los medios de comunicación y el papel del gobierno norteamericano en el golpe, el desastre económico y en forma general el ambiente de desconfianza y odio ¿Que podemos recoger en términos positivos de estos lamentables sucesos? A nuestro modo de ver lo más significativo es que permitió y obligo al gobierno no sólo a mejorar su sistema de defensa sino lo más importante acelerar el proceso de cambio revolucionario, que hasta entonces era aun tímidamente desarrollado.
A igual que el 23 de enero del 58, 27 de febrero del 89, 4 de febrero y 27 de noviembre del 92, los sucesos 11 de abril del 2002 son también momentos históricos imborrables de la memoria del venezolano. Por primera vez en la historia de Venezuela un presidente elegido popularmente es sacado del gobierno por la fuerza - de un grupo de militares aliados a las élites económicas dentro y fuera del país- y apenas dos días después una población en alianza a la mayoría de las fuerzas armadas lo retornan a la presidencia. Este novedoso acontecimiento tiene varias lecturas, primero es necesario reconocer que meses y días antes de este golpe una parte importante del país protestaba en las calles legítimamente contra el gobierno nacional. Desde el año 2001 como producto de una medida tomada por el Ministerio de Educación, relacionada con la supervisión del sistema educativo, comenzaron las protestas que serian profundizadas con las Leyes Habilitantes, fundamentalmente las relacionadas a la Ley de Tierra. A comienzos del 2002 esta situación se agrava cuando el Presidente de la República en su programa dominical en forma despectiva hace referencia al despido de la directiva de la industria petrolera que no habían querido aceptar la designación del nuevo directorio de PDVSA, pero mas que esto, el rechazo a la política petrolera de corte nacionalista llevada a cabo por este gobierno.
El 11 de abril una importante manifestación adversa a Chávez es ilegal y manipuladamente conducida hacia Miraflores donde los afectos al gobierno estaban resguardando también con legítimo derecho al Presidente de la República. Estas dos movilizaciones, como esta ya ampliamente demostrado, no llegaron a encontrarse, sin embargo los medios de comunicación de las elites lograron hacer montajes- ya develados – que presentaban como aparentemente militares y chavistas asesinaban impunemente a quienes marchaban. Cuando en realidad primero muchos de los muertos fueron afectos gobierno y los asesinos fueron franco tiradores y miembros de la policía metropolitana, dependientes del Alcalde Mayor Alfredo Peña, quien era adverso al gobierno. También hay pruebas de que todo estaba ya premeditado, minutos antes que se produjera el primer muerto se grababa una proclamación de militares de alto rango con apoyo técnico de la televisoras, quienes proclamaron a favor de la marcha opositora y apoyaron el golpe. A las 2 de la madrugada del día 12 de abril, el Presidente de la República, a fin de evitar derramamiento de sangre, accede a que los militares se lo lleven prisionero pero denunciando que el no ha renunciado y que es un golpe de estado. Ese día desde muy temprano en los medios de comunicación se celebra el nuevo gobierno, el presidente de Fedecamaras Pedro Carmona se auto juramenta presidente, saca del camino a Carlos Ortega Presidente de la CTV y otros lideres políticos que habían asumido responsabilidad en las protestas anteriores. De un plumazo el nuevo dictador elimina Asamblea Nacional y todos los demás poderes públicos, echa atrás la constitución y somete a persecución a quienes habían sido electos por el pueblo. Pero en esos mismos momentos en los barrios Venezolanos, aquellos que habían dado su apoyo a Chávez y tenían en el una profunda esperanza y quienes veían con asombro como en horas se pretendía acabar con el proceso de cambio, salieron a las calles el mismo viernes 12 en horas de la tarde exigiendo el regreso del presidente. El sábado 13 mientras las elites golpista celebraban en Miraflores en toda Venezuela emergía un movimiento de insubordinación apoyado inmediatamente por los militares, que mientras los medios de comunicación colocaban comiquitas como si en el país no pasara nada ellos resistían a la elite militar traidora y buscaban el paradero del presidente. Ya en la tarde del sábado 13 los hechos estaban marcados, comenzaron a huir los buitres de Miraflores, la población afuera y los jóvenes militares adentro hicieron posible el retorno del gobierno constitucional. Horas de angustia hasta que se pudo rescatar al presidente y llevarlo en la madrugada del 14 nuevamente al palacio presidencial.
El Presidente asumió parte de sus responsabilidades de esta crisis, y llamó al entendimiento. Sin embargo poco tiempo después el desespero y la ambición de los opositores salen a la palestra con el paro económico que se inicia el 2 de diciembre del 2002. Paradójicamente esta paralización que produjo un profundo daño a la población Venezolana que no tuvo acceso a productos de primera necesidad, al transporte, que vieron como se les fue robada sus navidades, sin embargo este pueblo se mantuvo estoicamente y acrecentando formas de relaciones comunitarias para sobrevivir a la crisis. Este paro que perseguía la inestabilidad del gobierno por el contrario contribuiría con la legitimación del gobierno de Chávez. Para quienes aun dudaban sobre el papel del pueblo en la restitución de Chávez al poder el 14 de Abril, aquí en adelante ya no quedaba ninguna duda. Esta crisis del año 2002 y 2003 que trajo profunda consecuencias en la economía nacional, perdiéndose por lo menos diez mil millones de dólares, pero permitió desarticular la oposición de la vieja guardia de los tradicionales partidos políticos y sindicatos que dejaron claramente marcado su irrespeto a la decisión del pueblo, su irresponsabilidad al no asumir su compromiso con los sucesos del golpe de estado de abril del 2002 y el paro genocida del 2003. El proyecto político de Chávez sale fortalecido, el apoyo popular es evidente y éste se reafirmaría en agosto del 2004 cuando un 60% de la población después de casi 5 años en el poder legitiman nuevamente al presidente en referéndum popular.
No tenemos la menor duda en afirmar que el golpe de estado de abril del 2002, el paro petrolero de finales de ese año y el respaldo popular que obtuvo el gobierno frente a esta arremetida, fueron los condicionantes que presionaron para asumir una postura más radical. En el año 2003 surgen las misiones educativas, de salud, para atacar los problemas de los excluidos, allí comienza una verdadera explosión social con la concientización y formación socio política de la población, que comienza a estimular la participación activa de esa sociedad adormecida por el rentismo y manipulada por el populismo. No es hasta abril del 2005 cuando por primera vez el presidente Chávez aviso de la posibilidad de enrumbar a Venezuela por el socialismo del siglo XXI. Hasta esa fecha había un discurso nacionalista con profunda vocación humanística y cristiana, pero profundamente ecléctico. A pesar de unas reformas legales hasta ese momento el proyecto de gobierno no estaba claramente definido, había ya un discurso anticapitalista pero no estaba constituido el proyecto del país.
Hoy en Venezuela aún prevalece el modelo capitalista, el socialismo es un proyecto en construcción: la economía de mercado, la propiedad privada, la legislación y lo más importante hasta la cultura es aún capitalista, abolirlas es tarea nada fácil. Por un lado los enemigos internos aunque debilitado en su organización siguen teniendo el poder económico y lo más importante la alianza con el gobierno Norteamericano. Pero paralelo a esto existen muchos males internos de resistencia cultural que tienen que ver con la deficiente formación y el inevitable proceso de alienación. El enemigo externo es claramente visible, el interno es más peligroso, el que está junto a nosotros y dentro de nosotros. El no tener claro aun hacia donde vamos y como hacerlo no creo que sea el mayor problema, lo más importante es el asumir la verdadera transformación y el compromiso a transformarse asimismo. Actualmente el gobierno ha iniciado una política de participación popular a través de los Consejo Comunales, que a nuestro modo de ver son el tronco sobre el que será posible construir el socialismo, nuestro socialismo. Todo depende de nosotros.
prodriguezrojas@hotmail.com
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